Llega unos minutos más tarde que la cita, pide disculpas por el atraso y entra a Chilevisión en su Audi gris. Es más guapo en persona que en televisión; alto, delgado y musculoso, se entiende perfectamente bien por qué durante más de diez años de su vida fue modelo.
Viste jeans y chaleco azul, el pelo despeinado y muestra muy buena disposición para las fotos, ayuda a encontrar lugares dónde tomarlas –que con la remodelación del canal no son muchos- y posa tranquilamente. No parece que ello le guste demasiado, pero sabe que son "gajes del oficio". Siempre ofrece el paso, abre las puertas y sonríe, como esos caballeros de los que quedan muy pocos.
Nació el 23 de agosto de 1969; mitad Virgo y mitad Leo, una combinación, según él, notable. Estudió en la Scuola Italiana y después en el Saint Gaspar. Habla italiano desde muy chico, porque sus padres siempre le hablaron en ese idioma; sin embargo, lo cambiaron de colegio para que aprendiera inglés, que les parecía más útil para su futuro.
Acostumbrado a vivir entre mujeres, su hermana menor, su madre y muchas tías, se reconoce enfermo de regalón. Se fue de su casa recién a los 28 años y, aunque hoy vive solo, tiene nana. "¡Pero un solo día a la semana!", aclara, mientras se pone muy colorado.
-Empezaste a modelar muy joven ¿por ego o necesidad?
"Acompañé a un amigo a un casting a los 16 años y me empecé a meter, a hacer comerciales, después me llamaron para hacer catálogos de foto, luego pasarela. Lo hice sólo por plata; bueno también alimenta el ego.
"Quería comprarme un auto -¡estaba chato de andar a pata!- y mi papá no me pescaba; entonces, el primer objetivo de este trabajo era poder movilizarme, ir a la universidad, hacer mis cosas".
Su primer auto fue un Fiat 147, Punta Tiburón, "que en esa época, el 89 o 90, era un logro". Después se dio cuenta que en realidad se ganaba plata con el modelaje; empezó a ahorrar y se compró unos estacionamientos en el centro y dio un muy buen pie para su primer departamento.
Estudió periodismo en la Universidad del Desarrollo, después de estar un año becado en la Universitá della Sapienza, en Roma, en la misma carrera.
-¿Por qué periodismo?
"Cuando salí del colegio no tenía muy claro lo que quería hacer; había elegido la rama humanista, tenía una inquietud en el tema de las comunicaciones, pero no sabía cómo canalizarla. Cuando volví de Italia, me metí a estudiar altiro y disfruté los cinco años de carrera. Lo pasé súper bien".
-¿En el último año entraste a Red Televisión?
"Me invitaron a participar en un proyecto de un programa de viajes, que es otro de mis bichitos, y terminé recorriendo el mundo por casi tres años en ese canal".
El programa gustó, porque estaba todavía en La Red cuando lo llamaron de Canal 13 para que se integrara al equipo de "Viva la Mañana" a hacer el mismo tipo de notas por el mundo. El modelaje lo dejó al terminar la carrera, justo cuando empezó a trabajar en televisión: "Todo se dio perfecto; salí de la universidad y entré al canal. Pero el modelaje
Me sirvió para poder comprarme mis cosas… pagar la universidad, ser independiente a los 17 años", explica.
-¿¡A esa edad te fuiste de tu casa!?
"Noo, económicamente, pero viviendo con mis viejos; me fui de la casa de ellos como a los 28 o 29, porque, por el programa, estaba ocho meses fuera de Chile".
-¿También te quedaste por la enfermedad de tu papá?
"Claro, se enfermó el '97 y me quedé hasta un año después de que murió".
Baja la voz y se emociona, parece recordarlo todavía, dice que fue muy fuerte. Giancarlo estaba en Italia, cuando su padre acudió a un control médico por unos calambres en el brazo y se le diagnosticó ELA, esclerosis lateral amiotrófica.
"El doctor dijo que le quedaban dos años de vida, tenía 67 años y fueron dos años clavados. Fue muy heavy, porque durante ese tiempo vas viendo el deterioro de la persona: ahí va la procesión. Fue, sin duda, lo más fuerte que me ha tocado vivir en mi vida".
-¿Y el cuento con las mujeres?
"¿Qué cuento?", pregunta riéndose.
-¿La Paulina Nin, por ejemplo?
"La vida, poh".
-¿La conociste en "La Mañana del 13"?
"Me llamaron de canal 13 para hacer lo mismo que en La Red, pero en un segmento matinal que tenía la posibilidad de crecer y hacerlo un programa unitario, tal vez, el fin de semana. Me fui súper contento, porque, obviamente, los recursos aumentaron, así que todo el equipo se cambió al matinal. Dos o tres veces a la semana, mostraba ciudades del mundo.
Ahí la conocí… era mi jefa".
-¿Acoso sexual?
Se ríe muchísimo: "Acoso sexual… fue tema… No, no, sin bromas, fue mutuo".
-¿Por qué una relación con una mujer mayor?
"No sé, porque se dio, no más. No pesqué mucho eso de la edad, ni nada".
-¿Cuánto tiempo estuvieron juntos?
"Dos años".
-Parece que hubiera sido mucho más.
"Es que fue muy mediático".
-¿Por inexperiencia tuya o porque a ella le gusta todo bien mediático?
"Diría que de parte mía, pequé de inexperiencia, jamás pensé ni me imaginé que mi parte personal podía sobrepasar largamente mi trabajo; y así fue y fue malo para los dos.
(Se queda pensando un rato y reafirma) “De parte mía, inexperiencia… de ella, no sé".
-¿Por qué siempre tan caballero para hablar del tema si ella te ha basureado todo lo que ha querido?
"Creo que eso tiene que ver con valores y principios. Es que me parece decadente haber usado los medios de comunicación para enfrascarme en una discusión que no tenía ningún fin; era una espiral sin final de dimes y diretes ¡Lo encuentro rasca! Si hubiera tenido que decirle algo, lo habría hecho personalmente, no a través de los medios.
"Además, ella tiene hijos, tiene familia, ahora tiene un marido… ¡O sea, yo no tengo pito que tocar ahí!"
- ¿Y la última vez, en "Primer Plano", qué pasó por tu cabeza?
"Fue… fue… me dio pena, me dio lata. Son situaciones que, obviamente, a uno no le gustaría vivir. Sí, poh, reclamando cosas que no tenían sentido, que no le habíamos dado tiempo suficiente… nada, mal…"
-Pero ella se ve mal en el último tiempo.
"A mí me cuesta ene emitir juicio de valor. Lo que sí me doy cuenta, porque la he visto las tres o cuatro veces que ha venido al programa, es que, claro, no es la misma persona que era antes. Pero ya no tengo nada que ver con su vida, ni con sus problemas ni con lo que está viviendo hoy día. La veo desde lejos como la ve cualquiera".
-Al entrevistarla, tienes que jugar el rol de periodista ¿Cuesta?
"Cuesta, porque ella está, generalmente, a la defensiva; es agresiva, no es cordial, pero hago mi trabajo, no más. La entrevisto y le pregunto lo que le tengo que preguntar y bueno, la gente juzga, creo que se hace una idea más o menos clara de lo que ve.
"No soy yo el que tengo que enjuiciarla ¿Cachai?".
-¿Tienes pareja?
"Estoy solo".
-¡Desde Ingrid Cruz!
"Mmm, pero bien. Con ella estuve dos años, también, soy cíclico".
Por supuesto lo dice en broma, porque se ríe mucho de sí mismo. Cuenta que ella vivió un fuerte proceso junto a él, como su depresión, el encontrar a su padre y a su hermano después de muchos años. "Cada persona tiene su mundo y hay que compartirlo y apoyarse mutuamente, es parte de la pareja".
-Esa relación fue bastante menos expuesta.
"Fue bonita y enriquecedora para los dos. Sólo era un accidente que tuviéramos trabajos expuestos, pero –sobre todo por la experiencia que yo había vivido y porque a ella le gusta el bajo perfil- tratamos de que fuera lo menos expuesta posible. Jamás dimos una entrevista juntos".
"No soy un tipo ofensivo o descalificador, eso no va conmigo"
"No podría estar con una mina que respire a través mío"
