La elegante imagen de Interpol -trajes, zapatos italianos, peinados impecables- es sólo el efecto secundario de su música. Melodías oscuras, baterías mínimas, líneas vocales tan dramáticas como las descargas no wave de las guitarras. Canciones como "Slowhand" u "Obstacle 2" perfectamente estarían en el iPod de Batman, si la Ciudad Gótica estuviera en Brooklyn


Concierto

Por qué verlos en vivo: Porque es la banda más aventajada de la invasión del retrorock. Y sobretodo para conocer los temas de su no muy difundido disco Our love to admire (2007).

Jueves 6 de marzo de 2008 / Teatro Caupolicán / 21:00 hrs. 
Entradas entre $12.600 y $38.500
San Diego 850 - F: 699 1556
www.feriaticket.cl


 

 

Adivinen las influencias

Son neoyorquinos, pero su debut (Turn on the bright lights; 2002) sonaba abusivamente a los ingleses de Joy Division. Su vocalista y guitarrista Paul Banks aseguró a la revista Rockdelux jamás haberle prestado tanta atención a la banda del malogrado Ian Curtis. De hecho "Next exit", la canción que abría su segundo disco (Antics, 2004) sonaba inesperadamente soul, con órgano Hammond y cadencia Motown. Como si quisieran demostrarle a los críticos de rock que ellos juegan a adivinar influencias. Pero ojo, que aparecieron en el mapa colgándose del revisionismo new wave liderado por sus vecinos The Strokes y el resto de las bandas que empezaban con "the".

 



Términos y condiciones de los servicios - © 2007 El Mercurio Online