Hoy los labios pueden ser tan voluptuosos como se desee, gracias a la variedad de técnicas de relleno que existen. Hay alternativas para todos los gustos y presupuestos, que van desde implantes con diferentes sustancias - unas más inocuas que otras- , hasta injertos. Por simples que resulten algunos de estos procedimientos no hay que olvidar que sólo pueden ser realizados por expertos, como dermátologos o cirujanos plásticos. En cuanto a los rellenos, los más comunes son:
• Biopolímero (silicona): El efecto puede ser permanente, pero posee riesgos de que la sustancia inyectada migre hacia otras zonas, deformando el labio. Aquí la silicona no genera volumen por si misma, sino por las células que se adhieren a esta sustancia que el organismo reconoce como un cuerpo extraño.
• Ácido Hialurónico: El efecto puede durar entre un año y un año y medio. Es un método bastante seguro, donde la única alteración puede ser la inflamación de los labios por un par de días.
• Colágeno: Durante mucho tiempo se utilizó el colágeno de origen porcino, que asegura un efecto de dos años. Antes de inyectarlo es necesario hacer un análisis de tolerancia.
• Grasa: Es uno de los métodos con mejores resultados, cuyo efecto puede durar hasta cinco años. Se injertan células grasas vivas que son extraídas del abdomen del mismo paciente, lo que evita el rechazo de parte del organismo. Otra alternativa es una corrección permanente a través de una cirugía, que consiste en llevar tejido del mismo labio de una parte hacia otra.
