Son las 10:16 de la mañana del lunes 23 de marzo del 2015 y la cara de Malli Mastan Babu, con unos anteojos de sol que le cubren gran parte del rostro y una mueca que simula una sonrisa, se refleja en la pantalla de su celular. Atrás de él, el blanco de la nieve contrasta con el azul del cielo y de fondo se luce el infinito altiplano con matices que se pasean tranquilamente entre el café y el rojo. Luego de un día de expedición, el montañista indio y hombre récord de los Guinness —en 2006 ascendió en un periodo de 172 días las cumbres más altas de cada uno de los siete continentes— lograba por fin cumplir su objetivo de alcanzar la cima de los 9 cerros más altos de los Andes y lo decidió coronar con una selfie en la punta del Nevado Tres Cruces. Luego de admirar por unos minutos la vista desde los 6.749 metros, desde donde se observa territorio chileno y argentino plenamente, el deportista de 40 años comenzó el descenso.
Después de un par de horas el clima cambió radicalmente. Las nubes, el frío, el viento y la nieve se tomaron la montaña: era el inicio del temporal que a kilómetros de distancia le quitaría la vida a muchas personas en Chañaral y las zonas aledañas. Para Malli fue un obstáculo que lo obligó a armar campamento a 5.900 metros e intentar aguantar la tormenta. Desde ahí, a las 14 horas, sacó la última foto: el viento blanco apenas deja ver un par de rocas que poco a poco se irían cubriendo totalmente con la nieve. Lo mismo que le pasaría a Malli unas horas después.
La alerta de la desaparición se dio el 27 de marzo en un grupo de Facebook que llamaba a rescatar al alpinista. Rápidamente llegaron a los cinco mil fans y las muestras de cariño desde todo el mundo no se hicieron esperar. Las embajadas de India en Chile y Argentina se coordinaron y comenzaron las labores de rescate. Helicópteros y alpinistas de ambos países fueron hasta el Tres Cruces para buscarlo por cielo y tierra. Fue el argentino Mariano Galván quien el 2 de abril a las 18:30 horas se encontró con el cuerpo sin vida de Malli. Así relató el momento al medio trasandino La Gaceta: “Me estaba disponiendo a armar el campamento, el sol se estaba poniendo, y en ese momento noto que a cinco metros había unos pedazos de tela color naranja intenso. Creí o quise creer que iba a encontrar pedazos de la carpa, pero que él no iba a estar. Luego, al acercarme, noto que era la bolsa de dormir con Malli en su interior. Fue muy duro, porque estar solo a esa altura, con las últimas gotas de luz y encontrarlo ahí… Siempre es duro encontrar muerto a un hermano de la montaña”. Un día después, en el grupo de Facebook, se dio la noticia al mundo entero: La montaña retuvo a su hijo preferido: Descansa en paz Malli Mastan Babu.
La recepción en India fue la de un deportista y personalidad destacada. Miles de personas acompañaron la caravana que trasladó el cuerpo desde el aeropuerto de Chennai hasta el pueblo de Sangam. Ahí se realizaron los rituales correspondientes para despedir a un hombre que dejó de existir a miles de kilómetros de su país, en una de las zonas más espectaculares de Chile para los que, como Malli, viven de la montaña. Y es que a pocos kilómetros del Tres Cruces y en la misma zona del parque nacional, se encuentra el Ojos del Salado, que con sus 6.891 metros es considerado el volcán más alto del mundo y la segunda cumbre más alta de América después del Aconcagua. Desde la cima queda en manifiesto la grandeza de la zona, que además de paisajes enormes y cautivantes, cuenta con salares, ríos que parecen transportar flores amarillas por su cauce, lagunas que reflejan las montañas más altas del país y minúsculos caminos que zigzaguean desde lejos para adentrarse en el Himalaya chileno.
Conocido también como el circuito de los seismiles, el parque y sus alrededores están adaptados para los deportistas, amateurs y profesionales, que llegan hasta el lugar para superar sus propias marcas. Existen refugios bastante bien equipados –el de Laguna Verde incluso tiene aguas termales - que permiten a los visitantes tomarse el tiempo necesario para aclimatarse a la altura y no tener que sufrir demasiado con las temperaturas bajo cero y el viento que a veces hace muy difícil sostener una carpa pegada al suelo. También, en temporada alta, estos mismos refugios funcionan como centros interculturales, donde además de chilenos, llegan en su mayoría turistas y deportistas suizos, franceses, noruegos, estadounidenses. Ellos al igual que Malli intentan conquistar las cumbres más altas de los Andes y, como dijo el fallecido alpinista indio en una entrevista cuatro días antes de su muerte, superar los miedos personales de la vida arriba de la montaña.
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Caminar por Santiago. Recorrer la Alameda entera e inmiscuirse en cada una de las calles que la cruzan. Visitar a pie las comunas de Puente Alto, Colina y Peñaflor. Terminar y darse cuenta que completaste una travesía de 70 mil hectáreas que conforman la capital de Chile.
#Parques2015 es algo así, pero 128 veces más grande. Los edificios y el cemento cambiarán por más de 9 millones de hectáreas conformadas por alerces milenarios, lagunas vírgenes, áridos desiertos, glaciares en peligro, pumas e historias desconocidas hasta ahora.
Serán cinco meses de recorrido por los 36 Parques Nacionales del país. Un viaje que contempla 12 mil kilómetros de trayecto por tierra, además de otros ocho mil kilómetros por mar y cielo.
