Minutos antes de las 9 de la mañana de este martes fueron informadas las autoridades del Ministerio del Interior sobre el ataque ocurrido en el sector de Relún en la comuna de Lumaco, en el cual un grupo de encapuchados disparó a un bus de trabajadores mapuches, dejando al menos tres heridos y uno de extrema gravedad.
Tras recibir los detalles del incidente, la titular de la cartera, Izkia Siches, dio a conocer la información al Presidente Gabriel Boric, quien a esa hora ya había decidido hacer un cambio en su agenda para cruzar al Ministerio de Justicia a la presentación de la agenda de reparación para víctimas de violaciones a los DD.HH. del estallido social.
Pese a la expectativa que existía de que se refiriera al hecho, el cual ocurrió
justo a una semana de que decretara un estado de excepción "acotado" para el resguardo de rutas y carreteras en la macrozona sur por parte de las FF.AA., el Mandatario decidió no referirse al tema, a la espera de mayores antecedentes.
"Estoy en información, estaba en el Ministerio de Justicia", respondió brevemente Boric tras ser consultado por el hecho al regresar a la sede del Ejecutivo. Lo cierto es que ya estaba en contacto con Siches y el subsecretario de Interior, Manuel Monsalve, quienes lideraron las acciones de La Moneda ante la emergencia.
Los antecedentes que manejaban en la cartera indicaban el delicado estado de salud de Segundo Catril Neculqueo, empleado de 66 años que recibió un balazo en el cráneo. En paralelo, se monitoreaba la situación en la comuna de Arauco, donde se produjo un ataque a una base de Carabineros en el sector de Quidico.
Tanto Siches como Monsalve mantuvieron estrecho contacto con las autoridades de Carabineros y la Policía de Investigaciones (PDI) para recabar más antecedentes y tomar decisiones. De hecho, el subsecretario sostuvo una reunión con los altos mandos de ambas instituciones para profundizar en las estrategias a seguir.
Las dos autoridades estuvieron inmersas en una serie de reuniones, tanto a solas como con sus equipos y con el delegado de La Araucanía,
Raúl Allard. En esas citas, se definió el plan para abordar la situación y pese a que en un principio era Monsalve quien tomaría la vocería, la gravedad de los hechos cambió los planes.
En línea con esa mirada, fue el propio jefe de Estado quien se refirió al tema, durante su participación en el 160° aniversario de la Gran Logia de Chile: "Arauco tiene una pena, y esa pena se llama Segundo Catril Neculqueo, que es el nombre de un trabajador que hoy día recibió un disparo en la cabeza", dijo Boric.
"Quiero desde este espacio solemne manifestar toda mi solidaridad y decir que tal como los principios que han inspirado a este espacio y a esta reunión, es nuestro deber más profundo hacer algo que es muy básico: decir y repetir hasta el cansancio que la violencia no es el camino", añadió.
Minutos más tarde, a eso de las 13:40 horas, el relato fue complementado por Siches, quien desde La Moneda anunció que le solicitó al delegado "presentar las querellas correspondientes, así como también acompañar a la familia de este trabajador, que nuevamente es una víctima más de la violencia que impera en nuestro sur".
"En conjunto con el Ministerio Público, la fuerza de nuestras policías y la capacidad investigaciones de nuestra PDI esperamos ir hasta el fondo de estos hechos y buscar a los responsables", recalcó, junto con valorar el trabajo de las FF.AA. para "cautelar las rutas para un despeje y un continuo abastecimiento y traslado por las distintas vías".
Respuesta del Gobierno
Este último mensaje de la jefa de gabinete, quien no respondió preguntas, no fue casual, ya que a esa hora se abrió el debate en el oficialismo y la oposición sobre la necesidad de ampliar el estado de excepción para permitir un mayor despliegue militar en las provincias de Arauco y Biobío y en la totalidad de la Región de La Araucanía.
Media hora después, fue el turno del ministro Secretario General de la Presidencia, Giorgio Jackson, quien se hizo cargo de los reproches de Chile Vamos y las presiones que estaban ejerciendo parlamentarios del Socialismo Democrático para ampliar las capacidades de las FF.AA. para colaborar en el control del orden público.
Tras conocer de esos emplazamientos, el secretario de Estado dijo que "estas situaciones así de sensibles como las que han ocurrido hoy
no admiten ser aprovechadas políticamente. Es algo que tenemos que abordar como país, que sucedió cuando también hubo estado de excepción antes de que nosotros asumiéramos".
Sin embargo, la muerte de Catril, confirmada pasadas las 16:00 de este martes, complicó aún más la posición del Ejecutivo. Ante ello, tanto el Presidente Boric como la ministra Siches decidieron reaccionar a través de redes sociales, expresando su pesar por el fallecimiento en el mismo tenor de lo que expusieron horas antes.
"Nuevamente la violencia ha cobrado una víctima. Lo dije esta mañana y lo reafirmo ahora: No vamos a tolerar que la violencia se imponga como método de resolución de conflictos ni que ese sea el rumbo del país. Mi solidaridad y pesar a la familia de Juan Segundo Catril Neculqueo", expuso el jefe de Estado.
Mientras, Siches se comunicó con la familia del trabajador y reiteró que "vamos a llegar hasta el fondo, buscando dar con los responsables". Al finalizar la jornada, la jefa de gabinete emitió una declaración ante los medios, en la que reiteró los conceptos que expuso a través de Twitter.
