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Caída de Piñera en Criteria: Expertos reafirman tendencia a la baja, aunque critican culto a las encuestas

La medición mostró una disminución de la aprobación al Presidente de diez puntos y de la percepción económica de nueve. Los analistas lo explican como parte de un ciclo natural de los gobiernos y advierten que "seguirá bajando".

04 de Abril de 2019 | 16:16 | Por Consuelo Ferrer, Emol
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SANTIAGO.- Fueron 10, 7 y 9 puntos respectivamente. Lo que mostró la encuesta Criteria Research este jueves fue que tanto la aprobación del Presidente Sebastián Piñera, como la de la labor del Gobierno y la percepción positiva de la economía descendieron notoriamente.

El estudio, realizado por internet a un total de 899 "personas predispuestas a participar en estudios de mercado y opinión", atribuye estos resultados a una "creciente personalización de la figura presidencial en la gestión global del gobierno" y sitúa la aprobación presidencial en un magro 34%. Aunque los expertos identifican ciertas tendencias que han sido reafirmadas por otras mediciones, realizan una advertencia general: las encuestas, como herramienta de medición, están en entredicho.

Así lo considera Miguel Ángel López, académico del Instituto de Asuntos Públicos y el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, que tiene entre sus áreas de especialidad la de los estudios de opinión pública. Por eso, antes de realizar su análisis a los resultados, explica cuáles son los rasgos de la medición que le generan "desconfianza".

"Estas encuestas, que son de panel, son súper complicadas. Uno de los principales problemas es que se le aplica a personas con acceso a computadores o manejo de smartphones. Es decir, estamos hablando de gente más bien joven, con niveles educacionales más bien altos. Es gente que generalmente tiene mucho acceso a los nuevos medios y está muy afectada por ellos, que están en Twitter y la información que reciben proviene de comunidades o grupos muy específicos", dice.

La metodología, por tanto, le genera "muchas dudas". "¿Es realmente la población chilena la que está participando?", se pregunta. "Yo creo que no, y creo que en la encuesta se deberían incluir intervalos de confianza y márgenes de error, cosa que no hay. Además, siendo una encuesta así de barata, deberían tener muchos más casos".

Sin embargo, López identifica en los números una tendencia general que ha sido confirmada por otras mediciones, en las que tampoco confía demasiado. "Los resultados tienen cierta lógica", asegura. "Hay una caída en la popularidad de Piñera que es esperable cuando termina lo que se conoce como la 'luna de miel' de todos los gobiernos".

Un fenómeno que se constata


"Las encuestas, en general, están desacreditadas", opina por su parte la académica de la U. de Valparaíso, Javiera Arce. "Hay problemas con la metodología que se emplea y un problema derivado es que el propio Gobierno hace encuestas telefónicas diarias, y en base a lo que muestran esas percepciones están definiendo sus prioridades", señala.

"El problema es que si ya hay problemas metodológicos con las encuestas, porque se evidencian muchas diferencias respecto de los resultados, ¿por qué siguen insistiendo en ocupar ese instrumento?", se pregunta, y el escepticismo con respecto a un cierto culto a las mediciones parece ser un consenso.

"El propio Gobierno hace encuestas y en base a lo que muestran esas percepciones están definiendo sus prioridades. El problema es que si ya hay problemas metodológicos con las encuestas, porque se evidencian muchas diferencias respecto de los resultados, ¿por qué siguen insistiendo en ocupar ese instrumento?"

Javiera Arce
El doctor en Ciencia Política, Kenneth Bunker, por ejemplo, tiene sus aprensiones al respecto. "La Cadem también muestra una caída de un 3 puntos en marzo, lo que es mucho menor, y a mí me caben dudas de que un Presidente pueda caer diez puntos. Yo creo que se explica por la naturaleza de la encuesta, que es por internet y no se hace con métodos tradicionales, como lo hacen las que tienen mejor reputación", señala. "La caída no es tal y puede ser una falla en el instrumento de medición".

Sin embargo, ambos analistas coinciden en algo: aunque los números no cuenten con su total confianza, hablan de un fenómeno que también han percibido. "Sí creo que hay una caída y creo que se explica por el personalismo de Piñera", asegura Bunker. "Febrero y marzo fueron dos meses donde el Presidente se expuso bastante, en paneles televisivos y noticieros, y siempre que un Presidente se expone, baja la aprobación".

Arce es un poco más dura en su análisis. "Hay temas evidentes en los que el Gobierno lo ha hecho mal, y si lo haces mal, no puedes esperar tener una buena aprobación", defiende. "En gobiernos anterior no teníamos estos niveles de desaprobación. Si bien la ciudadanía cambió y hoy está más crítica, también hay errores de los que el Gobierno se debe hacer cargo, como los medidores de luz y las políticas públicas que perjudican, como la Operación Renta".

El control de identidad y la percepción económica


Aunque Bunker reconoce que la "exposición" del Mandatario tenía como objetivo "ganar un poco de tracción política" en temas como Venezuela, la reforma tributaria y el control de identidad preventivo a menores de edad, Bunker cree que "lo pudo haber hecho mejor". "Fue una intervención necesaria para mostrar lo que se está haciendo y fijar puntos de negociación, pero significó una caída que igualmente no creo que sea estructural, sino que puede remontar", asegura.

Para lograr ese objetivo, señala, Piñera se podría apoyar en iniciativas como el mismo control de identidad, que obtuvo un 78% de respaldo en mayores de 14 años. "El apoyo no es muy sorpresivo y yo creo que el Gobierno está impulsando con fuerza esta agenda porque ya tenía encuestas que señalaban esa mayoría", afirma. "Es una gran noticia para Piñera, porque mucha gente piensa que es una apuesta arriesgada, considerando que su teoría no calza con la evidencia, que muestra que este tipo de control no tiene ninguna utilidad", complementa.

10 puntos cayó la aprobación del Presidente
"Muchas veces los Gobiernos toman decisiones que no son populares ni respaldadas con datos. No es algo positivo, pero sucede, y la delincuencia es un punto importante para los chilenos, un gran ítem para tomar decisiones electorales. En ese sentido, Piñera tiene que mostrarse duro con la delincuencia. No sé si la mejor forma hacerlo sea a través de avanzar en temas que no tienen respaldo científico, pero sí creo que tiene que mandar una señal y eso lo hace correctamente", agrega Bunker.

Pero al igual que la preocupación por la delincuencia, también considera como un "predictor fundamental de preferencias electorales" a la percepción en torno a la economía. "Yo creo que mucha gente eligió a Piñera precisamente porque él prometía mejores condiciones económicas y creo que los datos lo respaldan, que la economía en Chile ha estado relativamente buena", opina.

Por eso, para él, la baja en la percepción económica es una "falla comunicacional". "No encontrar la forma exacta en que se le puede mostrar a la gente que se está avanzando o que se puede estar mucho peor ha sido problemático para el Gobierno y eso también es un punto que tiene que solucionar hacia adelante", añade.

En la misma clave entiende la relevancia que la administración de Piñera le ha dado recientemente a la reforma tributaria, que aparece con un 2% como la última de seis prioridades para los encuestados. La categoría la lidera una reforma al sistema de pensiones. "Puede ser una medida impopular, pero es parte integral de un gobierno de derecha y es importante mantener la satisfacción para sus votantes", explica.

Pensiones por sobre reforma tributaria


Arce, en cambio, tiene una apreciación muy diferente y atribuye la baja en la percepción económica a que los ciudadanos consideran que hoy "hay más desempleo y la economía está más desacelerada, con cierres de empresas y un clima desfavorable". "Cuando a la gente le prometieron un mensaje simple, que fue 'más trabajo', y lo que se les ha dado es menos trabajo, cobros como el del medidor de luz y cambios como la operación renta 2019, la percepción cambia", dice.

La baja prioridad asignada al tema tributario lo atribuye a que se trata de un tema más bien desconocido para la población. "Además hay una ausencia de relato. La reforma anterior se justificaba en el hecho de financiar la gratuidad, pero esta ¿con qué fines se hizo? ¿qué vamos a financiar con ella? Si dijeran que va a financiar pensiones, la recepción sería distinta", plantea.

"Aun reconociendo todos los problemas metodológicos, sí hay una tendencia a la baja de Piñera que es de esperar. Probablemente va a seguir bajando, porque en Chile ya nos acostumbramos a niveles de popularidad bajos, y en la mayor parte del mundo es así"

Miguel Ángel López
"Es una reforma que han explicado mal y que, para la gente, no tiene explicación lógica. En mi caso, además la considero regresiva y creo que va a beneficiar a los más ricos. Las políticas públicas que está haciendo este Gobierno han sido en reiteradas ocasiones más costosas para las clases menos pudientes. Por ejemplo, partimos el año con 27 mil estudiantes sin gratuidad. No pueden esperar que la recepción de la ciudadanía sea miel sobre hojuelas. La gente no es tonta: la gente sabe, o incluso huele, y ahí desconfía. Al desconfiar, y sobre todo al no tener mensajes claros, el clima empeora", añade.

Parte de ese análisis es compartido por López. "Hay ciertas temáticas de las que la gente no se preocupa mucho porque no las entiende del todo y una de esas es la reforma tributaria. Por ejemplo yo: si fuera economista me interesaría más, pero no me interesa mucho. Me interesan más las pensiones, pero estoy más viejo", comenta. Es, en el fondo, un criterio de proximidad, aunque puntualiza que se trata de un indicador que debería medirse de manera más precisa.

"Aun reconociendo todos los problemas metodológicos, sí hay una tendencia a la baja de Piñera que es de esperar. Probablemente va a seguir bajando, porque en Chile ya nos acostumbramos a niveles de popularidad bajos, y en la mayor parte del mundo es así. Si alguna vez tuvimos cifras de 70% de aprobación, eso ya no es así y dudo que vuelva a ocurrir, porque estamos dentro de patrones mundiales, donde un presidente en ejercicio difícilmente tiene más de un 50% de apoyo", expone.

"Los resultados, en resumen, no son sorprendentes: son de toda lógica", asegura López. "La encuesta en sí es problemática, como muchas otras. Se habla de una personalización del Gobierno, pero eso es una característica del presidencialismo y para probarlo más habría que hacer una serie de tests. Antiguamente éramos mucho más críticos de las encuestas y es importante que en la actualidad no tomemos simplemente sus resultados y los demos por hecho", concluye.
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