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“Si tienes que dejar a tus hijos, hazlo por algo que valga la pena”

Es una de las pocas mujeres en el exclusivo club de los ejecutivos top. Aún así, se mueve entre ellos desplegando todas sus cualidades femeninas para introducir algo de humanidad al duro mundo de los negocios.

22 de Julio de 2005 | 10:08 |
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Una imagen acertada de esta ejecutiva chilena es visualizarla con una raqueta de tenis en una mano y un pasaje de avión en la otra.

Aunque incompleta, porque faltan sus dos hijos tomados de una bien cortada chaqueta de traje, el retrato de Pamela Camus, directora para Chile de la línea aérea American Airlines, se acerca bastante a la realidad.

Sin proponérselo, hizo carrera desde abajo –chequeando maletas- y recorrió toda la pirámide hasta alcanzar su cúspide -la gerencia general local. Exitosa por donde se la mire, a sus 49 años, tiene ganas de transmitir su experiencia y ayudar a otras chilenas a hacer el camino, pero sin morir en el intento.

Cree firmemente, además, que las mujeres no tienen cortapisas, que pueden hacer lo que se propongan, pero que todo deben hacerlo desde su posición de féminas con sus fortalezas y debilidades.

-¿Por qué para las chilenas tiene un alto costo llegar a altos cargos?
“En mi caso particular, nunca esperé llegar al cargo que tengo, siempre las cosas se fueron dando, tomé las oportunidades que se me presentaron nunca pensando que iba a llegar a un cargo de tanta responsabilidad”.

-O sea, no lo planeaste.
“Siempre he ido construyendo en la perspectiva de crecer espiritual y profesionalmente, pero nunca pensando en un determinado fin. Soy una convencida, y eso es lo que trato de transmitir, de que si tienes que dejar a tus hijos, tu familia y tu hogar, hazlo por algo que valga la pena.
“Si tienes que dejar lo más preciado de la vida, por lo menos, obtén una recompensa. No sé, tener más responsabilidades y más ingresos que te permitan pasarlo mejor y que ellos tenga más posibilidades”.

-¿No hubo tantos sacrificios que hacer?
“Soy muy aperrada en todo, soy muy perseverante; si me voy a dedicar a la jardinería, tomo un curso, lo termino y después lo hago bien”.

-¿Siempre tuviste claro qué cosas poner en la balanza?
´”Sí, creo que los seres humanos tienen que tener un equilibrio en la vida. Nunca es bueno dedicarse cien por ciento a tu carrera profesional y olvidar que uno es mujer o que tienes una familia. Y también creo que dedicarse cien por ciento a la familia no es bueno porque uno como persona debe tener ciertas inquietudes y proyectos paralelos que enriquecen el alma”.

Pamela Camus afirma que es una de las pioneras en Chile en hacer una carrera ejecutiva como la suya y asegura que si agrupa a sus pares, el montón es chiquitísimo. “Lo que hice como carrera es muy raro”, dice.

-¿Tuviste que asumir patrones masculinos?
“Nunca lo he hecho, creo que las mujeres tienen patrones de conducta masculinos y los hombres, femeninos. Mi estilo de liderazgo se apoya más en la inteligencia emocional, prefiero ser un líder que la gente sigue por sus ideas y no por su poder; que te sigan por miedo no es bueno. Uso mucho mi parte femenina”.

-¿Cuál es ésa?
“Sensibilidad, intuición, pensar por adelantado las cosas. Las mujeres tenemos capacidad de prever muchas cosas con anticipación. Si llegas a la casa, ya sabes que falta leche, que algo no está limpio, que tus hijos no han hecho las tareas y que la comida de tu marido necesita flores.
“No quiero desmerecer a los hombres, pero ellos no pueden manejar muchas cosas al mismo tiempo y es más, toman un tono mañoso”.

Cree que trabajar en una línea aérea americana, donde se es más abierto y la diversidad es total, ha hecho que su condición de mujer no genere rechazo. En Chile, donde es vicepresidenta de Amcham y participa de otros dos directorios, está sólo rodeada de hombres y utiliza sus armas femeninas para encantarlos y llevarlos a su terreno.

“Creo que eso es lo que necesitan hoy las empresas y los directorios, esta combinación que implica usar la parte femenina en una negociación y que rompe el hielo. Los hombres están muy formateados y cuando me junto sólo con ellos, los llevo a temas más triviales, cuestión que los relaja”, explica.

-¿Y el aporte es…?
“Uno como mujer humaniza el entorno, le pone sentimiento”.

-Eso en una cultura machista es mal visto.
“Sí, pero las tendencias han cambiado y el estilo de gerenciar también. Hoy, con las nuevas generaciones el gerente de antaño no es exitoso. Por algo se ha escrito tanto sobre la inteligencia emocional, esos libros están dirigidos a los ejecutivos y usar esa inteligencia ha demostrado buenos resultados”.

-¿Qué explicación tienes para que hayan tan pocas mujeres en altos cargos?
“Creo que las mujeres de hoy estamos abriendo camino; a las futuras generaciones les va a ser mucho más fácil entrar a una empresa y ser consideradas para un alto cargo. Si hoy no hay tantas es porque hay todavía un porcentaje importante de mujeres en las cuales prima más su opción de dueña de casa, lo que es muy respetable.
“Y en las nuevas generaciones hay mujeres que no les interesa ser ejecutivas de carrera o sólo quieren trabajar “part time” y... trabajando media jornada es difícil que te vayan a dar un alto cargo. Las mujeres han sido las que han decidido en esto”.

-¿Ser jefa de hogar determinó que hicieras carrera?
“No, no lo fue; cuántas mujeres están separadas y han tenido que trabajar y no han llegado a altos cargos. Tiene que ver con las ganas de querer probarse, con querer asumir los desafíos y oportunidades que se te presentan”.

-Has dicho que aprendiste a golpe, ¿en qué cosas?
“En todo, en meter las patas como mamá, como jefa. A lo mejor alguna vez fui muy drástica con uno de mis hijos y me di cuenta que no era el camino a seguir o como superior, tomando decisiones incorrectas”.

-¿Si tuvieras que empezar de nuevo, harías alguna cosa distinta?
“Volvería a hacer exactamente lo mismo. Me encanta lo que hago y me gusta la forma como lo hice, me siento orgullosa del camino que seguí. Empecé de cero y soy un ejemplo de que en todo se puede partir de abajo”.

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