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Qué está ocurriendo en Libia: Tres preguntas para entender el conflicto y quién es Jalifa Hafter

La nación africana ha vuelto al primer plano por los intentos de grupos armados opositores por tomar la capital, liderados por un ex jefe militar de Gadafi, a quien luego ayudaría a derrocar en la revolución de 2011.

08 de Abril de 2019 | 18:02 | Por Equipo Multimedia Emol / Agencias

Libia vuelve a sumirse en un caos, con fuerzas leales a una figura militar polarizante, que marchan hacia la capital e intercambian fuego con milicias alineadas con un gobierno debilitado, pero apoyado por las Naciones Unidas.

La batalla por Trípoli podría detonar una guerra civil de escala similar al alzamiento de 2011 que derivó en el derrocamiento del dictador Muamar al Gadafi. Aquel conflicto dejó una serie de milicias locales, tribales e islamistas, que gobiernan varios feudos, a veces a través de extorsión y fuerza bruta. También ha transformado a Libia en un paraíso para extremistas y un conducto preferido para migrantes que realizan peligrosas travesías hacia Europa.

El mariscal Jalifa Hafter, quien ha pasado los últimos años batallando milicias islámicas en el este de Libia, se presenta como una mano dura que puede unir a la nación y deshacerse de los extremistas. Pero sus oponentes lo ven como alguien que sigue el mismo molde de Gadafi.

  • ¿Cómo llegó Libia a esta situación?

    Inspirados en los alzamientos de la Primavera Árabe que surgieron en la región, los libios se levantaron en febrero de 2011 en contra de Gadafi, quien respondió con una feroz campaña militar. Mientras esta rebelión escalaba rápidamente hacia una guerra civil, Gadafi reunió tanques a las afueras de la ciudad de Bengazi y amenazó con arrasar con los manifestantes calle a calle.

    La OTAN respondió con una campaña de bombardeos contra las fuerzas de Gadafi, y más tarde entregaron apoyo aéreo a una alianza de milicias rebeldes, ayudándoles a sacar al gobernante del poder. Los rebeldes capturaron a Gadafi en su ciudad natal de Sirte en octubre de 2011 y lo mataron, para luego publicar imágenes en video de cómo lo golpearon y humillaron.

    Libia llevó a cabo elecciones libres el año siguiente, pero el gobierno no tenía poder para controlar al vasto número de milicias distintas, por lo que la transición democrática se estancó. Los combates se apoderaron de Trípoli en el verano de 2014, dejando el aeropuerto internacional destruido en gran parte y dando pie a dos gobiernos separados: uno en la capital y otro al este de Libia, ambos apoyados por diversos grupos armados.

    En 2015, las Naciones Unidas apoyaron la formación de un gobierno transitorio en Trípoli, bajo el liderazo del tecnócrata Fayez Sarraj. Un gobierno distinto, instalado en el este y aliado con Hafter, ha rechazado su autoridad.

  • ¿Quién es Hafter?

    Foto: AP

    Hafter ayudó a Gadafi a llegar al poder a través del golpe de 1969 contra la monarquía y luego escaló en el ejército, hasta comandar las fuerzas libias en la guerra árabe-israelí de 1973. Pero su reputación se desplomó con la desastrosa derrota de Libia en la guerra con Chad en la década de 1980, en la que él se encontraba entre los miles que resultaron capturados.

    Cuando la guerra se disipó, decidió desertar y unirse a la oposición armada contra Gadafi, orquestando varios intentos fallidos de golpes de estado. Posteriormente se radicó cerca de Washington, donde vivió en exilio por 20 años, lo que dio a pie a amplias especulaciones sobre un posible vínculo con la CIA.

    Hafter retornó a Libia en 2011 y comandó las fuerzas durante el levantamiento contra Gadafi. Pero se desilusionó de la revolución durante el caótico año posterior a la muerte del dictador, y pronto organizó una campaña en contra de varios grupos militantes islámicos que se asentaron en el este de Libia.

    En años recientes, participó de una serie de batallas en esa región, dejando una huella de destrucción, pero que eventualmente le valió reconquistar la mayor parte del este de Libia y, especialmente, sus vitales instalaciones petroleras. En los últimos meses, silenciosamente fue expandiendo su influencia hacia el sur, convenciendo a su favor a tribus locales y facciones.

    Ha sindicado a sus oponentes como extremistas islámicos y se ha modelado imitando la figura del Presidente de Egipto, Abdel-Fattah el-Sissi, quien lideró el derrocamiento de un presidente islámico democráticamente elegido en 2013 y desde entonces ha presidido con fuertes campañas contra la disidencia.

    Hafter es apoyado por Egipto, además de los Emiratos Árabes Unidos, Rusia y Francia. Sus simpatizantes lo ven como la mejor esperanza de estabilizar el aproblemado país y combatir a los extremistas.

  • ¿Contra quién combate Hafter?

    Se espera que Hafter encare dura resistencia por parte de poderosas milicias de las ciudades de Misrata y Zawiya, dos áreas del oeste que vivieron duros combates durante el levantamiento de 2011. Las milicias de Zawiya capturaron más de 100 integrantes de las fuerzas de Hafter el viernes, el día después de haber lanzado la ofensiva. Los de Misrata, en tanto, lideraron la lucha contra un grupo afiliado al Estado Islámico en 2016, logrando expulsarlos de su último bastión en Sirte, con ayuda aérea de Estados Unidos.

    Las facciones de Trípoli se presentan como herederas de la revolución de 2011, pero son ampliamente culpadas por desestabilizar la transición política a través de secuestros -incluyendo a un primer ministro de transición-, extorsiones y violencia.

    Por ahora han recibido el apoyo de Turquía y Qatar, como parte de la rivalidad entre esos dos países con Egipto y los Emiratos Árabes Unidos. Los países europeos han proveído de ayuda a grupos armados locales para restringir el flujo de migrantes, para combatir a extremistas y proteger las reservas de petróleo.

    El gobierno apoyado por las Naciones Unidas, ha buscado el apoyo de las milicias y ha luchado por mantenerse firme en la capital, mientras las milicias chocaban entre ellas hasta septiembre pasado.

    El Consejo de Seguridad de la ONU hizo un llamado a Hafter a detener su avance y a todas las partes para promover una desescalada de la situación. Ghassan Salame, enviado especial de la ONU, afirmó que aún espera que se pueda desarrollar una conferencia nacional este mes para planificar unas elecciones.

    Contenido: AP | Infografía: AFP | Adaptación infografía: David Navarro, Emol
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