EMOLTV

"Buses rosa" sólo para mujeres

Ante los recurrentes episodios de acoso que ocurrían en el transporte público de ciudad de México, las autoridades del Distrito Federal crearon servicios especiales, con carteles de ese color, para evitar estos problemas. En Chile, debido al colapso en los inicios del Transantiago, el Gobierno se preocupó del tema, pero no avanzó tanto.

26 de Junio de 2008 | 10:01 |
imagen
Las mexicanas respiraban hondo cada vez que tomaban un bus y debían estrujarse entre el resto de los pasajeros, aguantando a los que se aprovechaban de la cercanía para apretarse aún más... o peor. Una historia familiar para mujeres de muchos otros países, pero que en México ocurrirá cada vez menos. Y no es que los hombres estén actuando más civilizadamente.

La causa de que tantas mujeres suspiren aliviadas a la hora de usar el transporte público es el "Programa Atenea", del jefe del Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard. Comenzó a operar como sistema piloto el pasado lunes 14 de enero y el 22 de enero se hizo oficial, con intenciones de aumentar el número de buses por ruta (8 en horario bajo y 12 en alto).

Sin excepciones

Gracias a este sistema, ahora se lee "Exclusivo damas" sobre carteles rosados en buses de dos recorridos mexicanos. Las únicas excepciones son las mujeres que viajan con sus hijos, pero sólo si éstos son menores de edad. Ni siquiera se admiten a ancianos, lo cual está "bien" según Andrea Palafox, "porque hay viejitos bien abusivos".
En Chile
El año pasado, cuando se puso en marcha el nuevo sistema de transporte Transantiago, el colapso fue tal, sobre todo en el Metro, que de inmediato surgieron casos de acoso o tocaciones hacia mujeres dentro de los vagones. Más si se calculaba que habían siete personas por metro cuadrado, por lo que denuncias de este tipo no tardaron en hacerse públicas.

Por lo mismo, la Presidenta Michelle Bachelet lanzó la idea de diferenciar los vagones en las horas punta, como en el caso de Japón y ahora en México, pero finalmente la idea no prosperó. Todo quedó en un fuerte llamado de atención de la mandataria y en la vigilancia con más guardias.

Aún así, hubo denuncias y arrestos de varones poco caballerosos.

Sin embargo, los letreros en los buses no han sido suficientes para algunos caballeros despistados que han intentado subir a los "peseros" (buses) para chicas. "Cuando les decimos que son sólo para mujeres algunos se enojan, pero hasta ahora ninguno ha intentado subirse por la fuerza", afirma Daniel Islas, uno de los inspectores de la Red de Transporte Público, organización que ha dispuesto de guardias equipados con radiocomunicadores para solicitar apoyo en caso de que los pasajeros del sexo masculino quieran abordar por la fuerza.

Exceptuando estos casos, la experiencia para las mujeres ha sido positiva y tras unos pocos días de su inauguración, ya están pidiendo más recorridos. "Viajar entre puras mujeres es mucho más cómodo. Si a mí, que tengo ya 58 años, me siguen molestando los hombres, qué no le harán a las jovencitas", comenta Alejandra Lugo. Esto lo confirma una encuesta local que tomó como muestra a diez hombres y diez mujeres, de entre 25 y 50 años de edad y reveló que el sexo femenino mostró total aceptación al programa.

Entre los hombres sólo hubo dos opiniones adversas. Uno de los que se opuso, dijo que las mujeres poco a poco han ido tomando más espacios, e incluso pidió buses especiales para hombres. Augusto de 26 años también se quejó porque considera que la medida segrega en lugar de homogeneizar, "en lugar de apostar porque los hombres nos volvamos más cívicos y respetuosos", según consignó Univisión Online.

El abuso aumenta

La encuesta también concluyó que siete de las diez encuestadas ha sufrido, o por lo menos ha visto, experiencias que van desde faltas de respeto verbales hasta manoseos y acoso sexual. De hecho, de acuerdo con estadísticas de la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, de los casos de acoso, de los abusos y violaciones contra la mujer en el 2006, el 10% ocurrieron en el transporte público. Esta cifra creció hasta 14% en el 2007.

El Metro hace años implementó un sistema parecido, destinando los dos primeros vagones sólo a mujeres y niños en horarios punta. Aun así, Sofía se queja que "está difícil allá abajo (en el Metro), apenas te subes, tienes que marcar tu territorio, mirar feo a cualquiera que se te acerque. A la pasada, como sin querer, un chavo (joven) o un viejo te puede tocar, o recargarse en ti si no protestas fuerte".

A veces las mexicanas no sólo protestan para defenderse, sino que salen a la calle con alfileres a mano, anillos con filo o cualquier objeto con punta, según "El País". Cuando los abusos van desde el contacto corporal hasta la violación, las mexicanas estarán aliviadas de que ahora, en los buses rosa, los anillos serán sólo para adornar la mano.


EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?