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Revelaciones sobre ex obispo argentino acusado de abuso ponen al Papa Francisco en el ojo del huracán

Mientras el Vaticano asevera que Gustavo Zanchetta, antiguo titular de la diócesis de Orán, fue denunciado a finales de 2018, un ex vicario sostiene que la Santa sede conocía sobre las acusaciones desde 2015.

21 de Enero de 2019 | 10:57 | AP/Redactado por Valentina Salvo U., Emol
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EFE
ORÁN.- Cuando falta un mes para que se celebre la cumbre de líderes eclesiásticos mundiales para discutir sobre el escándalo de abusos sexuales en la Iglesia, el Papa Francisco se encuentra rodeado en un nuevo halo de cuestionamientos debido a las acusaciones de abuso sexual y autoritarismo en contra de un cercano: Gustavo Oscar Zanchetta.

Se trata del obispo argentino que renunció sorpresivamente a la diócesis de Orán, en el norte de Argentina, el 29 de julio de 2017, alegando motivos de salud y que en diciembre de ese mismo año llegó al Vaticano tras ser nombrado por el Pontífice como asesor de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), consigna el diario trasandino La Nación.

Sin embargo, el diario El Tribuno reveló que el verdadero motivo de la renuncia de Zanchetta era que había sido denunciado por abusos sexuales, de poder y de conciencia por algunos sacerdotes y autoridades eclesiales de la zona. Aunque el Vaticano aseguró que las acusaciones contra el ex obispo de 54 años llegaron a sus oídos hace poco, el ex vicario general en Orán, Juan José Manzano, aseveró a la agencia AP que el Papa habría recibido información sobre las conductas indebidas de Zanchetta en 2015 y en 2017.

Contradicciones

A principios de mes, el portavoz del Vaticano, Alessandro Gisotti, confirmó que se había abierto una investigación canónica preliminar en torno a los supuestos abusos sexuales de Zanchetta. Sin embargo, subrayó que las acusaciones de abusos apenas habían salido a la luz a finales de 2018, casi un año después de que Francisco creara un nuevo puesto para él como "asesor" en la oficina de administración financiera del Vaticano.

Al momento de su renuncia en Orán, Zanchetta le acababa de pedir a Francisco que le permitiera salir de la ciudad debido a que tenía malas relaciones con los sacerdotes y era "incapaz de gobernar", dijo Gisotti. "En el momento de su renuncia (2017), hubo acusaciones contra él de autoritarismo, pero no hubo acusaciones de abuso sexual contra él", afirmó.

Pero la versión de Manzano contradice lo afirmado por Gisotti. Según el ex vicario, el Vaticano tenía información de comportamiento sexual inapropiado del obispo desde 2015, incluyendo fotografías comprometedoras, y reportes de supuesto acoso sexual a seminaristas a partir de 2017. Resaltó, eso sí, que no constituyeron una denuncia canónica formal.

Reconoció que él fue uno de los funcionarios diocesanos que informó sobre los comportamientos inapropiados de su jefe hace tres años y que envió a la Santa sede imágenes que el ex obispo se había tomado completamente desnudo. "En 2015, propiamente sólo remitimos un soporte digital con fotos selfies del anterior obispo en actitudes obscenas o fuera de lugar; nos pareció inapropiado y peligroso", dijo a AP. "Fue un alerta que hicimos llegar a la Santa Sede a través de obispos amigos. La nunciatura no toma intervención directa, pero el Santo Padre hace llamar a Zanchetta y él se justifica diciendo que le habían hackeado el celular, que había gente que con eso quería dañar la imagen del Papa".

Añadió que también conformó el grupo de personas que presentaron la segunda denuncia ante la nunciatura apostólica del Vaticano en Buenos Aires en mayo o junio de 2017, cuando "la cosa estaba mucho más grave (con Zanchetta), no sólo porque hubiera habido alguna cuestión de abuso sexual... lo que había era un 'in crescendo' de medidas que conducían la diócesis al abismo".

Cuestionamientos a Francisco

Francisco había enviado a Zanchetta a Orán, una localidad humilde ubicada en la provincia de Salta, en 2013, uno de los primeros nombramientos de obispos de su papado. Conocía bien a Zanchetta, quien había sido subsecretario de la conferencia episcopal argentina que encabezó Jorge Bergoglio cuando era cardenal. Según todos los indicios, tenían una relación cercana y Manzano afirma que Bergoglio fue incluso confesor de Zanchetta, que lo trataba como su "hijo espiritual".

Todo esto podría explicar por qué Francisco lo asignó a la ciudad de Orán, pese a que Zanchetta ya contaba con acusaciones sobre supuestos abusos de poder cuando estuvo al frente de asuntos económicos en la diócesis de Quilmes, en la provincia eclesiástica de Buenos Aires que encabezaba Bergoglio.

Después del reporte de 2015, Francisco habría convocado a Zanchetta a Roma. Cuando retornó a Argentina, "desconozco lo que Su Santidad le dijo pero vino muy mejorado, hasta el punto que ni siquiera se investigó cómo llegaron esas fotos a Roma", sostuvo Manzano. Pero al paso de los meses, Zanchetta "se ponía agresivo si se lo confrontaba... manipulaba datos, personas, influencias para lograr sus propósitos", aseveró.

El Pontífice volvió a convocar a Zanchetta en julio de 2017. Al volver al país trasandino, el 29 de ese mismo mes el obispo informó de su renuncia, argumentando problemas de salud. Desapareció de la opinión pública hasta que el Vaticano, en un anuncio formal realizado el 19 de diciembre de 2017, informó que Francisco lo había asignado para un nuevo cargo como "asesor" en la APSA. Aunque el anuario de la Santa sede lo sitúa como el "número dos" de la dependencia, nunca quedaron claras sus responsabilidades, pues el cargo no existía anteriormente.

Zanchetta no se ha pronunciado públicamente respecto a las acusaciones en su contra y el Vaticano se ha limitado a señalar que él no está trabajando mientras se lleva a cabo la investigación.

El escándalo en torno al ex obispo argentino es el más reciente en implicar a Francisco en un momento en que toda la cúpula católica enfrenta una crisis de confianza sin precedentes. Muchos temen, según consigna La Nación, que éste caso se convierta en una suerte de segundo "caso Barros", en referencia al obispo chileno Juan Barros, acusado de encubrir los abusos de Fernando Karadima, y que en un comienzo fue defendido por Francisco.

Pese a lo revelado, Manzano defendió la manera en que el Pontífice ha manejado la situación de Zanchetta y señala que debería ser considerado una víctima de la "manipulación" del ex obispo. "Jamás hubo intención de ocultar nada. Jamás hubo intención del Santo Padre de defenderlo de nada", afirmó el párroco. Negó que hubiera contradicciones del Vaticano y enfatizó en la distinción entre el reporte de un supuesto abuso sexual y una denuncia formal.
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