Los mismos creadores de la farmacia herbolaria mapuche
"Makelawen", que hace dos años recogió y envasó el conocimiento de la medicina ancestral de las machis, ahora creó una línea de cosméticos que promete revolucionar la protección, regeneración y embellecimiento de la piel femenina.
Ya tienen
14 productos cosméticos, entre cremas, aceites y lociones, envasados en potes de lujo fabricados en Italia y etiquetados con la descripción bilingüe de sus componentes orgánicos, destinados principalmente a la exportación.
Con extractos de rosa mosqueta, kimwa (quínoa), aceite de avellana, quillay y hierbas medicinales tradicionales mapuches, la línea de productos contempla cremas nutritivas, antiarrugas, de limpieza, hidratantes, protectoras de manos y cuerpo, aceite para las cicatrices y hasta lociones para limpieza de cutis de piel normal y grasa.
Todos los productos, autorizados legal y reglamentariamente por el Instituto de Salud Pública y fabricados por encargo en laboratorios nacionales, están a disposición del público. La iniciativa corresponde a la Asociación Mapuche para la Salud Maquewe-Pelale, la misma que desde hace seis años administra el primer hospital intercultural del país, en Maquewe, comuna de Padre Las Casas.
Allí se complementa la medicina tradicional con la ancestral y los médicos comparten responsabilidades con machis, componedores de huesos, quebradores de empachos y sacadores del mal de ojo.
Su gerente, Rosalino Moreno, y el químico farmacéutico de la farmacia mapuche, Ramiro Díaz, explican que llegaron a la elaboración de productos cosméticos por las excepcionales propiedades de los frutos y hierbas empleadas ancestralmente por la cultura indígena del sur.
Uno de esos productos, por ejemplo, es
la crema desmanchadora elaborada con extracto de rosa mosqueta y uva de ursi, o del oso, para aclarar y unificar el color de la piel, alterada por la edad, embarazo, radiación solar y otros factores externos.
O
la crema para el contorno de los ojos -elimina las despreciables "patas de gallo"-, preparada sobre la base de extracto de aceite de rosa mosqueta, liposomas y ácido hialurónico. O una fabricada con baba de caracoles de jardín, aún en desarrollo.
A esta línea de productos se agregan el pan de molde hecho con harina de kimwa (quínoa), la miel con lecitina y agua pura envasada, libre de cloro y metales pesados.
Pero los innovadores tienen aún más ideas. Ahora están pensando en crear un Instituto Tecnológico Mapuche para educar y capacitar a los más creativos.
Negocio redondo
La primera farmacia mapuche fue inaugurada en Temuco, en febrero de 2003.
Ha sido tan exitosa, que hoy cuenta con otros dos locales en Santiago y Concepción.
Tiene 56 compuestos en gotas, con un valor promedio de dos mil pesos. Los más solicitados son el Pichichenlawen, un adelgazante y regulador del metabolismo; el Palwen o Viagra mapuche, para recuperar el deseo sexual; el Kintral, para eliminar tumores, o el Pirkún, para controlar y regular la ansiedad por comer. Más de mil personas acuden diariamente a sus locales.
Tan bien les fue a sus impulsores, que incluso ganaron el trofeo "El Toqui de Plata" a la iniciativa mapuche más emprendedora del año.