Imagínese ser una mujer de 40 años, haber pasado los últimos 15 acarreando niños, comprando en el supermercado y manteniendo la casa. Y
de un día para otro, ese depósito mensual en la cuenta corriente que venía del marido amenaza con desaparecer porque el matrimonio ya no va más.
¿Le ha tocado escuchar algo así en su entorno? Hasta hace poco, una mujer u hombre que se había postergado laboralmente por años en función del otro debía simplemente confiar en la buena voluntad de su ex cónyuge o tratar de negociar al momento de entregar la nulidad ("vender la firma", como se decía entre los abogados).
Hoy ya no, porque
la ley de divorcio aprobada el año pasado contempla una compensación para el que dejó de percibir ingresos por cuidar o dedicarse al cuidado de la familia o los hijos. En otras palabras, la persona que quedó "out" del mercado laboral y que no tiene previsión ni salud, probablemente, recibe un capital para cubrir esa brecha que se abre en el corto plazo, cuando se queda sin el ingreso de la contraparte que mantuvo el hogar. Es decir, parte de la inversión se recupera, aunque, claro, no el amor invertido ni tampoco el daño que se le hace a los hijos a raíz de la ruptura.
Y este es uno de los cambios principales que se observan en el aspecto monetario entre lo que era una ruptura matrimonial hace un año y ahora.Ya lo saben los involucrados en las más de 7 mil causas que se están tramitando y las 133 que ya tienen sentencia.
| ¿Cuánto me sale...? |
El divorcio tiene muchos más pasos que el mecanismo anterior -la nulidad. Los valores no han cambiado mayormente, aunque los precios pueden ir del cielo a la tierra, dependiendo de lo que cobre el abogado. En promedio, un divorcio unilateral sale por unos 600 mil, aunque si surgen más trámites, el precio crece.
Veamos las modalidades:
Divorcio por mutuo acuerdo: desde $400 mil.
Divorcio unilateral: los trámites del abogado cuestan desde $400 mil, pero se puede extender hasta $800 mil o más en el caso que se requieran peritos, como, por ejemplo, para determinar montos de compensaciones o repartición de bienes.
Conciliación: instancia que es parte del procedimiento judicial. No es ante el tribunal, sino ante un ente distinto, que es un mediador, y lo que se busca es lograr acuerdos para poner término al matrimonio. Su valor es de $80 mil. |
Para quien ya va por la segunda vuelta, la sorpresa es mayor, porque divorciarse supone poner sobre la mesa el tema plata de una manera más seria que antes.
"Cuando decidí empezar los trámites del divorcio no conocía el tema de la compensación. Estaba un poco temeroso", cuenta Cristián. Él le había dado la mitad de una propiedad que él pagó, cuando ya no vivían juntos, pero el vínculo seguía en pie. La abogada de ella le dijo que podía pedir una compensación, pero ella decidió que en realidad con el capital de la propiedad ya se había cubierto eso", cuenta.
¿Taxista o gerente?
¿Cómo poner precio al trabajo de ser madre? ¿O al de un marido que dejó botadas sus consultorías por seguir a su mujer al extranjero?
La ley entrega algunas directrices, pero deja un campo para la negociación. El juez debe decidir sobre la base de una compleja fórmula que incluye los años de convivencia, la calificación profesional de los involucrados, la edad, etc.
Si una persona no tiene estudios y pasó tres años cuidando los niños el cálculo sería más o menos así: el sueldo mínimo multiplicado por doce meses y luego por 3 años, cuenta el abogado Lorenzo Miranda, gerente general de Lexplan, firma especializada en divorcios.
Ahora, si la persona tiene un título universitario, se ve la remuneración promedio de esa especialidad y se hace la multiplicación nuevamente, agrega el jurista.
Problema en el camino: hay cartones que son muy amplios. Un ingeniero comercial puede ser desde ejecutivo de cuentas o vendedor hasta gerente.
"Es un poco ambiguo", asegura Ricardo Viteri, administrador del portal Separados de Chile, quien asegura que ésta es una de las causas que complican la tramitación de los divorcios.
En las 133 sentencias que se habían aprobado a junio de 2005, los abogados involucrados cuentan que se pide compensación, pero con montos que exceden los años de dedicación a la familia.
"Si bien la mayoría de los hombres se ven dispuestos a entregar una cifra, normalmente no están dispuestos a los montos de compensación que les exige la cónyuge", dice Lorenzo Miranda.
Y el factor "lucas". Para Antonio fue lo que le impidió separarse de su mujer por ocho años.
Pidió la nulidad dos veces, pero su ex desconfiaba. Eso, porque mientras él estuvo cesante por un período, pagó un monto menor de la pensión de alimentos. Al momento de recibir la notificación de la demanda, su señora demandó compensación económica por estos "recortes", pero el juez no aceptó este trueque.
Es que estas platas no están pensadas para los hijos, enfatiza la abogada Patricia Silva, directora jurídica del Servicio Nacional de la Mujer, Sernam. Para ellos sigue rigiendo la misma normativa sobre pensión de alimentos, que se calcula como un porcentaje del sueldo líquido del progenitor.
Aun así, algunos esperan dejar en mejor pie a la ex y los niños. Por ejemplo, Felipe esperó la promulgación de la ley de divorcio para terminar el matrimonio, pero no puso problemas cuando ella anunció que iba a solicitar compensación. Sí los puso cuando la cifra superó los dos dígitos (eran como $20 millones por tres años de convivencia).
"Creía que era lo más justo. El abogado decía que podíamos sacar el juicio sin pagar un peso, pero soy hijo de padres divorciados y no quería dejarla sin nada". Al final del juicio, que finalizó hace dos semanas, terminó comprometido con un pago de $4 millones, los que deberá cancelar en dos cuotas.
¡Me las pagará!
No todos guardan la sanidad mental al momento de negociar la compensación.
Abogados consultados aseguran que se puede transformar en una compensación moral: "Te pido toda esa plata porque me dejaste por otra" o "es lo menos que puedes hacer después de todo lo mal que me has tratado".
Las sumas pedidas aún pueden ser más astronómicas: Neftalí Medina, del estudio Eyzaguirre & Medina (creadores del portal Solodivorcios.cl), explica que algunos abogados pactan con su cliente un porcentaje de lo que se pueda obtener del demandado, "de modo que ven una oportunidad de negocio en la asesoría y se entusiasman con los montos a pedir".
En este estudio tienen varios cónyuges demandados por compensaciones de $100 millones, algunas sobre los $400 millones y una de hasta $700 millones.
Asustados
Viviana hace 6 años que no vive con su marido, al que dejó por un problema de drogas.
Hoy quiere volver a casarse, pero tiene miedo de entrar en el proceso porque puede salir a la luz que ha estado percibiendo ingresos este tiempo. "Me podría sacar plata porque nos casamos por sociedad conyugal. Él puede alegar por todos los bienes porque estamos aún casados", dice. Además, considera que si bien ella ha ganado plata, él no ha pagado la pensión alimenticia. Cuenta que ha escuchado casos terribles, como la de un tipo que demandó a su ex mujer por varios millones que, según él, dejó de ganar en menos de un año de vida en común.
Otros podrían salir mejor parados con el actual sistema. Neftalí Medina cuenta el caso de un cliente que trató de separar aguas en el sistema antiguo con su mujer, pero ella le exigía nada menos que $50 millones para firmar la nulidad. "Antes eran verdaderas negociaciones, a veces simplemente chantajes frente a la necesidad del otro cónyuge de disolver el matrimonio". En el caso de su cliente, pudo esperar hasta que entró el nuevo régimen de divorcio y hoy la cifra se redujo a menos de un cuarto de la cantidad exigida.
