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Prepara tu sistema inmune para el invierno de forma natural

Un especialista en fenomenología médica entrega 11 consejos para estar saludables.

25 de Febrero de 2013 | 12:01 | Por Francisca Vargas V.
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J. Moline, El mercurio
Antes se creía que el sistema inmunológico era una especie de ejército que vivía dentro del cuerpo, dispuesto y preparado para "atacar" a las amenazas externas que buscaban hacerle daño.

Hoy, en tanto, está catalogado como la "inteligencia detrás de la correlación armónica que se da entre las distintas células que comparten un mismo código genético, y células de información genética distinta y sustancias inorgánicas", según explica el doctor Ivo Vukusic, especialista en fenomenología médica.

Bajo esta perspectiva, la baja de defensas ya no es una metáfora bélica, sino una falta de armonía entre la individualidad bio-psico-social y la vida que se lleva. "Cualquier sensación de malestar, desde las molestias intestinales como la irregularidad en el tránsito digestivo, la sensación de ardor abdominal recurrente, o los dolores de cabeza, sensación de cansancio permanente y las alergias, son signos de una relación poco armónica de nuestra individualidad y el ambiente en el que nos desarrollamos", afirma Vukusic.

El especialista -quien en su práctica médica se dedica a restablecer el correcto funcionamiento fisiológico del organismo- agrega que vivimos en una cultura expresamente tóxica, donde es esperable que esos malestares sean habituales. Sin embargo, aclara que sólo se atienden cuando se llega al límite, cuando las enfermedades se presentan más de tres veces en el  año o cuando quienes las sufren no se recuperan totalmente luego de 21 a 28 días.

De esta manera, presentar resfriados, episodios de diarrea o reacciones en la piel que se recuperan solas y en pocos días, hablaría de un sistema inmunológico activo y eficiente, y no de unas defensas bajas.

"Estudios en Alemania han demostrado que las personas que se enferman de patologías leves un par de veces al año, hacen significativamente menos enfermedades crónicas y graves como el cáncer", ejemplifica Vukusic.

En términos simples, el doctor sostiene que una persona debe tener la capacidad de enfermarse y que eso indicaría que está protegida de males más graves, por lo que dos ó tres episodios al año serían signos de tranquilidad y no de alarma. Eso sí, advierte que si surgen episodios más frecuentes, sería necesario evaluar la situación bajo una perspectiva médica.

"A veces hay problemas en el sistema inmunológico, otras solamente hay restos de microorganismos gatillando reacciones repetidas, que pueden ser erradicados con varias técnicas de uso no habitual, como los nosodes de la homeopatía o el biomagnetismo médico, en ambos casos, realizado por un médico que sepa interpretar los síntomas y dar un diagnóstico precoz", observa el profesional.

Qué deteriora al sistema inmunológico

"Los principales agentes que afectan al sistema son una mala higiene del sueño y una alimentación deficiente", asevera Vukusic.

Dependiendo de la persona, se considera normal dormir entre cuatro y 11 horas al día, idealmente sin despertar durante la noche o como máximo una vez. Si ocurre más veces, es fundamental mejorar esta situación para la inmunidad y la salud en general.

Asimismo, la alimentación juega un rol fundamental. Por esto, se considera sana y no tóxica aquella en la que el 30% corresponde a frutas frescas de estación y frutos secos; y menos del 20% a carbohidratos refinados, tales como el azúcar, los preparados de harina blanca, el arroz blanco, las bebidas de fantasía, etc.

Otro factor que afecta el sistema inmunológico es el nivel de actividad física que tenga la persona. En este sentido, es importante ejercitarse ya sea en el gimnasio o al aire libre, con caminatas en pendiente, subiendo cerros, recorriendo senderos, o andando en bicicleta estática o de paseo.

"Si bien la alimentación es lo principal, la actividad física es necesaria para su correcta digestión, y es durante el sueño donde se utilizan y organizan los elementos", sostiene el médico.

Es importante tener en cuenta que existen diversas enfermedades que perjudican la inmunidad, como la diabetes, el lupus o el exceso de secreción de insulina asociado a una dieta rica en carbohidratos refinados. Sin embargo, en esto también juegan un papel las emociones en desequilibrio y su impacto en el sistema.

"Las medicinas antiguas como la china, la tibetana, la ayúrveda de la India, la mapuche, incorporan los cuerpos sutiles como los canales de Chi, dentro de la aparición de los problemas de salud y se relacionan directamente con los estados emocionales", comenta el doctor.

Esta tesis -añade- ha sido comprobada en estudios de psicología positiva y por la medicina psicosomática.

Por otra parte, están las enfermedades en las que el cuerpo se ataca a sí mismo o, dicho de otro modo, en que los procesos inflamatorios reaccionan sobre células con un mismo material genético, a lo que se denomina Neuro-Inmuno-Endocrinológico.

Recomendaciones naturales

Para entrenar al sistema inmune y que éste no colapse, el especialista -quien se dedica al ejercicio de la Medicina Integrativa- entrega los siguientes consejos:

1.- Respetar el sueño diario y los periodos de descanso como fines de semana y vacaciones.

2.- Incluir en la vida actividades que produzcan PLACER.

3.- Practicar algún deporte y actividad física regular, y tratar de caminar en pendiente al menos una vez cada 15 días.

4.- Comer muchas frutas frescas de estación, frutos secos, pescados, legumbres y pocas bebidas de fantasía.

5.- Incluir una actividad espiritual, como la meditación o práctica religiosa y/o altruista, como participar de un voluntariado.

6.- Mantener relaciones saludables en las que no haya daño, ya sea hacia uno mismo o hacia los otros. Esto se debe dar en el ámbito laboral, familiar y amistoso, así como también con quienes se comparten espacios comunes, como vecinos y conciudadanos.

7.- Aprender a ser RESPETUOSOS con la naturaleza en todas sus manifestaciones.

8.- Evitar las cosas que causen malestar, incluso si se asocian a beneficiosos indirectos que nos motiven a seguir en contacto con ellas.

9.- Evitar consumir azúcar y carbohidratos refinados en general, los cuales son los mayores enemigos de la inmunidad.

10.- Comer un higo al día en lugar de comprimidos con las versiones químicas de los nutrientes presentes en ese fruto, para los cuales el organismo tiene mayor capacidad de absorción.

11.- Tomar jugo de arándanos a diario. Prepararlo con una cucharada sopera de la fruta, por un vaso de agua.
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