Donald Trumo dijo que las mujeres que se practiquen un aborto deben ser sometidas a algún tipo de castigo.
AFP
MADISON.- Donald Trump lucha para convencer al escéptico Partido Republicano que puede mejorar su posición entre las mujeres, mientras que se retracta de un
polémico comentario sobre el aborto y ataca la credibilidad de una periodista que, según la policía, fue agredida por su jefe de campaña.
El magnate estadounidense, principal aspirante republicano a la Casa Blanca, tardó unas pocas horas el miércoles en desdecirse después de asegurar que el aborto debería ser ilegal y las mujeres que se someten a un procedimiento de este tipo tendrían que enfrentar "algún tipo de castigo".
Sus declaraciones provocaron una reacción inmediata de ambos bandos en el debate, lo que hizo que Trump emitiese dos comunicados aclarando su posición. En el segundo documento, aclaró que solo los que practican el aborto deberían ser "legalmente responsables, no las mujeres".
En tanto los republicanos frustrados luchan en privado con el temor al impacto que podría tener Trump en la capacidad de convocatoria de la formación entre mujeres y jóvenes.
