En 1954 el fabricante de autos británico Jaguar construyó tan solo 53 unidades del icónico descapotable D-Type, un deportivo que fue desarrollado con el único objetivo de ganar las 24 Horas de Le Mans.
Para alcanzar la ambiciosa meta, los ingenieros decidieron mantener el motor XK de seis cilindros en línea de su predecesor el C-Type, pero modificaron por completo su figura.
Para eso creando una nueva estructura y utilizaron un innovador monocasco. Además aplicaron conocimientos de aerodinámica sacados de la industria aeronáutica y prueba de eso es su enorme aleta trasera.
Con el paso de los años muchos de esos deportivos fueron destruidos o desaparecieron, con excepción de uno que se mantiene en su estado original y que será subastado en febrero próximo.
La operación estará a cargo de la prestigiosa casa de subastas RM Sotheby's y se espera que el valor del coche ronde los 6.4 millones de euros, es decir poco más de 5.500 millones de pesos chilenos.
Originalmente el auto era propiedad del piloto australiano Bib Stillwell, quien lo uso para correr en el Reino Unido durante los primeros años.
Al tiempo, el roadster fue comprado por la leyenda británica de carreras Richard Attwood, quien ganó las 24 Horas de Le Mans de 1970 en un Porsche 917.
Desde entonces, el D-Type ha tenido diferentes propietarios que lo han usado con moderación y, lo que es aún mejor, lo han mantenido en perfecto estado original.
El automóvil luce un hermoso cuerpo de carreras verde, un pequeño parabrisas delantero y un clásico volante de madera. Debajo del capó mantiene el bloque de seis cilindros en línea y 3.4 litros que le permitía alcanzar increíbles 257 km/h. (160 mph.).
La subasta de este histórico modelo tendrá lugar en París el 5 de febrero próximo y ya se ha robado la atención de no pocos millonarios coleccionistas.
Así lo aseguró al diario The Sun Augustin Sabatié-Garat, gerente de subasta europeo en RM Sotheby's, quien explicó que “el Jaguar D-Type que ponemos a la venta es de excepcional interés para la industria del automóvil clásico, y estamos orgullosos de llevarlo a subasta”.
Añadió que se trata de la séptima unidad que salió de la línea de producción en 1954 y que pese a los años transcurridos “es un buen ejemplo de uno de los autos deportivos de carreras más deseables de todos los tiempos".
