SANTIAGO.- El próximo 7 de enero la senadora Jacqueline van Rysselberghe, asumirá oficialmente como la primera presidenta de la UDI. Esto luego de imponerse ayer ampliamente sobre el diputado Jaime Bellolio, en comicios donde debutó el mecanismo de "un militante un voto" y la votación electrónica.
"Decir que soy una cosa así como una especie de marioneta de los poderes fácticos, me parece un poquitito falta de respeto", dijo esta mañana la senadora a Tele 13 Radio, tratando de marcar distancia con aquellos que afirman que su opción representa el triunfo del gremialismo tradicional y la continuidad de la misma UDI que ha dirigido el partido desde sus inicios.
Ya que si bien Van Rysselberghe ha reconocido su cariño y el apoyo que le han brindado el denominado grupo de "los coroneles", ella intenta poner el acento en los desafíos futuros y en el recambio de género que la llevó a convertirse en la primera mujer en dirigir la tienda. A lo que suma su pertenencia a las regiones.
No obstante, su triunfo deja en evidencia la derrota del recambio generacional que proponía Bellolio, así como también de su propuesta de "renovación de liderazgos". Su objetivo era claro; enfrentar a lo que el catalogó como la nueva izquierda, idea que finalmente no convenció a los gremialistas.
En contraposición, la senadora ha apuntado a que más allá del cambio de rostros, la izquierda sigue siendo la misma y que se debe enfrentar con una UDI unida.
Candidatura presidencial
Uno de los primeros desafíos que tendrá la UDI a inicios del 2017, será fijar su postura frente a la presidencial, donde la militancia se divide entre la idea de llevar un candidato propio a la primaria de Chile Vamos o apoyar al ex Presidente Sebastián Piñera.
Según han dicho la decisión será tomada colectivamente, no obstante, Van Rysselberghe advirtió que el hecho de llevar una carta propia implicaría algunos riesgos si se trata de una candidatura testimonial que no concite el real respaldo de la tienda.
"Si dejan a nuestro candidato solo, lo proclaman en el Consejo y después lo dejan solo, el riesgo que tenemos es que ese candidato saque menos votos que cualquiera de los que está corriendo en la lista", dijo. Ante lo cual, incluso planteó la posibilidad de pedir a los parlamentarios un compromiso ante notario y con sanciones, en caso de que eso no ocurra.
Negociación parlamentaria
Tras el buen resultado del bloque en las municipales, Chile Vamos apuesta a repetir su éxito no sólo en la presidencial, sino que también en las parlamentarias. Esto último, con el objetivo de contar con un Congreso que les permita llevar adelante las reformas que plantearán.
Para ello, el conglomerado ha adelantado la idea de contar con una lista parlamentaria única y lo cual no será fácil tomando en cuenta el debut del voto proporcional, luego del fin del sistema binominal.
En ese contexto, la UDI buscará no sólo mantener su buena posición a nivel país, sino que también resguardar su superioridad al interior del bloque opositor, a nivel de votación.
Modernización interna y rol opositor
La nueva mesa que encabezará Van Rysselberghe, tendrá además que continuar con el proceso de modernización iniciado por la directiva del senador Hernán Larraín. Este último, asumió en abril del 2015, en medio de la crisis que afectó a la colectividad por las vinculaciones de sus personeros con financiamiento irregular de la política
Desde entonces, la tienda ha entrado en un proceso de renovación de sus estatus, mecanismos de elección y también de mejora de sus finanzas, tareas que apuntan deberá continuar la nueva conducción.
Por otra parte, ayer Van Rysselberghe también puso el acento en "lograr la plena unidad interna", con el fin de "volver a ofrecer a todos los chilenos un camino de progreso, un camino de libertad que permita cambiar a este Gobierno inepto que nos ha truncado el camino de desarrollo por el cual veníamos caminando".
Es en ese sentido, que el rol que la UDI juegue desde la oposición, será una pieza importante para el objetivo de recuperar el gobierno.
Refichaje de militantes
6.828 militantes votaron en la elección interna de la UDI, un poco menos que los 8 mil que el partido proyectaba participarían en la jornada. El tema no es menor considerando que en abril del 2017 finaliza el plazo que las colectividades tienen para refichar a sus adherentes para continuar como partido político.
Ante esto, el gremialismo se ha fijado como meta la reinscripción de 18 mil militantes y con la cual deberá cumplir la nueva directiva.
