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Una vida compleja que causa envidia

Pasar los 45 años puede ser una ventaja para la mujer, tiene menos responsabilidades y más libertad para hacer lo que quiera, de ahí que los "nuevos tiempos implican nuevos desafíos".

10 de Noviembre de 2005 | 10:11 |
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Las cifras sobre la realidad de las mujeres en Chile a nosotras nos abruman, en cambio, a los hombres, asombran e irrisoriamente, causan envidia.

Así lo reconoció abiertamente el sociólogo Eugenio Tironi al comentar un estudio sobre las expectativas de las mujeres sobre 45 años realizado por la empresa Adimark, para el ClubMujer de Clínicas Las Condes.

"Siento algún dejo de envidia por la complejidad que tiene la vida femenina, por su riqueza, que se contrapone fuertemente a la vida chata de nosotros los hombres", arguyó Tironi.

El estudio, realizado entre mujeres del estrato económico alto ABC1, confirmó la importancia que alcanza el trabajo en la vida de las mujeres mayores de 35 años. En esa etapa de la vida, ellas dicen no sentir culpa frente a sus hijos (ya están mayores) y por eso, el 55% dice que el tiempo dedicado a su familia es suficiente, mientras que un 22% lo considera excesivo.

Un 86% considera que desempeñar una actividad, ya sea, fuera o dentro de la casa, es beneficioso en el plano personal, pues mejora la autoestima, y en el familiar, ya que mejora la situación económica. Y si bien las relaciones familiares son importantes en todas las edades, las menores de 45 años priorizan su desarrollo profesional por sobre sus congéneres mayores.

La encuesta también certificó que las mujeres (un 66%) desearían trabajar media jornada, pero a esta altura, esto es sólo un ideal, no la realidad. Aún así, el 73 % está conforme con la actividad que realiza.
Ciclo de vida
La encuesta de Adimark estableció tres ciclos de vida en la mujer adulta: el primer grupo va entre los 35 y los 44 años; el segundo, entre los 45 y los 54, y el tercero, entre los 55 y 65 años.

Según su ciclo de vida, el grupo 1 tiene hijos entre los 6 y los 12 años que son dependientes económicamente; el núcleo ampliado corresponde a padre y madre de la encuestada y su relación principal es la pareja. Su sensación mayoritaria es el agobio ya que tiene que dividirse entre sus múltiples roles.

El grupo 2 tiene hijos de 13 a 25 años, todavía dependientes económicamente, tiene mayores conflictos y sus amigas son su principal relación. Se debaten entre la libertad y el conflicto o el conflicto que les provoca la libertad.

En tanto, las mujeres mayores de 55 tienen hijos de más de 26 años, independientes económicamente; tienen más tiempo libre y gozan cada minuto, pero también se sienten más solas. Su núcleo ampliado lo constituyen los nietos y su relación principal se da con ellos, los hijos y la pareja, en ese orden. Se aceptan a sí mismas, lo que les toca vivir, disfrutan, pero se sienten solas.

Las distintas etapas en la vida de una mujer van dejando su huella, por eso, el 76 % de las mujeres de entre 55 y 65 años se siente más relajada que cuando era joven. Y precisamente a ese grupo que pasó la barrera de los 45 años fue dirigido el Forum “Nuevos tiempos, nuevos desafíos” organizado por el ClubMujer en coordinación con Comunidad Mujer.

Eugenio Tironi aseguró que un hombre no podría responder una encuesta como ésta, porque no tiene las vivencias necesarias para hacerlo; sin embargo, las mujeres se reinventan constantemente en el rol que cumplen en la sociedad.

Destacó también la capacidad de ellas para buscar apoyo en una primera edad en la familia, luego en las amigas y, en la madurez, en la pareja. Recalcó que los hombres no ven a sus amigos como compañeros, sino como competidores.

Otro aspecto que le llamó la atención al sociólogo fue que las mujeres se manifiestan más satisfechas con el tiempo que le dedican a sus familias y la calidad de éste; mientras que para los hombres es políticamente correcto tener poco tiempo para su propio hogar.

Tironi consideró notable que el 65 % de las mujeres del estrato alto trabajen, porque la participación femenina en el mercado laboral chileno, en general, alcanza sólo al 35 %.

Asimismo, aseguró que la mujer que trabaja es más inquieta intelectualmente, más activa y está más expuesta al mundo, lo que hace que el tiempo que le dedica a los hijos sea de mayor calidad, porque los hace partícipes de la realidad; en cambio, "la mujer que tiene sentimientos de encierro, probablemente les transmite a sus hijos su propia angustia".

Respecto a su género, declaró que le choca el escaso tiempo que el hombre dedica a compartir responsabilidades domésticas. "No se trata precisamente de razones de orden laboral, si no culturales, porque el hombre cesante le dedica todavía menos tiempo a estas tareas".


Las oportunidades de la madurez

Descargue la encuesta completa de Adimark para ClubMujer en la página de Documentos de Emol




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