EMOLTV

Un progresista que se enfrenta al machismo

El diputado socialista tiene muy claros sus valores; si bien su pensamiento es muy avanzado en cuanto a política e incorporación de la mujer a los ámbitos tradicionalmente reservados a los hombres, se opone terminantemente al aborto y concibe la vida desde el momento mismo de la concepción. En el plano personal está a punto de casarse con Carolina Tohá y quiere formar una numerosa familia.

09 de Agosto de 2005 | 10:17 |
imagen
Tiene cara de niño bueno, de hecho, cuenta que se deja algo de barba para verse un poco mayor, pero al tocar temas de política es muy intenso, claro y sin pelos en la lengua. Fulvio Rossi vive la vida agitadamente, viaja constantemente a su distrito (Iquique), al Congreso en Valparaíso, a Santiago y al exterior.

Sin embargo, esta estrecha agenda no le impidió encontrar el amor; al contrario, fue en su labor de parlamentario que conoció a la diputada PPD, Carolina Tohá, con quien contraerá matrimonio el próximo 17 de diciembre.

La vida del diputado socialista ha sido siempre como un torbellino, nació el 30 de septiembre de 1970, estudió en el Colegio Salesiano “Don Bosco” de Iquique. Dejó su ciudad natal, estudió Medicina en la Pontificia Universidad Católica, hizo su especialización en traumatología y ortopedia en la Universidad de Chile y luego un postgrado en cirugía artroscópica y medicina deportiva en el José Joaquín Aguirre, el hospital clínico de la casa de estudios estatal.

Su incursión en política también empezó desde chico; primero, con los típicos cargos de líder estudiantil, después presidente del Centro de Alumnos y, por supuesto, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), el primer socialista al mando de ella en la historia. Su incorporación al PS viene de familia, su padre es concejal socialista de Iquique.

Fue padre soltero a los 22 años, su hijo se llama Franco Paolo Rossi -“ponle Paolo no más, porque no le gusta Franco”- y vive junto a su madre y sus hermanos maternos en Santiago.

-¿Eres un padre presente?
“Sí, lo veo regularmente. Es un niño bien brillante, tratando de ser lo más ecuánime posible, es lúcido, canta el descueve, le va muy bien en el tema artístico, es muy culto; de hecho, quiere que lo lleve a conocer el Louvre, pero lo convencí de que vayamos primero a Florencia, a la Galería “Gli Uffizi”, por su ascendencia… ¡Es que tenemos un viaje pendiente!”

-¿Sales mucho con él?
“Sí, a comer; va a Iquique; sí salimos harto juntos”.

-¿Cuál te parece que es el rol del padre, del hombre en la sociedad actual?
“Cada vez más feminizado, desde el punto de vista del que entendemos corrientemente los roles. Todavía en Chile y en los partidos políticos, lamentablemente, existe un machismo exacerbado.
“Se han producido cambios muy importantes en los últimos años. Hoy a nadie le sorprende que un padre, incluso, pueda tener la tuición de sus hijos, cambiar la muda; que asuma roles, entre comillas, domésticos, que antes sólo se pensaba que debían ser ejecutados por una mujer. La mujer, en tanto, ha asumido labores distintas de las tradicionales”.

–¿Más importantes, a tu juicio?
“No hablo de más o menos importantes, pero que le permiten estar en la sociedad y destacar en los ámbitos laboral, político, social y cultural. Ese es un derecho humano que está hace tiempo escondido. Se hablaba mucho de la igualdad, pero en la práctica, la mujer no tenía igualdad de oportunidades para destacar fuera de su casa. Había una cierta dominación masculina que circunscribía a la mujer al campo de su vida privada; por eso siempre digo que ello es lo que dificulta la inclusión de la mujer a otras esferas de la vida pública”.

-Pero, aparte del discurso, ¿estás preparado para asumir la paternidad?
“Uno siempre tiene ciertas aspiraciones y lo ideal, que espero que en esta oportunidad
se dé, es tener un hijo dentro de una relación de pareja estable y con proyección, eso es lo óptimo. La Carolina tienes dos hijos, yo tengo uno… faltan los nuestros. Tener un par de hijos más me parece razonable”.

-¿Te dará el tiempo para involucrarte en la crianza?
“Pregúntale a ella si le va a alcanzar”.

-Las mujeres están acostumbradas a desdoblarse en más de una actividad…
“Efectivamente, siempre lo hacen. Pero habrá que arreglárselas; como bien decía ella, nos gustan las familias numerosas”.

-¿El machismo imperante no te pone nervioso respecto de la elección de Michelle Bachelet?
“Tiendo a pensar que Chile es un país machista, pero se ha abierto una ventanita en la burbuja de machismo, en la que la gente ha empezado a hacerse preguntas respecto al rol de la mujer en la sociedad. Siento que persiste una desigualdad en el ámbito del género muy importante; sin embargo, si miras las encuestas, la gente está considerando que una mujer puede gobernar un país. Ese dato no es menor”.

-Son sólo encuestas, pueden equivocarse.
“Reflejan los cambios de una sociedad que hace 15 años no tenía ley de divorcio, tenía censura, no tenía tribunales de familia, la violencia intrafamiliar era un tema de la vida privada y no delito… Creo que ha cambiado tanto la sociedad desde el punto de vista cultural, que hoy más la mitad de los niños nacen fuera del matrimonio.
“Esos cambios explican la irrupción de una candidata como Michelle que tiene un estilo distinto de hacer política, donde se mezclan los temas de poder con los de los afectos, de la cercanía… una mirada más femenina que ojalá no sea patrimonio de las mujeres solamente”.

-¿Qué ha sido lo más duro de estar en política?
“Percibir que mucha gente antepone con mucha fuerza sus propios intereses a los colectivos o a los proyectos comunes. Yo, en general, reivindico la actividad política, pero creo que no hemos sido capaces, como generación, de articular un esfuerzo en conjunto por cambiar el estado natural de las cosas y por cambiar la forma y el estilo de hacer política en nuestros partidos. Eso obedece a que es difícil construir relaciones de lealtad profunda”.

Asegura que ello se debe a que los jóvenes privilegian su desarrollo profesional, su propio futuro, tienen poca autonomía, escasa independencia. “También existen políticos tradicionales que han generado lazos de dependencia con los jóvenes de sus colectividades, en vez de privilegiar el trabajo conjunto y solidario, hecho en complicidad”, dice.

-¿También en el PS?
“Como está hoy día el partido, necesita una reingeniería profunda, en todos los aspectos; porque estamos viviendo una cosa dramática, imagínate que de doce diputados, a seis se les ocurre irse… ¿Alguien pensó cuál es el proyecto político de la bancada socialista? ¿Tiene que ser de 6 o 7 diputados, porque a los demás les interesa ser senadores?”.

-¿No te parece lógico que quieran ser senadores?
“A ver, las legítimas aspiraciones a ser senadores, las tenemos todos. Pero en el minuto hay que pensar qué es lo que corresponde en cada caso. Con toda la amistad que le tengo a Alejandro Navarro, me parece ridículo querer desbancar a José Antonio Viera Gallo, que yo diría que es, quizás, el mejor senador del Congreso, que ha hecho un aporte sustantivo a la democracia; me parece un buen ejemplo ¿no crees?
“Espero que las próximas elecciones se transformen en un espacio para generar cambios”.

-¿En relación a la incorporación de los jóvenes al partido?
“No, que entre con más fuerza la política. Estoy en un partido donde la mochila es muy pesada, a diferencia del PPD que un partido que corre más libre, y por lo mismo he tenido muchas frustraciones”.

-¿Cómo cuales?
“Siento que debería estar en la mesa directiva del PS, pero finalmente el juego tendencial dijo otra cosa y harto bueno hubiera sido, lo digo con harta humildad y sin falsa modestia, que alguien como yo formara parte de la mesa. No obstante, hay equilibrios internos que conservar, ciertas ambiciones de jerarcas tradicionales que impiden que irrumpa fuerza nueva que le haría mucho bien al partido, le daría nuevos bríos, nueva imagen y haría que muchos jóvenes se sintieran convocados, porque la mayoría de ellos no están ni ahí con nuestro partido”.

-Con ninguno.
“Yo tengo que preocuparme del mío, pero sí, con ninguno… Aunque hay que reconocerle a la UDI que se ha preocupado de mantener un semillero, le da espacio a los jóvenes y los privilegia”.

-Clemente Pérez dice que “los políticos viejos no le han pasado el testimonio de la posta” a los de su generación, que es también la tuya ¿sientes lo mismo?
“Claro, claro que sí, pero tampoco pretendo que se dé tan fácil y que me pasen el palito… ¡Vamos a pelear por eso!
“Ha faltado visión de futuro, los grandes líderes deben tenerla, deben pensar cómo se proyectan en el tiempo; eso ha faltado, quizás por un poco de mezquindad, de querer administrar el potencial de los más jóvenes, como en el caso de Michelle Bachelet: gente que no estaba con ella, hoy trata de capitalizar su éxito electoral, la adhesión ciudadana que despierta y la pelea por adueñarse de su imagen es tremenda, con una falta de sentido político, que sólo genera daño a la candidata”.

-¿Por qué decidiste dejar la medicina y dedicarte a la política, sobre todo con este panorama?
“Creo que hay diversas maneras de servir al país y no hay maneras mejores o peores. Un médico hace una gran labor y muy importante, pero yo sentía que tenía algo pendiente con mi vida y conmigo mismo; además, se puede contribuir a cambios mayores en Chile, en la medida en que seas partícipe de ciertas decisiones.
“Hice una carrera muy técnica como médico, porque me especialicé, subespecialicé y me gusta mucho la cirugía, pero sentía que había un bichito dentro mío que me decía que tenía que hacer esto. Tengo bastante entereza para enfrentar los desafíos, se me metió en la cabeza el bichito, trabajé para ello, lo logré y estoy medianamente satisfecho”.

¿Medianamente?
“Sí, porque siempre hay desafíos que están pendientes, pero falta tiempo, tengo 34 años. Pero, al menos en la Comisión de Salud que presido, hemos logrado poner en la agenda temas súper relevantes y se están viendo los resultados. La obesidad, la actividad física, la reforma de salud, la misma ley anti tabaco, son temas que hemos planteado con mucha fuerza en la comisión.
“También los que tienen que ver con la construcción de una sociedad más tolerante, más democrática, más pluralista, más inclusiva, menos discriminadora… Estamos legislando finalmente una ley anti discriminación”.

Su última cruzada pública, modificar la ley para que quienes están en política no puedan ser dueños de un medio de comunicación, lo puso al lado de Pablo Longueira. A éste, sin embargo, le encara que cuando se quiso legislar del tema el 95 la derecha se opuso.

“Es incompatible ser candidato a la Presidencia y tener la propiedad de un medio de comunicación, de un canal de televisión... me parece injusto y poco ético", dice, lanzando sus dardos directamente a Sebastián Piñera.

-¿No crees que esto se ve como una señal de que le tienen miedo a Piñera?
“No, miedo no nos da. Aunque pueda verse como miedo, pero es más importante que haya transparencia en los procesos electorales y en la política chilena, porque hay caminos sin retorno cuando un país se hace bananero; como Italia que en este momento tiene a Berlusconi con poder económico, político y de los medios: esa concentración de poder atenta contra la transparencia, contra la democracia, contra la igualdad de oportunidades”.

“En las relaciones de pareja tienen que haber diferencias porque si no sería una lata”


“Tocar piano es mi sueño”
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?