Es, a todas luces, una ejecutiva activa y joven. Rehúye lo más posible las entrevistas y es entendible si está al mando de una serie de proyectos que demandan mucha dedicación.
Ingeniera comercial de la Universidad de Chile, siempre tuvo claro que se inclinaría por el lado del marketing y la imagen más que por el de las finanzas… y sus pasos los encaminó hacia allá.
Casada, 45 años y cuatro hijos entre los 17 y 7 años, ha hecho casi toda su carrera en la CCU. Y el casi, es porque apenas salió de la universidad entró a trabajar, en 1987, al Citibank, lugar donde conoció a Francisco Pérez. Cuando éste migró a las empresas Luksic, el año 1991, poco después se la llevó consigo.
Así fue como Marisol puso sus pies, primero, en el área de desarrollo y luego, en la gerencia de asuntos corporativos que ella misma creó y encabeza desde 1994. “Esta es una empresas muy dinámica; no pone trabas a los proyectos nuevos, es más, los incentiva”, asegura.
El entusiasmo con el que enfrenta el día a día se le nota. Mientras conversa con la puerta abierta, sus asesores tienen libertad para ingresar y dar un recado urgente o entregar algún antecedente que puede ser útil a la entrevista.
-¿Algo de esto tiene que ver con tú personalidad?
“Me encanta la relación con la gente, conozco una infinidad de personas todos los días, en las poblaciones cuando vamos a los colegios municipalizados, en las oficinas de abogados o en las agencias de publicidad (dice con una sonrisa).
“Esto, de verdad, posibilita crear mucho, escuchar a la gente, armar proyectos”.
-¿Un poquito hiperkinética?
“Creo que sí, soy hiperactiva, pero también cuento con un gran equipo. Coordinar todo esto requiere tener la cabeza puesta en todo, pero todos los que estamos aquí estamos en la misma”.
-¿Y logras hacer un corte a alguna hora del día?
“Sí… logro irme a la casa, pero siempre estoy conectada, con el celular abierto. Y cuando veo algo que me parece interesante, un spot, una imagen, generalmente llamo a alguien por teléfono para comentarlo.
“Es que uno se encariña con la marca” (suena a disculpa).
“Uno no hace las cosas por deber –continúa- las hace por pasión. Cuando uno hace las cosas por pasión es mucho más entretenido”.
-¿No te sientes estresada?
“No me siento para nada agobiada porque soy… organizada”.
-¿Y qué gusto te das?
“Mi mayor gusto es poder dedicarle tiempo a mi familia. También, me encanta la joyería; hace algunos años logré tomar unos cursos y ahora me mandan a hacer cosas”.
-Pero tienes el grado de subteniente de la Fuerza Aérea ¿eres piloto?
“No. Lo que pasa es que hace algunos años, como el 2000, la FACh invitó a algunas personas, pilotos y no; fue una política para acercarse al mundo civil y fue así como me dieron ese grado”.
-¿Y te implica alguna obligación?
“Hemos ido conociendo las bases de la FACh, su historia, sus tareas, y nuestro rol es transmitir lo que es la institución”.
-¿Cómo lo haces para estar en todo?
“Priorizo y tengo el tema familiar bastante organizado. Pero, sobre todo, lo paso bien”.
