La penúltima noche de la 61° versión del Festival de Viña comenzó con el
recuerdo del terremoto que azotó Chile en la madrugada del 27 de febrero de 2010. Tras salir al escenario y saludar al público,
María Luisa Godoy y Martín Cárcamo dedicaron algunas palabras a quienes murieron o resultaron afectados por el movimiento telúrico que se registró a las 03:34 horas de ese día y que fue seguido de un tsunami.
Mientras los animadores hablaban,
en una de las pantallas de la Quinta Vergara fue proyectada la fotografía que dio la vuelta al mundo, en la que aparece un
hombre sosteniendo una bandera chilena rasgada entre los escombros que dejó el tsunami que afectó a Pelluhue.
Y aunque la imagen es un símbolo de la resiliencia de los chilenos ante las catástrofes,
Bruno Sandoval, su protagonista, se molestó por su uso en Viña 2020.
"Por lo menos deberían haberme invitado", escribió Sandoval en su cuenta de Twitter a las 21:43 horas. Y poco más de 60 minutos después, el "hombre de la bandera" volvió a manifestarse al respecto.
"Mínimo que me hubieran consultado, aún estoy vivo y soy yo el que aparece en la foto", publicó.
Bruno Sandoval
tenía 26 años cuando, mientras buscaba sus pertenencias entre los escombros de la casa que arrendaba en Pelluhue, encontró la bandera chilena. "
Estaba en el recinto, pero no era mía. No la había comprado", relató a El Mercurio.
El "hombre de la bandera" recordó que en el momento en que estaba desenterrando el pabellón, el periodista
Roberto Candia le silbó para fotografiarlo con él en las manos.
"No me llevé la bandera porque, en el fondo, no era mía.
La dejé ahí no más", explicó Sandoval. Sin embargo, Daniel Marín, un trabajador del sector la reclamó como suya y un tiempo después la remató en un sitio de compraventa online.
Desafío Levantemos Chile la compró y en la actualidad,
la famosa bandera está en el hall de una empresa ubicada en el barrio El Golf, en Las Condes.
