Segundo socio comercial de Chile:
Japón, entre el progreso y las tradiciones

Además de ser un actor crucial para la economía global, Tokio ahora busca destacarse en la política internacional, enfocándose hacia una mayor integración y cooperación con otros países.

ALBERTO ROJAS MOSCOSO

Ver ficha de Japón

Lentamente el sol comienza a abandonar el cielo sobre Tokio, alargando las sombras y tiñendo los edificios con una luz cobriza. Pero en el distrito de Shibuya, el día parece recién comenzar. Las abarrotadas calles reciben sin cesar a los miles de jóvenes que salen desde la gigantesca estación de metro del mismo nombre. Pero casi ninguno se fija en las enormes pantallas de televisión que, colgadas de los edificios de acero y vidrio, transmiten noticias y video clips sin parar. Mientras esperan la luz verde del paso peatonal, cada uno observa la pantalla de su teléfono celular: escriben un mensaje, envían una foto o acuerdan con algún amigo dónde ir a comer y bailar.

EQUILIBRIO
Ser líder en tecnología no ha impedido a la sociedad japonesa ser eficiente también en la conservación de sus milenarias tradiciones.
 

La luz cambia y miles de personas atraviesan al mismo tiempo, en medio de una vorágine de voces, música y risas. Hay de todo. Escolares con su uniforme tipo "Sailor Moon" se cruzan con un par de "góticos" enfundados en riguroso negro, mientras otros chicos -todos con pantalones a la cadera, pelos teñidos y una que otra prenda de mimetismo- escuchan el último hit del pop nipón a través de los diminutos audífonos de sus discman. Más allá, un ejecutivo se afloja el nudo de la corbata. Es el Japón del 2004, un mundo en constante cambio.

Convertido en la segunda economía del mundo, este país resurgió de las cenizas de la Segunda Guerra Mundial a través del trabajo y la perseverancia de sus habitantes. Y se convirtió en el gigante tecnológico que marca pautas en telecomunicación, robótica, industria automotriz y miniaturización. Siempre de la mano de las políticas de reciclaje y protección del medio ambiente. Pero Japón es más que progreso.

"Japón es un país muy singular, porque es una sociedad muy eficiente preservando sus tradiciones, que no mueren. Y las generaciones más jóvenes son muy buenas adaptándose y adoptando algunas de sus históricas tradiciones", explica Balbina Wang, analista en temas asiáticos de la Fundación Heritage.

Por eso no resulta chocante ver bajar de un "shinkansen" (tren bala) a una mujer vestida con kimono o cientos de niños venidos de todo el país, recorriendo con sus profesores la antigua ciudad imperial de Kyoto.

Lazos estrechos

Chile y Japón -que estuvo entre los fundadores de APEC- tienen relaciones diplomáticas plenas desde hace más de 100 años. Y durante ese lapso ambos países han estrechado sus lazos, sobre todo en el ámbito comercial, definiendo una balanza comercial a favor de Chile.
Durante 2003 nuestro país exportó productos por 2.622 millones de dólares, mientras que importó sólo 575 millones de dólares.

Siendo el segundo socio comercial de Chile (representa el 11,2% de las exportaciones nacionales), Japón recibe principalmente cobre (34,5%), pescado (13,6%), madera en partículas (8,2%) y carne de cerdo (5,4%). Y nos vende automóviles (43,7%), vehículos de carga (12,6%), neumáticos (7,1%) y piezas y partes de automóviles (3,7%).

Cambio de imagen

Sin embargo, Japón no sólo ha buscado el progreso económico, sino que también el pleno reconocimiento político dentro de la comunidad internacional.

"Japón hoy vive un repunte de su economía -tras sufrir una crisis de más de 10 años- y bajo el Premier Junichiro Koizumi se ha posicionado como un importante actor internacional y aliado de Estados Unidos, en términos de la guerra en Irak (donde envió mil soldados) y la lucha contra el terrorismo", dice Jennifer Amyx, profesora del Centro de Estudios del Este de Asia, de la Universidad de Pennsylvania.

Del mismo modo, a partir de enero próximo, Japón ingresará al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como miembro no permanente, una oportunidad para impulsar la reestructuración de este organismo en el corto plazo.

"Es un objetivo muy importante para Japón, lo ha sido por mucho tiempo. Y harán cualquier esfuerzo para ingresar a futuro como miembro permanente del Consejo", asegura Balbina Wang.
Japón alguna vez fue definido como "un gigante económico, pero un enano político". Esa imagen ya es del pasado. El futuro apunta a una mayor integración y cooperación a través de la misma ONU o el propio APEC.

Y la posibilidad de generar vitrinas que sirvan para mostrar lo que es Japón hoy. Como la próxima Exposición Mundial, cuyo recinto de 158 hectáreas se está terminando de construir en Aichi -a 20 kilómetros de la ciudad de Nagoya- y que se inaugurará en marzo de 2005.

Ya hay más de 125 países confirmados y dentro de las atracciones de la exposición se mencionan una pantalla plana de 2.005 pulgadas y vehículos sin conductor que recorrerán la feria constantemente.

Así es el Japón de hoy. Un mundo en el que las geishas toman taxis bajo la lluvia y los robots humanoides intentan jugar fútbol. Un país de contrastes, donde el pasado y el futuro se cruzan en cada esquina.

Australia Brunei Canadá Chile China Corea del Sur Estados Unidos Filipinas Hong Kong Indonesia Japón Malasia México Nueva Zelandia Papúa Nueva Guinea Perú Rusia Singapur Tailandia Taiwán Vietnam