SANTIAGO.- En manos del fiscal regional de O´Higgins, Luis Toledo, se encuentra la denuncia presentada en septiembre por los diputados Marcela Sabat y Felipe Ward por presunto delito informático respecto al borrado de archivos del computador de Sebastián Dávalos horas antes de que dejara su cargo como director sociocultural de La Moneda.
Ello, luego que la Fiscalía Centro Norte remitiera la acción penal hasta la Fiscalía de Rancagua para que sea ésta la que conozca los detalles de la causa por su vinculación con el denominado caso Caval, cuya indagatoria es encabezada por Toledo.
Así lo confirmó este lunes el propio fiscal jefe de O´Higgins, detallando que ésta fue agrupada a la causa que persigue presuntos delitos de negociación incompatible, violación de secreto y tráfico de influencias.
En la instancia, el persecutor descartó, además, que se aproximen las primeras formalizaciones del caso, argumentando que aún quedan varias diligencias pendientes que serán clave para acreditar la ocurrencias de delitos y sus autores.
También recalcó que aún está a la espera de los peritajes del Servicio de Impuestos Internos (SII) para poder establecer la existencia de actos que pudiesen ser constitutivos de delitos tributarios.
Por último, recalcó que durante las próximas semanas se realizarán una serie de nuevos interrogatorios, aunque evitó confirmar si dentro de dichas diligencias está incluida la tercera citación de Dávalos en su calidad de imputado.
Investigación
La investigación de la Fiscalía persigue establecer si hubo o no irregularidades en la compra de terrenos en Machalí por parte de la empresa Caval, cuyo 50% es de propiedad de Compagnon.
De acuerdo a los primeros antecedentes que constan en la carpeta investigativa, la firma en cuestión habría adquirido los fundos apostando al cambio en el plan regulador que se efectuaría en el sector, el cual aumentaría considerablemente el valor de los terrenos.
Dichos paños, fueron comprados a través de la entrega de un crédito por $6.500 millones otorgado por el Banco de Chile, aún cuando la empresa sólo contaba con un capital inicial de $6 millones.
Posterior a ello, fueron vendidos por $9.500 millones a la empresa Silca.
