Tener un jefe abusivo no solo hace difícil y tenso tu ambiente laboral, sino que puede complicar las relaciones con la familia, arruinando así otro aspecto de tu vida.
A esa conclusión llegaron investigadores de la Universidad de Baylor (Texas), quienes aseguraron que aquellas personas que reportan más peleas en la casa, motivadas por irritación y hasta resentimiento hacia su pareja, eran aquellos que dijeron haber tenido jefes que se enojaban y los humillaban.
“Puede ser que a medida que aumenta el abuso del jefe (con rabietas, groserías y críticas en público), tensionando la relación con él, el empleado está menos motivado o es menos capaz de participar en una interacción positiva con la pareja y el resto de los miembros de la familia”, señaló en un comunicado una de las investigadoras del estudio, Merideth Ferguson.
“El trabajo es uno de los espacios vitales que ocupa más tiempo en nuestras vidas, por lo tanto, guardar día a día la sensación de ser explotado, criticado y no reconocido es altamente riesgosa y no debiera prolongarse por mucho tiempo, dado que tarde o temprano va a desencadenar una enfermedad física o psicológica”, alertó, por su parte, la psicóloga de la Clínica Alemana, Solange Anuch, quien hace hincapié en que no se deben tomar los malos tratos laborales como algo normal, y, si bien se debe responder con trabajo, es preciso hacer valer los derechos en las instancias legales que corresponden.
En un grado, tal vez menor, pero no menos agobiante y tenso, están aquellos jefes de personalidad difícil, perfeccionistas, obstinados, obsesivos y emocionalmente poco comprometidos, por lo que se muestran incomprensivos y no suelen recompensar el buen trabajo. Para Anuch, estos casos son igualmente difíciles de manejar.
Ante esto, la psicóloga recomienda identificar las características del jefe que complican la relación con él, e intentar ser neutros. “Si sabes cuáles son las áreas delicadas, no transites por allí", dice.
“Intenta concentrarte en tu trabajo, ten un objetivo diario y cúmplelo; maneja los estándares de rendimiento esperado para tu cargo, y ponte límites para iniciar y terminar una tarea”, recomendó Anuch.
Además, agrega a sus consejos no esperar ser felicitado en el lugar laboral -“su reconocimiento es su propio desarrollo”, dice- y hacer lo posible por mantener un buen ambiente laboral, al menos, con el resto de los colegas.
En cuanto al hogar, es importante apoyarse en la familia pero no por eso descargar la frustración en ella. Es por esto que se debe tratar de mantener la casa lo más limpia del trabajo y sus conflictos. “Hay que evaluar el propio ánimo y motivación, y si se considera que disminuyen cada vez más y que la rutina laboral provoca sentimientos de impotencia y rabia, es necesario pensar en cambiar de trabajo y comenzar a buscar nuevas alternativas”.
Hogar, dulce hogar
Un promedio de diez años de relación tenían las 280 parejas consideradas en el estudio de la Universidad de Baylor, cuya media en edad fue de 36 años. Según las conclusiones de los expertos, mientras más tiempo tenía la relación amorosa, parecían afectar menos en ella los problemas laborales.
“Observar a la pareja sufriendo, moviliza naturalmente el cariño y la protección que habitualmente será bien recibida, excepto cuando la irritabilidad e impotencia tiñen todas las áreas de la personalidad, casos en los que probablemente la ansiedad y la depresión pronto aparecerán”, comenta Anuch, con respecto a aquellas personas suyo cónyuge sufre un mal clima laboral.
Por esto es importante escuchar y apoyar, para generar alivio en la otra persona, y no olvidar que es el hogar el lugar del que se espera recibir cariño, afecto y comprensión.
La psicóloga recomienda a quienes quieren ayudar a sus parejas, “dar ideas y alternativas de solución sólo cuando el otro lo solicite y valorar el trabajo y el compromiso de quien hace el esfuerzo por cumplir un trabajo difícil”.
Se debe facilitar las actividades de recreación, que distraigan a la persona de sus problemas con el jefe, pero sin que por eso se olvide de que hay un tema pendiente que debe ser solucionado. “Hay que asegurarle que el cariño y la valoración están más allá del trabajo, y que pase lo que pase contarán con el amor y apoyo, que no se basan en rendimiento, metas o ejecución”, concluyó Anuch.
