EMOLTV

Oscar Gómez: Puertas abiertas

27 de Mayo de 2011 | 08:42 | Por Oscar Gómez
imagen
Emol

Al acoger mis comentarios gastronómicos, que desde hoy se publicarán cada quince días en las páginas de Emol, Chile me abre una nueva y generosa oportunidad para compartir con sus hijos y el creciente turismo mundial que llega hasta su tierra.


A partir de esta fecha, lo haré mediante la entrega de recetas de nivel internacional, fáciles de preparar y asequibles para todos aquellos que gusten compartir, disfrutar y divertirse, pasarlo bien con sus invitados y amigos. La expresión “nueva puerta” es justa.


En 2010, el Círculo de Cronistas Gastronómicos distinguió al “Astoria”, como el “Restaurante del Año”, gracias a su apuesta a lo clásico de la alta gastronomía peruana, matizada con sabores originales, logrados con productos disponibles en Chile. Fue una distinción muy importante, porque la otorgaron los que más saben. Y la siguieron generosos comentarios en la prensa nacional.


Ser chef es mucho más que llevar un gorro blanco. Se trata de una profesión que exige vocación de excelencia, dedicación, cariño, iniciativa y sentido de innovación. No se trata sólo de cocinar, sino de hacerlo con originalidad, con la voluntad de satisfacer al cliente, para que realmente viva momentos de disfrute y agrado.


No creo que un chef deba tener “secretos”, como tanto se proclama. Lo que sí necesita es entusiasmo, acompañado por la decisión de hacer las cosas bien.


Chile cuenta con muy buenos productos y a la vez con buenos chefs y existen centros de estudio de calidad destinados a formarlos, también en las escuelas. Confiamos en ellos para que mañana trabajen junto a nosotros y luego se hagan cargo de la sucesión natural en nuestra actividad.


La clave de un buen restaurante radica, desde luego, en la buena e impecable preparación de sus platos. Pero también encuentra asiento en su decoración, iluminación, presteza en el servicio y, sobre todo, calidad humana, simpatía, empatía, a fin de que el cliente no se sienta comiendo “afuera”, sino “adentro” de su hogar. Brindar platos bien preparados, apoyados con excelentes vinos, hacerlo en un entorno cada vez más acogedor y comunicar la alegría de cocinar es parte de la vocación de un muy buen chef.


Compartir una mesa es algo más que alimentarse. Es una forma de integración humana, de aproximarse al prójimo, de entenderse emocionalmente, lo que resulta particularmente importante cuando vivimos tiempos de tanta incomunicación y aislamiento. La historia de la humanidad nos revela que siempre la comida fue un punto de encuentro. Queremos que permanezca así.


Disfruten y compartan, diviértanse cocinando.


Cariñosos saludos, Óscar Gómez, chef del restorán Astoria.


Comenta esta columna en nuestro BLOG.


EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?