La primera sesión del Grupo de Contacto estuvo liderado por el canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa y la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
EFE
SANTIAGO.- Quizás no había mayor expectación en torno a la reunión de este jueves en Montevideo, Uruguay, cuando se dio inicio a la
primera sesión del Grupo Internacional de Contacto (GIC) por la situación de Venezuela. Es que si bien en un comienzo se pensaba que sus miembros- naciones de la Unión Europea y de Latinoamérica-
seguirían adelante con su política de no intervenir en los asuntos de otro país, la realidad fue otra.
Esto, debido a que la reunión concluyó con un claro llamado del GIC a que se convoquen "elecciones presidenciales libres" en el país caribeño, situación que no estaba en los planes iniciales.
Así lo manifestó uno de los líderes de la reunión, el canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, quien manifestó la importancia de que se llamen a comicios para que salgan de la crisis.
"Es crucial restaurar la democracia, el Estado de derecho, la separación de poderes y el respeto a la electa Asamblea Nacional", declaró.
"El GIC destaca que las libertades fundamentales y los derechos de todos los venezolanos deben ser respetados y deplora los muertos y heridos causados por el excesivo uso de la fuerza ", prosiguió en la rueda de prensa posterior.
Al mismo tiempo, trascendió que la comisión ayudará para que existan las garantías necesarias para que se realicen estas votaciones en el menor tiempo posible, mientras anunciaron el envío de una misión técnica a Venezuela.
Este discurso sorprende, ya que en primera instancia se había divulgado un texto de la Unión Europea en el que no se planteaba la necesidad de convocar a elecciones, pero la situación cambió y finalmente se comunicó lo leído por Nin Novoa.
El Grupo Internacional de Contacto nació como una iniciativa de Uruguay, México y la Unión Europea, que decidieron mantener una postura de neutralidad ante los últimos hechos ocurridos en Venezuela, luego de que el líder de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, se proclamara Presidente encargado. Esto, a diferencia de los países del Grupo de Lima y de varios gobiernos europeos, que ya reconocieron al líder opositor como Mandatario.
En este sentido, se estimaba que el GIC abogaría principalmente por el diálogo, por lo que sorprende esta última postura.
