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La eufórica celebración del plantel de la "Roja" tras consagrarse campeón de América

Una vez que Alexis Sánchez convirtió el decisivo penal ante Sergio Romero, los jugadores chilenos comenzaron con los calurosos festejos, marcados por las lágrimas y el bus descapotable que los esperó a las afueras del Estadio Nacional.

05 de Julio de 2015 | 07:20 | Por Martín Gutiérrez, Emol
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Los jugadores no querían retirarse del Nacional.

AP
SANTIAGO.- A sólo doce pasos de la gloria estaba Chile. Cuando el delantero Alexis Sánchez enfiló rumbo al punto penal para ejecutar su disparo ante el meta Sergio Romero, en el ambiente se sentía esa sensación de estar ad portas de algo histórico.

Y vaya que que ese vaticinio se cumplió, ya que cuando el lanzamiento del tocopillano cruzó la línea de gol, el Estadio Nacional se vino abajo con una explosión de júbilo. A partir de ahí, se dio rienda suelta a la eufórica celebración de la "Roja".

El propio jugador del Arsenal inició los festejos sacándose la camiseta y yendo a celebrar el título al codo sur del Nacional. Y de ahí llegaron sus demás compañeros para sumarse en una verdadera montaña humana.

Entre lágrimas y risas, los jugadores chilenos no creían lo que estaban viviendo. Uno de los que definitivamente no pudo contenerse fue Jean Beausejour, quien incluso tuvo que ser consolado por su hijo.

Una vez que el portero y capitán Claudio Bravo cumplió con el ritual de alzar el trofeo, durante casi media hora los jugadores se mantuvieron en la cancha, realizando la tradicional vuelta olímpica y algunos más osados como el propio Bravo, se subieron a los arcos a celebrar.

En medio de la euforia, Marcelo Díaz y Eduardo Vargas tuvieron un notable gesto cada uno de los jugadores trasandinos que se mantuvieron en cancha al ir a saludarlos con sus hijos, agradeciendo el respeto de haberse quedado en el terreno.

Los jugadores de la "Roja" disfrutaban cada momento y fue así como también muchos tomaron selfies, para tener un imborrable recuerdo. Con el correr de los minutos, se fueron retirando. Pero hubo tres jugadores que quisieron quedarse hasta el final, como queriendo desear que el momento nunca terminara.

Bravo fue uno de los que "apagaron la luz", cuando se retiró por el mismo túnel donde salieron al inicio del compromiso, bajo una ola de aplausos y muestras de cariño. Después vino lo mejor, a cargo de Jorge Valdivia.

El jugador del Palmeiras corrió hasta el codo sur del Nacional, donde ya quedaban pocos, pero entusiastas fanáticos quienes tararearon la música brasileña con la que es conocido el "Mago", quien respondió con efusividad y moviendo sus dedos índices.

Y finalmente, Ángelo Henríquez fue el último en irse a camarines, lugar en el que se celebró, pero con algo más de mesura. Y es que también querían guardar energías para el bus descapotable que los esperaba afuera.

En dicho medio de transporte especialmente habilitado para la ocasión, los pupilos de Sampaoli prosiguieron con su intensa jornada de celebraciones. El primero en subirse fue Paulo Garcés, y después Medel, a quien la gente le cantaba "Messi no tiene los huevos que tiene Gary Medel". El defensa se dejaba querer y agradeció la melodía.

Luego Jorge Valdivia pidió el micrófono y las hizo de animador del alocado bus, que ya contaba con el todo plantel arriba suyo. Hasta una Copa América de cartón llegó a las manos de Claudio Bravo, luego de que el golero se la pidiera expresamente a uno de los hinchas que estaban en lugar.

Tras alzarla, Bravo la firmó y se la devolvió al hincha, quien no ocultó su felicidad. Luego llegó el momento de la Copa de verdad.

"Chile es campeón, Chile es campeón", con ese cántico enfervorizado se retiró el descapotable de la "Roja". "Gracias", repetía la multitud. No era para menos. Los festejos eran más que merecidos...
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