Parque nacional Llanos de Challe

El millonario proyecto que buscó convertir Llanos de Challe en una playa nudista

A principio de los noventa un empresario de Vallenar junto a su socio buscaron armar un balneario con parámetros europeos para atraer a los turistas. La creación del parque nacional finalmente terminó con ese sueño y transformó a Playa Blanca y sus alrededores en un paraíso para los amantes del camping y los deportes outdoor.

por José Pablo Harz - Fotos: Andrés Gómez
LUNES 10 DE AGOSTO DE 2015
Conoce el parque nacional Llanos del Challe

Si el plan hubiese funcionado, el escenario en una pequeña playa de la Región de Atacama sería más o menos así: aguas cristalinas con tonos turquesas, arena blanca y fina, rocas formando posones naturales; cabañas equipadas con agua potable y luz eléctrica durante 16 horas del día, pequeñas rutas internas para los vehículos y un espacio común para que la gente pueda compartir en la noche; gente hablando en todos los idiomas, leyendo libros de moda mientras aprovechan de broncearse y dejar atrás el invierno del hemisferio norte; mujeres trotando por la orilla de la playa en topless y hombres completamente desnudos saliendo del mar luego de disfrutar una sesión del siempre cansador capeo de olas. Esta situación pudo haber ocurrido a comienzos de los noventa, cuando Chile empezó a despertar después de lustros de silencio y congelamiento cultural, y todo lo que tuviera olor a modernidad e internacionalización era bienvenido. El proyecto estaba avanzado y el lugar escogido era Playa Blanca en Huasco, el problema fue que justo en esa época fue decretada como parte del Parque Nacional Llanos de Challe y con eso el sueño nudista de dos empresarios se empezó a esfumar.

Uno de esos hombres era Abdón Baraqui, reconocido empresario multirubro de Vallenar, quien cuenta que mientras recorría las costas de Atacama jeepeando y cazando con amigos arriba de una Toyota doble tracción, dieron de casualidad con esta playa que parece sacada de una postal caribeña. Sin embargo no fue hasta la segunda mitad de los ochenta cuando el turismo empezó a tomar vuelo económicamente y en regiones se fue mirando con otros ojos. “En esa época empezamos a detallar el Valle del Huasco en cuanto al turismo: se hablaba de la ruta del pajarete (vino dulce y viscoso), la ruta del pisco, la ruta del olivo. Todas esas rutas se comenzaron a abrir, pero nunca se habló de la costa”, explica Baraqui. Esa oportunidad fue tomada por el empresario quien desde el año 1986 fue armando un proyecto que buscaba convertir Playa Blanca en un balneario de nivel internacional: la inversión bordeaba, en esa época, los cinco millones de dólares.

Datos del parque
  • Ubicacion: 17 kilómetros al norte de Vallenar
    Superficie: 45.708  hectáreas
  • Cuando: Todo el año / Para el desierto florido sólo septiembre y octubre
  • Atracción: Playa Blanca
Actividades

“En Europa estaban muy de moda las playas nudistas, bajo ese punto de vista turístico hicimos las gestiones para quedarnos con la playa y cuando lo logramos fue un triunfo. Pero el problema fue que, ya con la oferta en mano, empezaron las trabas: se nos informó que no podíamos construir en concreto, que cualquier colilla de cigarro que se encontrara en el suelo nos costaría una multa, que solamente podíamos habilitar sitios para camping. Y tú sabes que un camping acá dura dos meses, a lo más tres, entonces qué explotación puedes hacer para llevar agua potable y alcantarillado con tres meses para camping. Actualmente no se puede hacer nada más que sitios para poner carpas. Lo extraño es que en el sur los parques están concesionados con todo: hoteles, cabañas, etcétera”, alega Baraqui.

Para el empresario las razones por las que le botaron el proyecto son políticas, para la Conaf y el Ministerio de Bienes Nacionales son meramente medioambientales y de conservación. Sea como sea, esta playa y las 45 mil hectáreas que forman el PN Llanos de Challe se defienden perfectamente sin tener a mujeres desnudas o instalaciones de lujo. Los pocos sitios de camping y las básicas pero cuidadas instalaciones (baños, duchas, lavaderos) manejadas por Conaf bastan para hacer de este lugar una visita obligada en la Tercera Región. Además de dar la posibilidad de estar al sol y jugar paletas con colores poco recurrentes en las costas de Chile, para los amantes de los deportes outdoor el parque puede transformarse en una obsesión. Cerca al mar y más adentro en el valle -donde se expresa de mejor manera el desierto florido en inviernos lluviosos- existen formaciones rocosas ideales para que los amantes de la escalada puedan practicar búlder, especialidad que se basa más en la dificultad de los movimientos y en la resolución de problemas que en la altura alcanzada. También ese sector es reconocido por los mejores surfistas del país y del mundo como uno de los mejores de Chile para enfrentarse a las olas, mientras afuera desfilan ordenadamente los guanacos.

Actualmente no existen planes para quitarle a Llanos de Challe su aspecto exento de construcciones o servicios más sofisticados, pero muy cerca de ahí y veinte años después de su primer intento, Abdón Baraqui sigue pensando que un balneario nudista es un negocio redondo. Y está decidido a ir por él: “Ahora estoy tratando de volver a armar un cuento en una playa como de 200 metros aquí en la zona, porque sigo pensando que es lo mejor atraer al turista con una playa nudista, con el calor entre diciembre y marzo. La idea es conseguir una plata por medio de Dirección de Vialidad, para arreglar una huella que está con mucha piedra. Me dijeron que lo iban a estudiar y nunca más me contactaron. Yo ya tengo un plan de manejo para llevar agua hasta el sector y la luz sería con un generador. Sigo presionando para que se aporte con el dinero para un camino que no sería solamente para el turista, sino que para los mineros, huireros y gente que vive y trabaja en la zona hace años”. Si ese plan no funciona, la escena en esa playa seguirá siendo así: aguas cristalinas, arena blanca y vegetación nativa.

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Caminar por Santiago. Recorrer la Alameda entera e inmiscuirse en cada una de las calles que la cruzan. Visitar a pie las comunas de Puente Alto, Colina y Peñaflor. Terminar y darse cuenta que completaste una travesía de 70 mil hectáreas que conforman la capital de Chile.

#Parques2015 es algo así, pero 128 veces más grande. Los edificios y el cemento cambiarán por más de 9 millones de hectáreas conformadas por alerces milenarios, lagunas vírgenes, áridos desiertos, glaciares en peligro, pumas e historias desconocidas hasta ahora.

Serán cinco meses de recorrido por los 36 Parques Nacionales del país. Un viaje que contempla 12 mil kilómetros de trayecto por tierra, además de otros ocho mil kilómetros por mar y cielo.

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