Curioso resulta analizar a Paul Landon desde el punto de vista astrológico. Nació el 27 de septiembre de 1953 y, según su signo zodiacal, Libra, la familia creada por él será tranquila, llevará una vida sosegada y disfrutará de la vida apacible en el campo aunque sea en las postrimerías de su vida.
“Yo tengo claro que no voy a vivir en Santiago, porque la gran opción es estar cerca de la tierra. Acabo de comprar un terreno en un valle del norte de Chile, donde quiero pasar el resto de mi vida y aprovechar todos los conocimientos que he adquirido durante estos años”, dice.
Un Libra, además busca el equilibrio de su entorno y constante equidad, características que quedan de manifiesto al conversar con él.
No obstante, según el Horóscopo Chino, es Serpiente, un ser que confía más en su propio juicio, que en ningún consejo. Es un signo kármico: su vida comienza y termina en el triunfo o en la tragedia. Cuando se llena de cólera, su rabia no tiene límites y suele quedarse profundamente arraigada, aunque se manifiesta más en desprecio que en otra cosa.
-¿Eres mal genio?
“Fui muy mal genio, pero se me ha ido pasando al conocer distintos ambientes y otras gentes; aunque sigo siendo intolerante en muchas cosas, ya no tan emocional”.
-¿Tienes alguna fijación?
“La hora. La puntualidad. Lo que se me ha convertido en un problema en este país”.
-¿Y frustraciones?
“No poder tocar un instrumento musical”.
Su hobby es poder dedicarse, el poco tiempo que tiene, a realizar las más diversas refaccciones en su casa: “soy un maestro chasquilla innato”, cuenta. Además, le encanta cocinar.
-¿Cocina chilena?
“Cada vez que puedo me meto a la cocina y experimento con una gran cantidad de productos nativos. No sólo preparo cazuelas o porotos, sino platos como el pescado crudo, según la receta de Isla de Pascua; la quinoa (maíz nativo); el charqui; el asado parado…
-Perdón.
“Sí, el asado al palo de cualquier bicho. Como se tiene que hacer muy lentamente, debes estar parado al lado y eso te permite conversar y entretenerte como por dos horas”.
-¿Tu restorán preferido también va por ese lado?
“Es que más que cocina chilena, es latinomericana. Prefiero cocinar yo, pero si no, voy al Barandarián, uno peruano. Me hice amigo del dueño y me meto a la cocina, me enseña nuevas recetas. Los dos estamos muy entusiasmados con los sabores nativos de nuestro continente”.
-En la lectura, ¿tienes preferencias distintas?
“Básicamente estoy muy metido en reestudiar a Carl Seagan. Estoy pegado. Además de todo el tema precolombino”.
Difícil sacarlo del tema latinoamericano. Toda su vida se topa en algún lado con eso.
-Supongo que en música te gusta Illapu.
(Se ríe a carcajadas)”Sí, una época, la primera del grupo, pero soy bastante pluralista y escucho de todo, desde Mozart al Hip Hop. Me encanta Carol King y el jazz antiguo”.
-Y los amigos son la gente del campo o del programa...
“¿Tan obvio? (sigue riéndose sin parar). Sí, pero también gente de la universidad. Mis amigos íntimos son sólo tres o cuatro”.
-No te voy a preguntar si eres trapero o te gusta algún perfume.
“Trapero, para nada y perfume…sí, me gusta uno que viene en una botellita azul, pero no sé cómo se llama y, aunque suene muy antiguo, el Vetiver”.
-¿Deseo no cumplido?
“Democracia”.
-¿…?
- “Esto que tenemos es una pelotudez, no democracia”.
-¿Tienes alguna militancia?
- “Ni una y de verdad. No es por sacármela. ¡Menos ahora! Sólo milito para y con la gente”.
-Elige los cinco lugares de Chile que más te gustan.
“La región de Aisén es francamente una película. El desierto más puro, Atacama, no San Pedro; me sobrecoge la Isla de Juan Fernández; la Isla Mocha, que es un lugar mágico donde se reúnen muchas cosas. Y, finalmente, la zona de los canales, allí te encuentras con el pasado reciente de nuestra especie, con la gente que ha logrado domesticar el medio sin destruirlo”.
-¿Vicio privado?
“Navegar en internet, conocer mundos virtuales raros: las noches son muy buenas para eso. También me encanta juntar cachivaches; he comprado un montón de cosas entretenidas que los demás consideran basura”.
