SANTIAGO.- SANTIAGO.- El empresario argentino, Lázaro Báez, quien se encuentra en prisión preventiva por presunto lavado de activos en obra pública durante los gobiernos kirchneristas, denunció que está siendo víctima de presiones.
"Me están apretando para que me calle, me están apretando para que no siga hablando", aseguró desde la cárcel de Ezeiza, en entrevista con Infobae.
Báez, sería un actor clave en su rol de intermediario de supuestas maniobras irregulares de blanqueo de dinero en la que estaría involucrada la familia de los ex presidentes Nestor Kirchner y Cristina Fernández, una investigación conocida como "la ruta del dinero K".
En la entrevista, el empresario afirma que a su parecer "hay un acuerdo tácito predeterminado de dónde tiene que morir esta investigación" y que ello tendría que ver con las presuntas reuniones entre el juez a cargo de las indagatorias, Sebastián Casanello y la ex Presidenta Cristina Fernández. "Estoy más que seguro (de que se reunían) (...) A mi no me lo contó nadie, yo lo vi", afirmó.
Al ser consultado sobre si consideraba que la ex Mandataria continúa siendo "intocable" para la Justicia, Báez respondió que "eso depende de la intencionalidad que tenga cada uno de investigar las cosas como corresponden. Si tienen ganas de hacer las cosas bien, nadie es intocable" y rechazó tener "un pacto de impunidad" con Fernández.
Báez fue detenido en abril de este año, a pocos días de que se divulgaran videos que muestran a su hijo, Martín, contando grandes sumas de dinero en la financiera SGI, conocida como La Rosadita, fundamental en la investigación.
