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No hay consenso sobre una dieta antidiabetes

En EE.UU., los expertos aún discuten acerca de la cantidad y del tipo de carbohidratos que un diabético debe consumir.

05 de Agosto de 2008 | 09:13 |
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En dos años más, unos 300 millones de personas en el planeta tendrán diabetes tipo 2, según las proyecciones que manejan organismos internacionales. Si bien algunos casos son de origen genético, los expertos coinciden en que en la mayoría de ellos los principales culpables son las mismas personas, ya que la enfermedad está asociada a malos hábitos alimentarios y al sedentarismo.

De hecho, un estudio publicado en mayo pasado por la revista "The Lancet" plantea que modificar estos factores con dieta y actividad física puede prevenir o retrasar hasta en 14 años la aparición de la diabetes.

Sin embargo, cuando la enfermedad ya está presente, la recomendación de perder los kilos en exceso y hacer más ejercicio no es del todo sencilla de aplicar.

Según un artículo publicado por "The New York Times", los expertos aún no han encontrado un enfoque infalible que ayude a los pacientes a perder peso, y las recomendaciones nutricionales para prevenir o disminuir los efectos de la diabetes han sido con frecuencia confusas.

¿Un ejemplo? Más de 30 años después de que la Asociación Estadounidense para la Diabetes (ADA, su sigla en inglés) recomendó una dieta baja en grasas y alta en carbohidratos para controlar la enfermedad, todo lo contrario a lo que hasta entonces se postulaba (una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos), aún existe controversia sobre la cantidad y el tipo de carbohidratos que se deben consumir.
Casos
Más del 90% de los casos de diabetes son de tipo 2. En Chile, se estima que ésta afecta a entre el 4,5 y el 7,5% de la población mayor de 15 años.

La doctora María Loreto Aguirre, de la Asociación de Diabéticos de Chile (Adich), precisa un punto en el que no hay discusión: "Lo que manda es la cantidad de hidratos de carbono diarios que necesita la persona, y eso se establece según su peso, su actividad física y otras condiciones (ver infografía)".

En la actualidad, gran parte del debate tiene como protagonista al índice glicémico. "Cada alimento, en especial los carbohidratos, tienen la capacidad de generar una respuesta en el nivel de azúcar en la sangre al cabo de una o dos horas (que es lo que demora la digestión gástrica)", explica el doctor Jaime Díaz, diabetólogo de la Clínica Santa María.

Se sabe que los alimentos con un índice glicémico alto -como bebidas, pasteles y arroz blanco- elevan el azúcar en la sangre tras su consumo. En cambio, los alimentos con un índice glicémico bajo -ciertas verduras y granos- se digieren más lentamente y, por lo tanto, mantienen el nivel de azúcar más estable.

Ajustar la dieta

No obstante, la ADA decidió que los pacientes no deberían determinar el consumo de sus alimentos según el índice glicémico. "Aunque está claro que los carbohidratos tienen respuestas glicémicas diferentes, la información que tenemos no revela una tendencia clara en los beneficios", dice en un comunicado.

La discusión en EE.UU. no se hizo esperar. El doctor David Ludwig, endocrinólogo y profesor de la Escuela de Medicina de Harvard, señaló a NYT que es un error. "Los alimentos con un índice glicémico alto, como los granos refinados, aumentan el nivel de azúcar en la sangre dos o tres veces más que los alimentos no procesados con un índice glicémico bajo", precisó.

"Si se está consumiendo alimentos con un índice glicémico alto comida tras comida, el sistema se verá afectado y producirá insulina", agregó el médico. El riesgo está en que esos cambios de azúcar en la sangre pueden desencadenar una diabetes si la persona tiene una predisposición genética.

Sin embargo, "mucha gente tiene la impresión de que el índice glicémico importa, pero no tenemos evidencias suficientes", dijo el doctor John Miles, diabetólogo de la Clínica Mayo.

Una idea con la que concuerda el doctor Díaz. "El impacto del índice glicémico no es práctico y por eso se privilegia el conteo de carbohidratos diarios requeridos, por ejemplo".

Por eso, los expertos estiman que no es conveniente ajustar la dieta de un paciente diabético basado sólo en los índices glicémicos de los alimentos. Lo mejor es combinar métodos, como explica la doctora Aguirre. "Si tienes dos cosas con igual cantidad de hidratos de carbono, conviene preferir aquellas con un índice glicémico menor".

Precisión al medir la glicemia

Además de una dieta adecuada, uno de los desafíos de los pacientes con diabetes, especialmente tipo 1 o insulinodependientes (el 10% del total de diabéticos), es reducir los errores en el automonitoreo de la glicemia.

Esto ocurre principalmente cuando calibran mal el glucómetro una vez que comienzan a utilizar un nuevo envase de tiras reactivas. "Esto puede llevar a que se inyecten dosis equivocadas de insulina", advierte el doctor Fernando Munizaga, endocrinólogo del Hospital San Borja Arriarán.

Para reducir este riesgo, se han hecho avances en la tecnología de glucómetros. El más reciente en Chile es Contour, el que no requiere codificar las tiras reactivas, pues éstas son las que traen la información, la que es leída y autocodificada por el dispositivo. Otro glucómetro lanzado este año en Chile es Accu-Check Performa, que con una alarma recuerda al paciente efectuar el test de glicemia.
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