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Sename propone que parejas que conviven puedan adoptar

En Chile sólo pueden adoptar los matrimonios y los solteros. La propuesta busca ampliar el universo de progenitores que puedan dar una familia a pequeños que la esperan.

04 de Septiembre de 2008 | 09:56 |
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La mayoría de las personas que desean adoptar un hijo en Chile prefiere que sean menores de un año. Sólo el 11% declara que recibiría a un niño mayor de 5 años. Esta preferencia explica que desde el año 2001, 237 menores que están a la espera de una familia no la hayan encontrado.

El deseo de ampliar el universo de familias chilenas que pueden adoptar llevó al Sename a proponer la idea de abrir esta posibilidad a las parejas que conviven sin estar casadas. Así lo asegura el director del Servicio Nacional de Menores, Sename, Eugenio San Martín, quien dio a conocer esta idea durante el cierre de una campaña de sensibilización en torno a la adopción.

"En Chile, el 60% de los niños nace fuera del matrimonio. Y el 15% de las familias corresponde a convivientes, que en 1990 llegaban sólo al 6%. Es hora de que como país reflexionemos sobre esta realidad", dice San Martín.

Sin embargo, asegura, esta propuesta "no se hace pensando en los derechos de los convivientes, sino en los de los niños que necesitan vivir dentro de una familia". Esta proposición irá dentro de un paquete de medidas que buscan mejorar el proceso de adopciones y que estará listo a fines de este año.
En cifras
80% de las personas solteras que postulan a una adopción conviven en pareja.
50% de las consultas que el Sename recibe anualmente por adopciones son de personas no casadas.
9 niños fueron adoptados por personas solteras en Chile en 2007; y 433, por matrimonios.

Cambio de opción

La iniciativa implicaría un cambio a la ley de adopciones, ya que ésta sólo permite adoptar, en primera opción, a los matrimonios residentes en Chile; después, a los que viven en el exterior y, en tercer lugar, a los solteros o solteras.

La mayoría de estos últimos son personas que en realidad viven en pareja sin estar casadas. En esos casos, el conviviente de quien adopta cumple igualmente el rol de progenitor del niño adoptado, pero no tiene una relación legal con él.

Es el caso de Ximena Caro y René Erazo, que son pareja desde el año 2001 y no se han casado porque él está tramitando su separación. Ximena está a punto de adoptar como soltera a Alexandra, de tres años, a la cual cuida desde que tenía 3 meses de vida, ya que ha sido su "guardadora". "Desde que la niña abrió los ojos, nos ha visto a nosotros como sus padres. A mí como su mamá y a René como su papá".

Pero en virtud de la actual ley, sólo Ximena figurará como madre. "Sería muy importante que René pudiera adoptarla legalmente... En caso de que yo faltara alguna vez... Y también porque somos una familia", dice Ximena.

Con ella coincide la abogada experta en familia Lucía Aguilera: "Desde la perspectiva del niño, un cambio como éste podría ser positivo. Con la actual ley, al darle la adopción a uno de los padres como soltero, se deja al otro sin ningún derecho ni obligación, siendo que igualmente cumple el rol de progenitor. Y lo mismo le ocurre al niño con él".
Miradas expertas
María Elena González, Fundación Chilena de la Adopción: "En este ámbito hay situaciones que requieren cambios más urgentes que lo de las convivencias. Por ejemplo, el aceleramiento de los procesos que permiten entregar a los niños a las familias. Antes, el promedio era de 39 días y ahora nunca es antes de los 4 o 5 meses".

Eugenio San Martín, Sename: "En diciembre vamos a terminar una propuesta integral para mejorar el sistema de adopción en Chile. Uno de los aspectos será mejorar los tiempos del proceso; otro, abrirnos a las parejas que conviven. Esto último debe hacerse bajo ciertos requisitos que hay que estudiar".

Temas a discutir

Por ejemplo, Ximena Caro no sabe si su hija podrá llevar el apellido de quien ha sido su padre desde que tenía tres meses.

Sin embargo, agrega Lucía Aguilera, una propuesta como esta traerá una larga discusión, ya que existen posiciones antagónicas. Ella considera que un cambio de la ley en ese sentido podría beneficiar a los niños, siempre y cuando se asegure que las parejas que adopten tengan relaciones realmente estables y comprometidas. "Quizás se les debería exigir un tiempo de convivencia previa mayor que el que se pide a los matrimonios, que es de dos años".

Para Carmen Domínguez, directora del Centro UC de la Familia, asegurar las mejores condiciones de desarrollo para los niños significa "buscar el vínculo más sólido que se pueda dar en los padres". Agrega que "si lo que se quiere es promover la adopción de los niños de todas las edades, debería estudiarse bien cuál es la mejor manera de alentar eso".

En la Fundación Chilena de la Adopción, la directora María Elena González es enfática en declarar a las familias formadas por matrimonios como las más seguras para los hijos adoptivos: "En Chile, la convivencia no es considerada un estado civil y, por lo tanto, no tiene una regulación legal. Habría que darle un marco legal para que fuera reconocida socialmente", asegura.

Pensando en la seguridad y el bienestar de los niños, agrega, la aceptación social y la regulación legal son pasos que tienen que darse primero en torno a la convivencia, antes de incorporarla a la ley de adopción.



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