Pep Guardiola durante el duelo frente al Tottenham.
Reuters
El Manchester City de "Pep" Guardiola engrosó su lista de fracasos en Champions League. Esta vez el verdugo fue el Tottenham en un partido increíble.
Es el tercer traspié continental consecutivo para el técnico catalán al mando de los celestes. Pero el club suma muchos más. Pese a los petrodólares invertidos en jugadores e infraestructura por el jeque Mansour bin Sayed, sigue sin encumbrarse en el torneo de clubes más importante de Europa.
A lo largo de una década, solo en una ocasión ha podido llegar hasta semifinales. Fue el 2016, el último año de Manuel Pellegrini como DT de los ciudadanos.
En esa campaña, el elenco del "Ingeniero" eliminó al Dinamo de Kiev en octavos y en cuartos borró al Paris Saint Germain, el otro nuevo rico de Europa. Así, el ex estratego de Universidad Católica volvía a una semifinal de Liga de Campeones luego de elevar hasta dicha instancia al modesto Villareal en 2006 y lideraba la mejor temporada de los mancunianos en una Champions.
En la ronda de cuatro mejores el City quedó emparejado con el Real Madrid. En la ida, disputada en Inglaterra, el encuentro terminó empatado a cero y en la vuelta los españoles, a la larga campeones del torneo, se impusieron por la mínima.
Tras la salida del técnico nacional a mediados de 2016, Guardiola desembarcó en Manchester. Se esperaba que en el Reino Unido repitiera los éxitos de su etapa dorada en el Barcelona y la dirigencia le dio más presupuesto que a cualquier otro estratego. Sin embargo, y tras ganar la Premier League en su segundo año, la "Orejona" se le sigue resistiendo, tal como le pasó con el Bayern Múnich. El Mónaco lo sacó a la calle en 2017 y el Liverpool en 2018.
"Soy un fracaso en esta competencia. Si mis equipos no ganan la Liga de Campeones, fracasamos. La competencia es difícil. En esta competencia hay muchos equipos muy buenos", dijo el entrenador en la previa del duelo ante los Spurs.
Tras el gol de último minuto de Raheem Sterling, el entrenador que ganó dos Champions con el Barça corrió a lo loco por la línea de cal. Pero el tanto finalmente anulado por fuera de juego. La imagen que lo muestra arrodillado y con las manos en la cabeza retrata su frustración.
