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Del 27/F al terremoto en Chiloé: Los cambios que experimentó el SHOA tras la fallida alerta de tsunami en 2010

El organismo fue objeto de críticas este domingo luego de un error en los horarios estimados de llegada de las olas, tras emitir una alerta pocos minutos después del terremoto 7,6 Richter en el sur del país.

26 de Diciembre de 2016 | 11:15 | Por Francisca Domínguez, Emol
SANTIAGO.- A las 3:34 de la madrugada del sábado 27 de febrero de 2010, un terremoto de 8,8 grados Richter despertó a todo Chile. Una serie de errores en la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) y el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA), que no alertaron a tiempo del posterior tsunami que azotó las costas del país, generaron que el número de víctimas por esta catástrofe superaran las 500 personas.

El domingo 25 de diciembre de 2016, a las 11:22 de la mañana se registró un nuevo sismo de 7,6 grados Richter al sur del país, sin embargo, esta vez, el panorama fue distinto.

Las autoridades destacaron la rápida evacuación de los ciudadano en la isla de Chiloé y las playas del sur de Chile tras el sismo, cuyo epicentro fue a 67 kilómetros al Noroeste de Melinka, en la Región de Aysén, pero que tuvo las mayores consecuencias en la comuna de Quellón. La infraestructura también aguantó de buena forma el movimiento sísmico, registrándose pocos daños.

"Se habla que el SHOA cometió un error. Les pediría que cambiaran el término de error por un reprocesamiento de la información"

Contralmirante Patricio Carrasco

Sin embargo, a pesar de los rápidos procesos de respuesta de la ciudadanía, el SHOA volvió a ser objeto de críticas: el organismo cometió un error al informar el horario en el que las olas llegarían a las costas.

Tras emitir la alerta de tsunami, el SHOA precisó que éste llegaría a las playas a partir de las 13:21 horas, lo que luego corrigió a las 12:21, anunciando que la ola llegaría una hora antes de lo anunciado. Esto, a pesar de que el Pacific Tsunami Warning Center (PTWC) de Estados Unidos había publicado el horario correcto desde un principio.

No obstante lo anterior, la alerta se emitió en el momento oportuno y permitió que más de cinco mil personas evacuaran de las zonas costeras, demostrando que los organismos de emergencia aprendieron lecciones del 27/F.

Los cambios en el SHOA


Sólo un par de meses después del terremoto de 2010, el SHOA y la Onemi concordaron la creación de nuevos protocolos de procedimiento más claros, reforzando los sistemas de comunicación entre estos organismos y con capitanías de puerto y reparticiones navales. Esto, para que no se vuelvan a repetir los errores de interpretación que desencadenaron la tragedia del tsunami.

En 2014, el SHOA instaló un moderno sistema de apoyo para la evaluación de amenaza de tsunamis, el Sistema de Soporte de Decisiones (SSD), el cual, entre otras funciones, proporciona información sobre las amplitudes máximas de las olas y las horas estimadas de arribo a las costas. Además, en 2015 se inauguró una nueva sala de operaciones del Sistema Nacional de Alarma de Maremotos (SNAM).

Asimismo, se procedió a la adquisición de nuevos equipos y tecnología. Por ejemplo, se instaló una nueva red de 40 estaciones de marea instaladas desde Arica a la Antártica, que envían información cada 5 minutos. Antes del 27F, sólo existían 17 que transmitían cada una hora.


Todos los sistemas de entrega de información se redundaron, con el fin de evitar colapsos. La Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante (Directemar), de la cual depende el SHOA, creó una red de comunicaciones paralela a la que ya existía. Llamada Datamar Tsunami, la red consiste en un conjunto de estaciones instaladas en puestos de mando, capitanías de puerto y alcaldías de mar, con el fin de coordinar acciones ante una emergencia.

También se aumentó el personal en las salas del SNAM y se incrementó la cantidad de oceanógrafos para que estén en el lugar permanentemente. Asimismo, se creó una sala de informaciones para que el personal del SNAM se dedique sólo al análisis de datos y no tenga que además entregar la información a las entidades externas.

Finalmente, se reinstaló una boya DART (Deep-Ocean Assessment and Reporting of Tsunamis), que monitorea los niveles del mar, a 270 millas náuticas al oeste de Pisagua y se instalaron dos nuevas, una a 185 millas náuticas al oeste de Caldera y otra a 220 kilómetros de Valparaíso. Las tres forman parte de la red mundial de alerta de tsunamis.

Respecto al lo ocurrido ayer con los horarios de la llegada de las olas, el director del SHOA, contralmirante Patricio Carrasco, expresó que "se habla que el SHOA cometió un error. Les pediría que cambiaran el término de error por un reprocesamiento de la información".
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