Que una mamá quiera que su hija encuentre al príncipe azul para que comparta su vida no es novedad. El amor de madre es infinito y todas desean lo mejor para sus retoños.
Sobre todo una madre soltera que ha criado sola y con mucho esfuerzo a sus tres hijas, lo ha pasado mal en el amor y no quiere que la menor de ellas, ya considerada como una “solterona” alocada, cometa los mismos errores y sufra.
Este es el caso de Daphne (interpretada por la genial Diane Keaton) que hará lo posible por encontrar al hombre perfecto para su querida Milly. Incluso, recurrirá a la tecnología y le buscará, en secreto, citas por Internet.
Tras varios intentos frustrados, Daphne cree haber llegado al tipo ideal: el atractivo arquitecto y buen partido Jason y se las ingeniará para que el encuentro con su hija parezca fortuito y casual.
El plan parece funcionar a la perfección pero el destino le depara una gran sorpresa a esta madre desesperada: su hija conoce a otro chico, Johnny, un músico, que pareciera ser el menos indicado para ella y se las arregla para andar con ambos, que son más bien la antítesis; el que realmente la hace feliz y la llena versus el "perfecto" favorito de su madre.
Daphne, espantada con esta doble vida de su hija, seguirá presionando a Milly para que tome, según ella, la mejor decisión, es decir, quedarse con Jason. Lo que no sabe, es que el destino también le guarda a ella una inesperada sorpresa, que dará todo un vuelco en la historia y que le hará darse cuenta que no siempre lo que, a sus ojos, parece perfecto es lo mejor.
Una bien actuada y divertida comedia romántica que redunda en el famoso cliché que para encontrar la felicidad y el verdadero amor “hay que escuchar y seguir al corazón”.
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