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“La RSE empieza por casa”

La presidenta de AccionRSE afirma que las empresas han avanzado y la responsabilidad social empresarial ya sobrepasó los ámbitos de la filantropía y medio ambiente, pero quedan desafíos. En el plano personal, gira hacia una profesión más alternativa para ayudar a otros.

30 de Octubre de 2008 | 09:04 |
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Se preparan para el 8° encuentro internacional sobre responsabilidad empresarial que se va a desarrollar el 23 y 24 de septiembre en CasaPiedra, pero simultáneamente mantienen la agenda copada con seminarios en regiones y cursos de especialización que duran dos meses.

Es que el tema no para. Aunque la responsabilidad social empresarial partió a comienzos de este siglo en Chile en forma escéptica, hoy las empresas tienen claro que sin ello difícilmente podrán sobrevivir en esta cambiante economía y exigente mercado.

Janet Sprohnle, la presidenta de AccionRSE tiene claro los avances que se han dado en el área, pero mucho más claro los desafíos, especialmente, en el tan de moda gobierno corporativo.

Y es categórica ante la eventualidad de que alguien esté equivocado: “RSE no es filantropía”.

-¿Cuánto ha permeado el término RSE entre el empresariado?
“Cuando comenzamos, el 2000, era como predicar en el desierto, o sea. No se conocía el término y a las empresas les costaba entenderlo. Fueron dos años, mínimo, de evangelizar desde cero. Cuando miro para atrás me resulta increíble el nivel de comprensión e instalar esto en las empresas ha sido mucho más exitoso de lo que pensamos en sus inicios.
“Naturalmente, se comenzó a entender muy sesgado o equívocamente y hubo un shock en los equipos de marketing donde debieron destinar muchos recursos que destinaban a imagen a hacer cosas con la comunidad”.

-¿Cuánto de la RSE que se practica tiene que ver con un intento de mejorar la imagen de la empresa, tratando de hacer la ganancia corta?
“Quizás hasta dos años todavía las empresas estaban enganchada en la RSE más asociada al marketing, que es parte de ello; a la difusión que hacen, pero a la fecha han comprendido mejor el término en cuanto a que es una herramienta de gestión, tiene que ver con desarrollo sustentable y los balances sociales son cada vez más importantes”.

-Una RSE bien practicada no necesita ser publicitada.
“Es que los reportes de sustentabilidad tienen como finalidad comunicar todo lo que está haciendo la empresa; la RSE incluye muchos ejes y variables y una de ellas es ser abierto y transparente con toda la información hacia fuera, es decir, los clientes, proveedores, empleados, comunidad. Es un equivalente al balance financiero”.

-¿Y en esto se ha avanzado?
“Hoy hay varias empresas que hacen reporte de sustentabilidad, lo que no es fácil, y este año vamos a tener concursando a cerca de 50 empresas. Esto es un indicador bien de avanzada, porque una cosa es que como empresa se vengan haciendo actividades que caen en el ámbito de la filantropía, sin ninguna visión de gestión, a lo que lleva a una empresa a emitir un reporte que es mucho más complejo. Eso significa que toda la empresa, internamente, tiene que cumplir con una serie de variables”.

-La RSE hoy está muy ligado a dos términos, comunidad y medio ambiente; pero algunos preguntan si no se debe partir por casa con los trabajadores y sus condiciones sociales.
“Cuando comenzamos trabajando fuimos súper claros; diseñamos una manito de cinco dedos donde identificamos los ejes de la RSE donde uno es el medio ambiente y otro la comunidad, pero están los colaboradores y trabajadores, los proveedores y clientes y gobierno corporativo. El hecho en que Chile se entienda más como algo ligado a medio ambiente es porque tenemos una gran industria minera, forestal y pesquera y a la existencia de una legislación de medio ambiente.
“Pero la RSE es todo y lo primero que toca son sus colaboradores; he sido enfática en este tema en cuanto a que la caridad, la RSE, la gestión empieza por casa. Hay muchos premios y ranking sobre el tema pero creo que hay que tener cuidado de no premiar nunca a una empresa que no tiene los estándares internos cumplidos”.

-¿De estos 5 deditos, en cuál cojeamos más?
“Donde más nos falta es en el tema de gobierno corporativo porque todavía no estamos los suficientemente maduros en lo que se refiere a la gestión de los directores hacia abajo. Está ad portas una legislación y ha sido cuestionada porque a las empresas no les gustan que las regulen desde afuera, pero en Chile falta mucho que hacer en cuanto a la conformación y comportamiento de los directorios y una serie de prácticas. En países más desarrollados lo primero que piden son las prácticas de gobierno corporativo para resolver si se invertirán en ella. Si de ahí no hay buenas, difícilmente habrá más abajo en términos éticos, transparentes.
“En Chile se ha avanzado en cuanto a ya no aplaudir al trabajólico, mejorar la calidad de vida, desarrollar programas de voluntariado o el espíritu entre los empleados; en esto hay cosas muy, muy buenas y algunas son de categoría mundial sin ser multinacionales. En lo que es hacia el cliente, también, y a propósito del tema del retail se ha ido creando una conciencia de cuidado hacia el proveedor. Nos queda mucho por mejorar, pero se están haciendo buenas cosas. Respecto de la comunidad, siempre ha habido un espíritu filantrópico, pero hoy se entiende que eso tiene más que ver con los accionistas o dueños de la empresa y no con la gestión de ella; la RSE no es filantropía, es cuidado por desarrollar riqueza en armonía”.

-¿En tiempos de crisis, la RSE es lo primero que se castiga?
“Cuando se han trabajado temas de fondos y en el largo plazo este ayuda en tiempos de crisis, porque cuando se ha trabajado bien el tema de gestión de personas, en momento de crisis están las confianzas y los compromisos para enfrentarla de la mejor manera. Empresas que han estado invirtiendo en RSE han logrado sortear mejor las crisis porque a esa hora son los colaboradores, los clientes los que responden”.

-Uno entiende que en crisis se corte la filantropía, pero ¿qué pasa con los costos que genera el cuidado del medio ambiente?
“Lo que hay que tener claro es que la gestión de RSE incluye gastos y naturalmente, en un momento de contracción, esos se van a reducir, pero esos presupuestos para cosas a futuro. Si se ha trabajado bien con la comunidad, en crisis, puede ser que haga una contracción y ella lo va a entender. Al final del día, una empresa que opera bien en RSE significa que en todo lo que toca es cuidadosa y construye buenos vínculos, cercanos, de confianza y en los momentos complicados está bien ensamblada y sostenida por los otros.
“En medio ambiente, los actos se planifican y se va a tener considerados los recursos necesarios para seguir haciendo las cosas bien y sino, si tiene sensibilidad, va a achicar el proyecto, pero no lo hará pasando a llevar las normas porque sabe, que a la larga, eso le va a salir más caro”.

-¿Cómo está Chile respecto del vecindario o mundial?
“Respecto del vecindario, como en otros índices, estamos en los primeros lugares y respecto al ranking mundial, lo interesante es que los temas que están desarrollándose en mercados más avanzados, si bien no estamos de pleno en ello, los estamos instalando en la mesa como los negocios inclusivos. Para lo chicos y alejados que estamos, es un buen estándar.
“Nosotros pertenecemos a la red Forum que agrupa a los equivalentes a AccionRSE en todo América y ha sido Chile la que ha estado presidiendo y ayudando a que se desarrolle en otros países. Estamos bastante bien posicionados”.

-¿Crees que este tema deba ser abordado con una legislación? Hay grupos que, ante anuncios de normar, se muestran contrarios.
“Yo he sido bien radical en esto, sobre todo en el debate de la ISO 26000 (de responsabilidad social que se discute en instancias internacionales). En Chile, con el nivel de empresarios que hay, está absolutamente de más y no me parece que el tema de la responsabilidad empresarial tenga que ser normado desde afuera; creo que no corresponde al nivel de empresariado que tenemos y además, no creo en ese modelo. No puedes normar señalando que debes ser una buena ciudadana porque sino te pasarán una multa; yo espero que lo seas porque por tu educación te surge, te nace serlo de la mejor forma posible.
“Además, me parece súper delicado, porque cuando aparecen legislaciones es difícil que sean variadas en sus escalas van a afectar a las PYMES que están en otro nivel y no se les puede exigir igual; la ley laboral es el mejor ejemplo de ello, exigirla igual a todos es lo más dañino y perverso”.


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