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Un romántico made in Graneros

18 de Junio de 2008 | 16:54 |
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La historia de Mario Guerrero es una historia de sacrificio y superación.

Oriundo de Graneros, hijo menor (y regalón) de madre temporera y padre músico, se crió entre partituras y melosos cassettes de Camilo Sesto, Rafael y Sandro, por lo que la influencia fue más que directa.

A los 10 años su papá lo llevó a una extensión cultural en Rancagua para desarrollar su creciente afición por la música.

“Me potenciaron ese lado pero de una manera no hostigosa, nunca fue así. He visto familias que obligan a sus hijos y ellos después se aburren. En cambio, mis papás me llevaban, me acompañaban pero nunca en forma insistente y así me agarró fuerte”, explica.

A los 12, ya componía con guitarra sus propias canciones dedicabas a “alguna niña de por ahí”.

-¿Siempre romántico?
“Sí, siempre” (suspira bromeando).

-¿Y ahora tienes alguna musa inspiradora?
“Mmmm, a veces las tengo que buscar, según la canción, jajajá”.

-¿Por qué crees que tienes tanto éxito con las mujeres, tantas fans y todo eso?
“¿Tú encuentras? Bueno, no sé, creo que es porque me muestro tal cual soy, cuido mucho mi vida privada y no me interesa hablar si estoy o no con alguien, eso es mío y a la gente le debe gustar eso. He tratado de no meterme en temas que no van por mi lado, que quiebren la imagen que se tiene de mí…”

-¿No exponerte y meterte en la farándula, por ejemplo?
“Ni siquiera me gusta ese término, farándula. Mis reuniones de amigos son en una casa, con un vinito, guitarreo, conversar de la vida, es raro que me veas en algún lugar así más público. Pero bien por la gente que le gusta eso y que quiere eso, depende de cómo se mire. Yo busco esto porque me queda mejor y así es como me siento más tranquilo”.

-Difícil abstraerse y no caer en eso.
“Está el límite, hay que tener cuidado”.

Le encanta jugar al misterio con su vida amorosa y así muestra un anillo que cuelga de su mano izquierda y pareciera de compromiso, pero al acercarse da cuenta de que en realidad es un denario.

-¿Eres muy creyente?
“Sí, todos los días necesito un momento espiritual y eso me ayuda y uno tiene que buscar lo que le hace bien a su vida. Uno es responsable y dueño de lo que le pasa, no se puede culpar a la vida por las cosas que pasan, uno toma decisiones y para tomarlas hay que estar tranquilo con uno. También trato de ir harto a Santa Teresa de los Andes con mi mamá”.

-¿Tus padres siguen en Graneros? ¿Eres muy apegado a ellos?
“Sí, trato de ir todos los domingos para allá y ellos también vienen. Soy el menor de mis hermanos y el único solterito, entonces soy muy regalón de mi vieja”.

Desde hace un par de años vive solo en un departamento en Providencia que pudo costearse gracias a su ascendente carrera musical. Pero en un principio, tenía que sacrificarse y viajar todos los días de Graneros a Santiago para trabajar y estudiar. “Cuando sabes lo que buscas desde siempre estás dispuesto a todo. Hubo un momento en que iba todos los días a “Rojo”, a la universidad y trabajaba en las noches en un pub y lo hacía feliz porque tenía un fin”.

-¿Fue muy fuerte el cambio de Graneros a Santiago?
“Sí y me encanta haber nacido en un pueblo, estar en Santiago y poder caminar con la tranquilidad que lo hago. Si voy caminando con un grupo de amigos siempre me quedo atrás y me carga andar corriendo”.

-¿Qué haces en tu tiempo libre?
“Cada vez se hace menos, pero me gusta salir, ver conciertos, hay que hacerse el tiempo, aunque para mí tocar piano es lo mejor. Lo que siento al sentarme en el piano y escribir es demasiado bacán, otra cosa. Ando buscando el tiempo libre para hacerlo, ése es el tema”.

También le apasiona viajar y en el último tiempo ha tenido la suerte de conjugar este gusto con su trabajo. “Mi ultimo viaje por Europa fue maravilloso, me invitaron a cantar a Suiza y aproveché de ir a Noruega e Italia, me encantó Venecia, nunca había ido y aluciné”.

-¿Vicio privado?
“Me gusta cierto tipo de música que no quisiera que nadie supiera, placeres culpable ¡que mejor ni digo! Cebolleeeera... Y hay una cosa que no puedo comer que es el chocolate que me encanta, porque tengo una reacción en la cara altiro, heavy. Además, si no me cuido tengo tendencia a engordar”.

-¡Pero si te eres flaco!
“Hace tres años llegué a pesar como 80 y tantos kilos, porque me puse sedentario con el tema del auto. Tuve que hacerme una rutina diaria y levantarme a las siete para ir directo al gimnasio y luego seguir con todo lo demás”.

-Te preocupas de verte bien, entonces.
“Trato de vestirme bien, tampoco es que sea loco por la ropa pero la gente tiene que verte bien, pero vestido como tú porque se nota cuando te disfrazas”.




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