SANTIAGO.- Casi dos años y cuatro meses transcurrieron desde los ataques con artefactos explosivos que afectaron a dos altos ejecutivos de importantes empresas estatales del país, los cuales fueron adjudicados por el mismo grupo terrorista.
El primero fue el 13 de enero de 2017 y afectó al ex presidente del directorio de Codelco, Óscar Landerretche. En su caso, el paquete con forma de botella fue entregado por una mujer en su domicilio de La Reina.
Cuando el economista intentó abrirlo, este estalló generando un ruido que le provocó un trauma acústico a una de sus hijas y a la asesora del hogar; mientras que Landerretche sufrió lesiones leves en una mano, en el antebrazo y en el estómago.
Ya esta semana otro envío llegó hasta la casa del presidente del directorio de Metro, Louis de Grange, ubicada en Las Condes. El ingeniero, sin embargo, optó por no abrirlo y dar aviso a Carabineros, desde donde se confirmó más tarde que se trataba de una bomba.
La autoría de ambos casos fue reclamada, a través de su sitio web, por el grupo "Ecoterroristas Individualistas Tendiendo a lo Salvaje (ITS)". El mismo que a principios de año se adjudicó la explosión en un paradero de Transantiago que causó lesiones a cinco personas.
El desarrollo o lo mediático
El teniente coronel (r) de Carabineros, doctor en Personalidad y Comportamiento y Psicología, además de investigador de la U. Andrés Bello y profesor de Criminología en la Academia de Ciencias Policiales, Mauricio Valdivia, trata de explicar el actuar del ITS.
"Este grupo tiene una manifestación anárquica, por lo tanto se oponen a toda estructura social. Buscan abolir el Estado, rechazan todo tipo de autoridad. Lo que los hace distintos es que están en contra del progreso científico y tecnológico; plantean que el desarrollo moderno se aleja de la naturaleza, y es desde esa perspectiva que buscan atacar la estructura hiper civilizada", señala.
Es en base a ello, continúa, que altas figuras "que representan desarrollo y la punta de lo económico" son blancos atractivos.
"Buscan abolir el Estado, rechazan todo tipo de autoridad. Lo que los hace distintos es que están en contra del progreso científico y tecnológico; plantean que el desarrollo moderno se aleja de la naturaleza, y es desde esa perspectiva que buscan atacar la estructura hiper civilizada".
Teniente coronel (r) Mauricio Valdivia.
Distinta opinión tiene el coronel (r) Pedro Valdivia, al sostener que la principal motivación refiere al impacto mediático que generan dichas figuras.
"Aún cuando es un movimiento terrorista, el objetivo que buscan alcanzar nunca ha estado muy claro. Una de las características principales que tiene lo dice su propio nombre: lo salvaje", asegura.
Y agrega: "El terrorismo en otras instancias, en Chile incluso, tenían un objetivo bastante claro. Lo que buscan hoy ellos es el tema de la connotación y eso pasa con que la calidad de personas no son iguales en cuanto impacto. El objetivo va estar en estas personas más privilegiadas".
Para apoyar dicha teoría recordó el caso de un explosivo, adjudicado por el ITS, colocado en las afueras de una universidad y el cual no tuvo gran repercusión mediática.
Pero el discurso de los "ecoterroristas" tampoco convence del todo a Mauricio Valdivia, ya que pese a estar en contra de la modernidad, explica, se valen de esta para manifestarse.
"El anarquismo en sí es un contra sentido. Se contrapone a la estructura social, pero vive y se alimenta de esta. Probablemente estas personas tienen un trabajo, los mensajes los difunden por Internet porque es su principal vinculación con otros terroristas. Es un sentido que los lleva a tener sentido en la agresión".
"Un fanatismo invisble"
Por el momento, ninguno de los hechos adjudicados por el ITS han registrado detenidos. Ello, dice Mauricio Valdivia, ya que "no se rigen por las normas del crimen organizado, ni del delincuente común".
Afirma además que estos sujetos son herméticos y, si bien siguen una ideología en común, actúan de manera autónoma e independiente. A veces, incluso en solitario: "Tienen un fanatismo sectario similar a lo de los yihadistas. Ese nivel de compromiso es grave, porque es un fanatismo invisible que penetra todo mecanismo de seguridad".
Y en esa linea, el ex uniformado que también perteneció al Departamento OS-9 finaliza: "Todas las técnicas convencionales, agentes, interpretaciones telefónicas, no funcionan".
Mauricio Valdivia, en tanto, apunta a una responsabilidad gubernamental: "Hay un tema de fondo que ninguno ha podido resolver y que refiere a la inteligencia que requiere el Estado. La Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), en todos estos gobiernos que han pasado desde la democracia, no ha funcionado nada. Las propias limitaciones que tiene ANI en actos delictivos producto de esta secuelas de gobierno militar hace que sea totalmente inoperante".
