Buena ama de casa, buena madre, excelente esposa y profesional, amiga de los suyos y con una personalidad avasalladora. Para qué hablar de un rostro hermoso y una figura envidiable, con un estilo propio al vestir.
Ni mucho ni poco, sino que perfecto. La mujer 10, esa que corría por la playa, en la percha de Bo Derek, parece una meta inalcanzable dentro de los miles de roles que la mujer actual aspirar a conseguir. Porque no es que la rubia estuviera deslumbrando las miradas con su bikini dorado, mientras cuidaba a los hijos, le prestaba atención a su pareja y hablaba por teléfono con gente de su trabajo para que todo, absolutamente todo, estuviera en un armónico orden, tanto en su vida como con su entorno.
Ante la dificultad que significa responder con todas las cualidades que se pueden esperar de una mujer, cabe preguntarse si realmente existe esa fémina perfecta. Le hicimos esa pregunta a 30 hombres de entre 22 y 36 años, que de paso explicaron cómo sería su pareja ideal.
Sólo en el aspecto físico, los resultados del sondeo reflejaron que el 83% de los encuestados sí toma en cuenta la apariencia externa de la mujer, frente a un 17% que afirma no prestarle importancia a ese asunto. Aunque, a diferencia de lo que se podría esperar para las que viven en dieta, 27 de los 30 hombres aseguraron que prefieren a las mujeres con curvas, antes que una frágil figura que intenta seguir el molde de las modelos de pasarela.
Tantas tardes en la peluquería en busca de ese rubio que pase como natural parecen un desperdicio, si se toma en cuenta que a la mayoría les gustan las morenas y castañas, y que sólo un 8% dijo que prefiere que su pareja tenga el pelo claro.
Acerca de su vestuario, el 62% espera que la mujer saque a relucir los atributos que la naturaleza le dio, aunque esperan que sea con un estilo propio, opción elegida por el 74%, ante un 23% que prefiere que pase desapercibida y un 3% que le gusta que su pareja sepa vestir a la moda.
El doctor en psicología de la Clínica Las Condes, Salomón Magendzo, afirma que una mujer podría llegar a ser perfecta si lo quisiera, pero ella prefiere no asumirla “porque en el momento en que anhelara esa categoría, puede caer en una depresión muy grave porque no va a tener contacto con la realidad (…) caería en algo muy frustrante”.
Independiente, innovadora y con opinión
La exigencia masculina no se hace de rogar. Nada de “peor es nada”. Un 100% de los encuestados afirmó que la mujer debe tener su propio trabajo, aunque, aún en estos tiempos, persiste un pequeño porcentaje (un 7%) al que no le molesta que ella dependa un poco, económicamente, de su pareja.
Según los resultados, ellos la prefieren moderna (un 73%), antes que tradicional.
Y en un tema que antes era muy relevante, parece que de verdad los tiempos han cambiado: 24 hombres de 30 aseguraron que les da lo mismo que, en el pasado de una mujer, hayan habido muchos hombres. Sin embargo, a la hora de tener hijos, la modernidad parece diluirse con el 80% que aseguró que es importantísimo que su pareja quiera ser madre.
La mujer ideal de nuestros encuestados impone su opinión en las discusiones de pareja, opción que tuvo el 100% de las preferencias, ante la alternativa de que mejor se quede callada y acate lo que se le dice. Además, es celosa, aunque en el término justo, respuesta que tuvo el 80% de respaldo.
Con respecto a las labores del hogar, la totalidad de las preferencias apuntó a que éstas se deben repartir entre los miembros del hogar, aunque en términos culinarios los gustos se dividieron en 50 y 50 por ciento, entre los que esperan que la mujer sepa cocinar bien y los que les da lo mismo que tenga o no dotes de chef.
Otra de las preguntas que obtuvo el 100% de apoyo en una sola alternativa fue la relacionada con el plano sexual, donde ninguno de los hombres contemplados en el sondeo quiso optar por una mujer sumisa en la cama, sino que todos esperan que su pareja sea innovadora y le guste experimentar.
Acerca de las cualidades en la personalidad de su mujer ideal, los resultados fueron los siguientes:
-Inteligente:18%
-Tierna y amorosa:17%
-Sociable:12%
-Segura de sí misma:11%
-Graciosa:10%
-Con sus metas claras:10%
-Responsable:10%
-Que tenga proyectos parecidos a los de su pareja:9%
-Con una personalidad fuerte:3%
En cuanto a los defectos, el menos tolerado por los encuestados fue la falta de inteligencia, con el 43% de las respuestas, seguido de que ella sea aburrida (29%), celosa (11%), que no tenga claros sus objetivos en la vida (8%), insegura (6%), y el hecho que no sea muy agraciada físicamente obtuvo un 3%.
Magendzo afirma que las características que la sociedad actual parece adjudicarle a la mujer son asumidas en mejor o peor medida por ella, sabiendo que no podrá cumplir con todo a la perfección.
“En ese sentido, la modernidad la agobia. Ser ama de casa, ser buena esposa, buena madre, buena amiga, tener buenas relaciones con sus padres y su propia familia… Si la mujer piensa que tiene que aceptar todos esos roles en forma perfecta, sería una maniaca, una narcisista (…) Si asimila como un defecto (el no poder cumplir con todos los patrones, tanto físicos como de su personalidad) tenemos a una persona que va a venir al psicólogo más o menos todas las semanas. Mientras que si es capaz de asumirse, de conocer sus virtudes y sus limitaciones, será una mujer que va a estar bien en la vida”, afirma.
Para el alivio de muchas, ellos parecen estar conscientes de ello y, mientras un 23% dijo que sí existe la mujer perfecta, el 77% lo negó.
