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Con histórica clasificación argentina, ya están listas las semis del Mundial de Rugby

Los Pumas se sumaron a la ronda de los cuatro mejores del torneo, tras vencer a Irlanda.

19 de Octubre de 2015 | 07:09 | Agencias
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Argentina, el último clasificado.

AFP
CARDIFF-LONDRES.- El seleccionado argentino de rugby escribió ayer domingo una de las páginas más importantes de su historia al avanzar por segunda vez a las semifinales de un Mundial con una imponente victoria por 43-20 sobre Irlanda, el mejor equipo de Europa, con lo que se completó el cuadro de semifinales del certamen planetario.

Los Pumas lucharán el próximo domingo por un lugar en la gran final ante Australia, que debió sufrir hasta el límite para vencer a Escocia por 35-34 en un final infartante y polémico.

La otra semifinal la disputarán el sábado Nueva Zelanda y Sudáfrica, por lo que la definición del Mundial de Inglaterra y Gales tendrá a cuatro equipos del hemisferio sur, precisamente los que compiten desde 2012 en el nuevo Rugby Championship.

Tal como ocurrió en Francia 2007, cuando concluyó en tercer lugar, Argentina se metió una vez más en el grupo de elite del rugby internacional. Y lo hizo con una actuación de máximo nivel, reflejo de un nuevo estilo más vistoso y arriesgado que marca una evolución respecto de la tradicional "garra puma".

"Se siente increíble, es algo que buscamos hace mucho. Todavía no caigo, estamos en semifinales", expresó emocionado Agustín Creevy, el capitán del conjunto argentino.

El coach de Los Pumas, Daniel Hourcade, se mostró orgulloso no sólo por el triunfo, sino por el nivel mostrado ante un rival de jerarquía como Irlanda, el bicampeón del Seis Naciones.

"El equipo jugó los primeros 20 minutos maravillosamente. Después nos quedamos y dejamos venir a Irlanda, pero en el final volvió a aparecer el equipo. El resultado es la consecuencia del juego, es lo que más disfrutamos", afirmó Hourcade.

Argentina construyó su triunfo a base de una contundencia ofensiva propia de una potencia: le anotó nada menos que cuatro tries al equipo que está dominando el rugby en Europa.

La victoria argentina en Cardiff fue tan contundente que se asemejó al triunfo ante Irlanda en Francia 2007, por 30-15. Si hace ocho años en Lens brillaron Juan Martín Hernández y Felipe Contepomi, en el ruidoso Millennium lo hicieron Nicolás Sánchez y Juan Imhoff.

La evolución de la que el mundo del rugby viene hablando sobre Argentina desde que juega el Rugby Championship se vio en el comienzo del juego. Decidida a anotar y sin especular, Argentina anotó dos tries (Matías Moroni e Imhoff) en 10 minutos y se puso al frente 14-0.

El equipo albiceleste salió decidido a arrasar a su rival porque no sólo impuso presencia en el campo rival sino que en los contactos los argentinos parecían All Blacks. Cada argentino que hacía contacto con un irlandés rompía la línea de defensa y seguía metros hacia adelante.

Pese al inicio demoledor, un partido de cuartos de final de un Mundial, con la rivalidad histórica entre ambas naciones, no iba a resultar tan fácil. Así, Argentina pasó zozobra en la segunda mitad, cuando Irlanda se recuperó con dos conquistas por intermedio de Luke Fitzgerald y Jordi Murphy y se acercó a tres puntos (23-20).

Pero con la potencia de sus backs Argentina terminó sellando el pase entre los cuatro mejores del torneo. En su primera visita a las 22 yardas irlandesas en toda la segunda mitad, Joaquín Tuculet apoyó el try que definió el encuentro. Y a ocho minutos del final, Imhoff volvió a apoyar luego de otra carrera fulgurante, una muestra más del rugby de ataque que distinguió al equipo en la fase de grupos.

La victoria desató el festejo de los pocos miles de argentinos, eufóricos frente a los 60.000 irlandeses que colmaron el Millennium de Cardiff e hicieron del estadio una caldera. Sin embargo, en el final las camisetas celestes y blancas fueron las únicas de pie, saltando y cantando con los jugadores que no querían irse del campo, emocionados hasta las lágrimas por la hazaña para el rugby argentino.

AUSTRALIA PASA CON ANGUSTIA

El otro choque de cuartos, que protagonizaron unas horas más tarde en Londres Australia y Escocia, terminó siendo el más reñido de la jornada pese a que los papeles marcaban un claro favoritismo de los Wallabies.

Australia estuvo al borde de la eliminación, pero un polémico penal convertido por Bernard Foley a falta de un minuto le dio la victoria en Twickenham.

La hazaña escocesa parecía posible poco antes, cuando Mark Bennett apoyó un try tras un error australiano en la salida y Greig Laidlaw convirtió para colocar a su equipo 34-32 al frente a falta de cinco minutos para el final.

Sin embargo, Foley tuvo entonces la posibilidad de resarcirse de los lanzamientos errados previamente y con un disparo preciso dio la victoria a Australia.

Su equipo, en realidad, no debería haber llegado a sufrir tanto si Foley hubiera estado más efectivo. En el primer tiempo, Australia convirtió tres tries por intermedio de Adam Ashley-Cooper, Drew Mitchell y Michael Hooper, pero Foley falló en cada una de las conversiones.

Escocia, en cambio, aprovechó un try de Peter Horne y una serie de penales de Greig Laidlaw para irse 16-15 arriba al descanso.

En la reanudación, Escocia se quedó con un hombre menos por un knock-on intencional de Sean Maitland, que recibió la tarjeta amarilla, y Australia lo aprovechó con el segundo try de Mitchell.

Tommy Seymour, por Escocia, y Tevita Kuridrani, por Australia, intercambiaron entonces tries hasta que Bennett apoyó nuevamente en el in-goal rival a falta de cinco minutos y puso máxima emoción mientras la lluvia caía sobre Twickenham.

Sin embargo, el doble campeón mundial mostró su categoría sobre el final y con algo de suerte sacó su boleto para las semifinales. Allí le espera Argentina, un rival ante el que, tras lo ofrecido hoy por ambos equipos, todo puede pasar.
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