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Niños pueden aprender a protegerse del abuso sexual

17 de Septiembre de 2008 | 08:19 |
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A comienzos de año, dos niñas de 7 y 6 años, en Valdivia, partieron detrás de un vecino al que apenas conocían, pero que prometió regalarles un perrito. Y no regresaron más.

Aunque el hecho conmueve, se repite con frecuencia y muchos niños quedan a merced de algún o alguna abusadora que no trepida en dañarlos, a veces, hasta la muerte.

La clásica frase "no hables con extraños" se le puede decir a un hijo desde que éste pueda entenderla. Pero el asunto no es tan simple: "Si se pierde, va a tener que pedir ayuda a desconocidos; entonces, se le podría enseñar que, en un caso así, trate de acudir a alguna mamá que esté con otros niños", advierte el psicólogo Andrés Tapia, del Fonoinfancia de la Fundación Integra.

También está el dato de que la mayoría de los abusos contra los menores los cometen personas que los conocen. Pese a ello, no se trata de inculcarles a los niños el miedo a los adultos, sino que aprendan a reconocer las situaciones en las que se sienten incómodos, agrega Tapia. Y que "cuando se les está obligando a hacer algo que no quieren o si se les trata de alejar de un lugar seguro, que inmediatamente reaccionen, griten o se vayan".

Desde antes de cumplir un año, el niño ya tiene claro quiénes son las figuras de apego que van a satisfacer sus necesidades, dice la psicóloga clínica Maruja Tapia, directora académica de la Consultora Capsis. "El pequeño empieza a construir su identidad, la de su familia y de su territorio. Y hay que saber escucharlo y tratarlo como a un sujeto que tiene sus propias experiencias".

Para la psicóloga, la comunicación con los padres es un aspecto clave en la protección de los niños, "y ésta empieza a desarrollarse desde el nacimiento".
Un hijo pequeño que se siente escuchado y comprendido por sus padres va a contarles si estuvo en una situación en que se sintió incómodo, coinciden los especialistas.

También pueden entregarse desde muy temprano las pautas de autoprotección sobre el propio cuerpo. "A partir de los dos años, se les puede explicar cuáles son sus partes íntimas, que sólo puede tocar su mamá y que no debe permitir que otros lo hagan", afirma Andrés Tapia.

A temprana edad, los pequeños no son capaces de detectar intenciones en otra persona, y se pueden ir con alguien que les ofrezca algo que les llame la atención. Por eso, es importante hacerles ver que no deben hacerlo, pero sin inculcarles miedo a las personas adultas en general.

Conversar en familia

El caso de las niñas de Valdivia puede ser muy gráfico para conversarlo en familia, coinciden ambos psicólogos. "A un niño de 5 años se le puede contar una situación como ésa, pero en un lenguaje adecuado a su edad y tratando de buscar la enseñanza más que el impacto", advierte Andrés Tapia.

Otra forma de graficar estas situaciones, agrega, es poner al niño en casos hipotéticos y preguntarle, por ejemplo: "¿Qué harías tú si una persona a la salida del colegio te invitada a tomar un helado?". Y, a partir de su respuesta, iniciar la conversación.

Maruja Tapia agrega también la importancia de que las familias vecinas puedan hablar de estos temas para que haya también un sentido comunitario en la protección de los niños.
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