LONDRES.- La desilusión en torno al proceso del Brexit se ha coronado como el sentimiento predominante entre los ciudadanos británicos, que ven con escepticismo la votación de hoy sobre el acuerdo de salida propuesto por la Primera Ministra, Theresa May.
Tanto personas favorables a la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) como aquellas que abogan por la permanencia se muestran descontentas con el transcurso de los acontecimientos, igual que la mayoría de los diputados que previsiblemente rechazarán el acuerdo de May este martes.
El británico
Conor Mccarthy, graduado en Matemáticas, se declara pro Brexit y cree que la "Premier" no tiene valor para exigir al bloque comunitario lo que realmente se votó el 23 de junio de 2016.
"La razón por la que voté por la salida fue para alejarnos de la burocracia europea y que la gente que vive en el Reino Unido pueda tomar decisiones que afectan a su país", manifestó el joven de 26 años y afirma que, a su juicio, ello no se cumple en los términos pactados por la Primera Ministra con la Unión.
Según una encuesta realizada en enero por la firma YouGov consignó que un 47% de los pro Brexit se opone al pacto de May y solo un 30% lo apoya. Mientras, un 54% de los que votaron por la permanencia también lo rechazan.
Segundo referéndum
El descontento respecto a cómo se ha llevado a cabo el proceso durante los últimos 19 meses de negociaciones entre Londres y Bruselas, ha generado que la idea del referéndum "de los arrepentidos" se vuelva cada vez más popular. En octubre, unas 700 mil personas salieron a las calles de Londres a pedir por otra consulta y, a comienzos de noviembre, más de 70 dirigentes empresariales británicos firmaron una carta con la misma solicitud, argumentando que el pacto no cumple con los compromisos.
"A la comunidad empresarial se le prometió que, si el país votaba a favor de irse, continuaría habiendo un comercio sin fricciones con la UE (...) ahora nos enfrentamos a un (acuerdo) ciego o a un Brexit duro y destructivo", sostuvieron.
Mccarthy critica y considera "antidemocráticos" a quienes defienden una nueva consulta como posibilidad, pero para el español Omar Dalati, residente en Londres desde hace seis años, ese segundo plebiscito es la única alternativa a un escenario de "absoluto fracaso". Según este trabajador del sector turístico, volver a votar es la solución al "gran daño económico" que provocará el "temido Brexit sin acuerdo", que podría generarse el próximo 29 de marzo en caso de que, como todo indica, el pacto sea rechazado esta noche en la Cámara de los Comunes.
"La gente se ha dado cuenta de que todo lo que les prometieron Nigel Farage o Boris Johnson en relación a la inmigración o el NHS (Sistema Nacional de Salud) es mentira", argumentó Dalati. El líder del partido euroescéptico UKIP y el ex ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de May, respectivamente, fueron los dos principales líderes de la campaña por el "sí" en el referéndum de junio 2016, en el que la opción por el Brexit alcanzó la victoria.
En Escocia, donde el 62% de la población votó en contra del quiebre con la UE, la opción de volver a pronunciarse en las urnas también va ganando terreno entre los ciudadanos, gracias a campañas como "Nuestro futuro, nuestra elección", en la que participa Teo Benea.
Originaria de Rumania, lleva diez años residiendo en el Reino Unido y asegura que, aunque está más
"esperanzada" por poder revocar el Brexit que "asustada" por sus posibles consecuencias, percibe la preocupación que se genera entre sus amigos procedentes de otros países comunitarios.
"No creo que May logre el apoyo suficiente porque es un mal acuerdo y no aporta claridad sobre qué pasará más allá de 2020. Me parece que el estado de ánimo general está cambiando porque la gente se ha dado cuenta de las posibilidades de salir sin acuerdo o con uno malo, y cada vez hay más a favor de un nuevo referéndum", indicó.
Según la encuesta de YouGov, si se realizara una elección entre un Brexit no negociado o bien seguir en la UE, el 58% optaría por la permanencia y el 42% por la salida. En cambio, si la opción es quedarse o salir mediante el acuerdo de May, la opción de continuar ligados al bloque ganaría con un 63%.
Nuevas oportunidades
Algunos comerciantes que administran negocios en el barrio Leith de Edimburgo temen que el Brexit reduzca más el consumo, una tendencia que han notado en los últimos meses. Pero por otro lado, varios también creen que la retirada de la UE puede ser "beneficiosa" si una menor llegada de inmigrantes hace disminuir el precio de la vivienda.
En la vecina isla de Irlanda, donde la salvaguarda irlandesa propuesta en el acuerdo suscita gran controversia, aún hay personas como la dublinesa
Naoimh Murphy que confían en que habrá un Brexit ordenado, clave para que se mantenga la fluidez en el tránsito de bienes y servicios entre su país y el Reino Unido.
Otros más optimistas, incluso, consideran que la ruptura del vínculo con el bloque europeo será bueno para Irlanda del Norte y para todo el país. Es lo que piensa Neil Paisley, comerciante norirlandés de hongos para farmacéuticas de la región, quien afirma que el Brexit abrirá oportunidades comerciales con otras potencias, como China, Japón o Estados Unidos.
Sea como fuere, todo indica que la Cámara de los Comunes no acompañará a May esta noche y el acuerdo sellado entre Londres y Bruselas el pasado noviembre no logrará superar la prueba. En ese momento, se iniciará la cuenta regresiva de tres días para que la Primera Ministra y su Gobierno planteen un plan alternativo para la salida, ante el peligro inminente de un quiebre radical y sin acuerdo.
