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“La mujer sigue siendo más un objeto que un sujeto atractivo en TV”

06 de Abril de 2005 | 15:14 |
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Sus comienzos están en una ONG y en la Zona de Contacto de “El Mercurio”. Después debutó en la pantalla chica en el programa “El interruptor” con José Miguel Villouta, en el canal de cable Vía X. Entre medio, también trabajó en radio Concierto.

Luego, pasó a las grandes ligas, leyendo las noticias de la mañana en TVN para después transformarse en la conductora de Medianoche. Desde allí la levantó la máquina de canal 13 y asegura tener muchas expectativas de su nuevo proyecto televisivo. En tanto, su mayor aspiración profesional es tener una radio propia.

Asegura que la experiencia de trabajar en una ONG fue buena, entre otras cosas, porque deseaba tener más tiempo para su hija y no estar metida “a full” en la vorágine de los medios. Agrega que siempre tuvo inquietud por los temas ciudadanos y en esa corporación sin fines de lucro promovió los derechos de niños y jóvenes.

Estuvo dos años haciendo investigaciones e insiste que el discurso de las ONGs, el cómo la ciudadanía se hace cargo de sus temas y no anda mendigando de las empresas o del Estado para que le solucione sus asuntos, le hace click.

Entre risas cuenta que este interés por temas sociales es motivo de burla de parte de sus más cercanos: “Se ríen de mí porque me encuentran Mafalda, pero son miradas necesarias y eso me lo dio el haber pasado por una institución en que los profesionales venían de otras ramas y así poder ejercer la comunicación social, no sólo el reporteo”.

Si bien partió en medios alternativos -“en que la gente es más crítica y más cercana, tanto por edad como por onda”- el cambio a una tribuna masiva, donde las audiencias son más heterogéneas, fue duro en un principio. Y lo fue por las altas expectativas que tenían en ella quienes le propusieron el nuevo proyecto; deseaban que mantuviera su visión crítica, pero que hiciera masiva una visión minoritaria.

“También fue rudo en términos de forma; venir de un canal chico, de pegas independientes y meterse en una máquina grande, cuesta acostumbrarse. Pero la gente agradece y celebra esta parada”, dice.

De sus trabajos rescata muchas experiencias positivas y aunque prefiere la radio por sobre la TV dice que no podría vivir sin ella “porque la TV también tiene algo maravilloso, una cosa de guata apretada y de vértigo; la radio es más dulce, más tranquila”.

-¿Sientes que rompiste el prejuicio de la bonita- tonta? ¿Está superado o aún persiste?
“El prejuicio de la niña bonita, rubia, cuica y tonta se viene desechando desde hace tiempo. Hay grandes mujeres chilenas que estuvieron en movimientos de reivindicación y que venían de situaciones económicas acomodadas. Creo que de ahí en delante, hablar de eso es inconducente. Pero la mujer sigue siendo más un objeto que un sujeto atractivo en TV, aunque cada vez menos y creo que la proporción se va a invertir. Las mujeres atractivas y que además tienen cuento, a esta altura en la TV, es más una regla que una excepción”.

-¿Se ha erradicado el machismo laboral?
“Cada vez más en periodismo, sería injusto decir lo contrario, aunque aún hay actitudes de gente, pero son las menos, y pasa en todos los ámbitos laborales”.

-¿Eres tan analítica en la vida cotidiana?
“¡Tremenda, agotadora! Soy de una intensidad mayor, me tienen que aguantar mis amigos, mi familia, mi novio, aunque en realidad ellos son parecidos. Soy de conversaciones bastante profundas, igualita”.

-¿Qué sientes al haberte convertido en un rostro y voz femenina más deseados de la TV y radio?
“No tengo mucha conciencia de eso, la cosas van sucediendo espontáneamente y en verdad no me doy cuenta. Me da risa, me da orgullo que en poco tiempo mis bonos suban, pero nada más, no me detengo mucho en eso”.

-¿La TV te ha puesto más vanidosa?
“Yo siempre fui bien desastrada y me puse vanidosa más grande, cuando empecé a atinar que me podía ver mejor con ropa más bonita y no tan hippie. Lo otro es la preocupación de estar en la tele, es parte de la seriedad y rigor de una profesional, pero no me he sobre envanecido”.

-¿Estás dispuesta a resaltar tu físico para cautivar a la audiencia?
“Sí, de hecho lo hago, sé que si mi escote es bonito, televisa bien. No tengo el complejo de que no puedo salir demasiado despechugada porque van a pensar que soy poco seria, tampoco la idea es mostrar noticias con pechugas, pero no voy a restarme de ponerme cosas para verme guapa, para que el televidente cuando cambie de canal entre primero por eso y después se dé cuenta que se está hablando de algo choro”.

-¿Prefieres entrevistar a ser entrevistada?
“Obvio”.

-¿Y si te ponen en aprietos como tú lo haces?
(Suelta una carcajada) “Me la saco y asumo, así como yo lo hago, si me lo hacen a mí estoy frita, también tengo que salir del paso y responder, no hay nada más penca que cuando no te responden”.

El “En boca de todos” es una apuesta bien “power” que la tiene entusiasmadísima. Tanto así, que no le importa despertarse a las cinco de la mañana porque “sé que voy a llegar al canal y va a haber un equipo pila que es total, gente joven y hay mucha libertad. Queremos sacar las noticias del formato fome que la gente le atribuye; desde la calidad, desde la informalidad, desde la cercanía, yo le tengo una fe enorme al proyecto”.

Totalmente enemiga del raiting, comenta que el no estar histérica por los puntos le permite trabajar más tranquila; sin embargo, asegura que no le interesaría participar en un programa que marque poco: “¿un programa con dos puntos? ¡no gracias! en otra oportunidad…”

-¿Alguna vez pensaste que llegarías donde estás?
“Es raro, pero no me parecía una locura pensarme haciendo tele, hablando de las cosas me que me interesan. Mi mamá trabajó en TV desde que tengo uso de razón, y yo siempre quise ser periodista, así que el formato de la tele no me parecía tan lejano, me imaginaba que iba a terminar haciendo un programa choro. Tenía la certeza que iba a hacer cosas que llamaran la atención, distintas”.

-¿Cuál es tu mayor aspiración profesional?
“Son medio corto placista; consolidar el “En boca de todos”. También me encantaría tener una radio, sería una aspiración totalmente satisfecha y me gustaría seguir haciendo entrevistas y estudiar, meterme en otros rubros, vincularme más con la comunicación política, no trabajar directamente con políticos, pero sí conocer muy de cerca su mundo”.


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