SANTIAGO.- Tras alarma que se desató por el terremoto 7,6 Richter registrado ayer en Chiloé y la constatación de que sólo se registraron daños y no víctimas, con el paso de las horas, las miradas se centraron el análisis del movimiento telúrico.
Este lunes,
El Mercurio informa que el fuerte sismo en la isla grande y su entorno tuvo lugar en la misma zona de fractura sísmica que se rompió durante el gran terremoto de Valdivia en 1960.
Pero, al ser de menor magnitud se extendió por entre 100 y 150 kilómetros y no por los 1.000 km que se vieron afectados en esa oportunidad, ya que la ruptura entonces abarcó desde Concepción hasta la península de Taitao.
"Ahora es un pedacito apenas", dice Mario Pardo, jefe del Centro Sismológico Nacional (CSN).
El geofísico confirmó que se trató del mayor sismo que ha afectado hasta ahora el país durante todo el año 2016, y está relacionado con el desplazamiento de la placa de Nazca por debajo de la Sudamericana, fuente principal de todos los grandes sismos que afectan al país.
El epicentro tuvo lugar en una zona submarina entre la isla Guafo y la isla grande de Chiloé, que casi coincide con el límite occidental de la gran fractura que dejó el terremoto de Valdivia.
Estimó que fue semejante al terremoto de La Ligua de 1971, que alcanzó una magnitud de 7,5 y afectó la zona central. Otros dos terremotos 7,6 ya habían tenido lugar en el pasado.
El más cercano fue el de 1953, que se produjo frente a las costas de Tomé y provocó 12 muertes.
La zona más afectada en esa oportunidad incluyó a Concepción, Bulnes, Chillán y Cauquenes, donde se derribaron casas y edificios públicos.
En el caso del sismo de ayer no hubo víctimas, debido a que la zona del epicentro se encuentra lejos de grandes centros poblados y las construcciones son más sólidas que hace 80 años.
Los mayores daños están asociados a carreteras y corresponden al pavimento que se daña por la compactación de la base.
Respecto de si esperaban algún sismo para el área, Pardo aclara que no había un énfasis por esa zona en particular.
De hecho, la estación sismológica más cercana está en Quellón, a unos 80 kilómetros al noreste del epicentro.
"Hay pocas estaciones en la región. Deberíamos tener más, pero llegar no es fácil. Necesitamos apoyo logístico e instrumentos", dijo.
Destaca que la idea es cubrir el país de la forma más adecuada y justamente una de las áreas que faltan es el extremo sur, y por eso están en conversaciones con el Estado para extender esa cobertura.
