O se quiere o se odia.
El recurso de solucionar los problemas conyugales en la cama parece ser una alternativa que algunos evitan a toda costa y otros recomiendan, casi como la chispa que enciende las relaciones sexuales.
Entre sus detractores está Javiera. A sus 25 años, tres de los últimos compartidos con su pareja, Miguel (31), dice que “eso no soluciona nada, porque después de la supuesta reconciliación el bichito sigue dando vueltas”.
De ser así, ¿qué sucede que es tan común la idea de que lo mejor de una pelea son las reconciliaciones?
La psicóloga y autora del best seller “Viva la diferencia”, Pilar Sordo, asegura que “la estigmatización del sexo como la herramienta para solucionar los problemas no dura mucho tiempo, porque al final la pareja se da cuenta de que ahí no hay una solución real, sino una especie de ilusión que pareciera tener a los dos más contentos, pero a las cuatro de la tarde ya empieza la rabia otra vez”.
“A mí me funciona. Me sirve para aclarar todos los sentimientos que tengo hacia ella”, dice Fernando (28). No es extraño, tomando en cuenta que esta “técnica” de reconciliación “le sirve más a los hombres que a las mujeres, porque ellos tienen mejor capacidad de dar vuelta la página a los conflictos”, según explica Sordo.
Sin embargo, las mujeres también han sabido verle el lado amable a esta estrategia de solucionar conflictos, como una manera de preparar al hombre para una posterior conversación.
“En general, la mujer cede a la relación sexual, aún cuando esté enojada, porque cree que teniendo relaciones sexuales, el hombre va a estar más amoroso y será más fácil conversar, tratando de apostar a que ella va a ablandar un poco la situación, para poder establecer la conversación que ella necesita”, dice la psicóloga.
Pero, ¡cuidado! No se debe abusar de esta cómoda técnica. “Cuando esto se trasforma en un vicio y todos los conflictos los terminan solucionando en la cama, el que queda más resentido, en este proceso, siempre es la mujer, porque además de no solucionar el conflicto, termina ella con la sensación de que es utilizada por el hombre”, agrega.
No hace daño y algo de bueno debe tener para que sea recomendado por no poca gente, pero al parecer el costo es mayor que el beneficio, cuando se comienzan a tapar los problemas de la pareja con buenos momentos en el ámbito sexual.
El consejo fundamental, que recomienda la psicóloga es “nunca acostarse enojados. Así deberán darse el tiempo para conversar antes de dormirse, y podrán decirse las cosas que se sintieron en el día. Eso requiere esfuerzo, pero es lo más sano”.
