SANTIAGO.- A casi dos semanas de que miles de los estudiantes rindan la PSU, un estudio realizado por el CIAE de la Universidad de Chile para la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), reveló que los factores que más inciden en su decisión vocacional son académicos, como profesores y mallas curriculares, por sobre los económicos.
Víctor Orellana, uno de los realizadores del estudio, cuenta que los resultados evidencian que el sistema educativo “es un sistema tan subsidiado que de alguna manera los estudiantes sienten que van a encontrar el apoyo y los padres que van a encontrar la plata”.
Para el investigador del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile, el esfuerzo económico de las familias se explica por el capital social que se le otorga a ser profesional, entendido como una herramienta clave para poder insertarse en la sociedad.
Asimismo, se ve una diferencia de elección de carrera según el género. Mientras las mujeres tienden a optar por profesiones en que deban relacionarse con otros, los hombres prefieren áreas relacionadas al manejo de información y de máquinas.
Una de las conclusiones que se desprende del estudio es el rol de las madres en impulsar la educación superior de sus hijas. “Para las mujeres, si antes el posicionamiento de la sociedad estaba dado en la maternidad o en el ser esposa, ahora está dado de la figura de su titulo profesional. Las madres de hoy sienten que con un título universitario las mujeres van a poder insertarse en la sociedad de forma legítima y sin tener que depender de un hombre”.
Además, el estudio evidenció grandes diferencias entre las prioridades y expectativas de los jóvenes de clase alta y media alta con los de clase media y baja en relación a sus estudios superiores, así como también logró detectar a distintos grupos dentro de los mismos segmentos económicos.
Universidad como apertura o protección al mundo
Dentro de quienes pertenecen a la clase alta del país existe una diferencia en la visión que se tiene de una universidad. “Mientras para el elector tradicional la universidad es una experiencia que abre el mundo, para un segundo elector la universidad es una experiencia que lo protege el mundo ya construido”, señala el investigador.
Aquellos que pertenecen al elector tradicional aspiran a las mejores instituciones del país, líderes del Cruch, y postulan a carreras clásicas y con el puntaje de la PSU más alto. Mientras que, por otro lado, para el segundo grupo de jóvenes de este segmento el puntaje no es determinante en su decisión.
“Hay un sector de clase media-alta y clase alta que sabe que va a mandar y estar en la cúspide de la sociedad y por lo tanto es menos sensible al puntaje. Para ellos las instituciones tradicionales no son más valiosas que otras y opta, como una vez se dijo, por estas 'universidades cota mil', es decir estas universidades exclusivas y de altos aranceles”, asegura Orellana.
Asimismo, el experto agrega que “efectivamente algunos de ellos tienen temor de la diversidad y mezcla social que hay en las universidades tradicionales”.
La universidad como un camino que debe merecerse
A diferencia de los anteriores, los que pertenecen a un segmento socioeconómico medio y bajo tienden a optar por los planteles líderes o adyacentes al Cruch. Para este grupo, obtener un buen puntaje en la PSU es una confirmación a sus aptitudes y un gatillante social en la imagen que proyectan.
“En estos sectores, los electores tradicionales solo aparecen cuando hay una señal de alto rendimiento o una eficacia, es decir una percepción de que lo pueden hacer bien académicamente y que son inteligentes, cuando aparece eso hay un rol muy importante por parte de los padres y profesores a conducir a esos hijos hacia ese camino”, apunta Orellana.
Por otro lado, el estudio captó a dos otros electores. El primer es “un grupo que se siente en la clase media, y también medio en lo académico, entonces la educación para ellos más que ser una aspiración para subir, es una condición para no bajar”, dice el especialista.
En tanto, el otro grupo que forma parte de un segmento bajo prefiere casas de estudios de reciente creación al carecer de un conocimiento heredado en su familia sobre educación superior.
