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Hombres desesperados por un compromiso formal

Andan con el anillo de compromiso en el bolsillo, listos para dar el sí, en el altar.

22 de Julio de 2011 | 16:42 | Francisca Vargas V.
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María José Barros, El Mercurio.
Se piensa que los hombres siempre evitan el compromiso y que disfrutan y valoran su libertad como un gran tesoro hasta que se enamoran, deciden comprometerse, formar una familia, compartir el día a día con su compañera y sentirse amado y amar.

Sin embargo, existen otro tipo de hombres que tienen estos mismos motores de búsqueda, pero que sin tener pareja estable, deciden casarse y comenzar un periplo.

¿Qué sucede? Nada malo, solo que la obsesión por no estar solo puede llevar a entablar un relación de compromiso con la primera mujer que vaya pasando. Es decir, cualquier micro le sirve.

“Estar en pareja para evitar la soledad puede generar dependencias, inseguridades o miedos a que nos dejen y por ende, actuar o modelar nuestro comportamiento para que el otro se sienta satisfecho, dejando de ser nosotros mismos en el intento”, explica Mónica López Hernando, psicóloga clínica, terapeuta familiar y de pareja y directora de la Sociedad Chilena de Psicología Clínica.

Por tanto, lo que hay detrás de esta búsqueda desesperada sería, según la especialista, un gran miedo a quedarse solo y para bajar esa ansiedad y sentirse más seguro se busca un compromiso mayor, como el matrimonio o una convivencia, “pero esta decisión sería tomada por miedo y no realmente por amor”.

También sucede que rápidamente se quieren comprometer por la presión de sus pares, cuando todos los amigos ya se casaron, tienen hijos y viven en familia.

Entonces viene el juicio social que impulsa a dar este paso, porque “es lo que viene”, “lo esperado”, pero nuevamente sin una reflexión mayor sobre si es realmente lo que se quiere o es una situación forzada.

“Si sientes que tu pareja está presionando por el matrimonio o percibes una desesperación por casarse y que él, está más interesado en lo que significa esta unión que en tu persona, puede que te insegurices bastante, pues no sabes si lo que quiere es casarse o casarse contigo. Esta duda en sí, puede hacer que la relación se distancie hasta llegar a un posible quiebre”, afirma.

Dependientes emocionales

Para Guillermo Gabler, psiquiatra de Clínica Alemana, esta obsesión por el compromiso, generalmente se produce en personas que se denominan dependientes emocionales. “Son quienes desarrollan una necesidad de afecto y una sobrevaloración al rechazo muy grande y hace que sean muy adaptativos para desarrollar relaciones de pareja, entonces rápidamente al iniciar una relación se sienten ‘muy pegados al otro’”, aporta.

Además, les cuesta saber lo malo o lo no conveniente del otro. Y reaccionarían muy mal ante el desapego del otro o ante la mínima amenaza de no estar con el otro, pero, según el psiquiatra, sin importarle mucho qui´én sea el otro, ya que solo por el hecho de estar comprometidos se sienten más seguros y refuerzan algún área de su vida.

Otra de las consecuencias que puede tener el establecer un vínculo con este tipo de personas, ya sea hombres o mujeres, es que son “pegotes”.
“Rápidamente se meten en tu vida e intentan lograr una intimidad contigo en el amplio sentido de la palabra. Se meten en todas las áreas de tu vida. Es como cuando llevas recién saliendo una semana con alguien y ya te empieza a presentar como tu polola a los amigos y trata de ir a todos los compromisos familiares tuyos”, comenta el Dr. Guillermo Gabler.

En ese sentido la profundidad de la relación será superficial y forzada. “Hay que conocerse un rato. Las relaciones tienen profundidad cuando logras conocer al otro. El tiempo que necesites dependerá de cada uno”, puntualiza.

Por eso, se recomienda si existe una proposición formal, hablar abiertamente sobre las razones que están llevando a tomar la decisión, donde el miedo, la soledad o las presiones sociales deben ser descartadas.
De todas maneras, siempre existirán excepciones porque existen muchas parejas que se conocen y a los meses deciden casarse y construir una historia juntos. “A veces confluyen factores como sentirse preparados para dar el paso, sentir que desean fuertemente estar con esa persona y tener la claridad para sentir que no es sólo una ilusión transitoria”, postula Mónica López, quien también es diplomada en Psicología Positiva.

Es que no hay fórmulas en el amor. Lo importante para enfrentar cualquier nueva relación será conocerse a sí mismo, saber qué se quiere y sentirse feliz con la vida que se tiene, donde una pareja llegará a enriquecer la vida pero jamás a completarla.
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