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Síntomas de la depresión posparto más severa comienzan durante el embarazo

Así lo determinó un estudio realizado a más de 8.200 mujeres de todo el mundo. Conoce aquí a qué debes prestar atención.

06 de Febrero de 2015 | 15:31 | Por M. Francisca Prieto, Emol
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Para muchos, resulta difícil entender que una mujer entre en depresión después de convertirse en madre, pero ocurre más seguido de lo que se cree y a veces con consecuencias fatales. Muchos estudios se han realizado para intentar explicar esta realidad, algunos que dicen que se debe a los cambios hormonales que experimenta el cuerpo femenino durante el período del embarazo y luego de dar a luz, y otros incluso han ligado esta enfermedad al abuso de la mujer por parte de su pareja. Sin embargo, hay bastante acuerdo entre los especialistas de que se trataría de un fenómeno multifactorial, en el que intervienen aspectos genéticos, biológicos, psicológicos y ambientales.

Y ahora una nueva investigación ha lanzado interesantes luces respecto a este mal y a su tratamiento. Se trata de un estudio realizado a más de 8.200 mujeres de 19 centros ubicados en siete países, el que determinó que dos tercios de los casos más severos -es decir, aquellos en que las mujeres experimentan pensamientos suicidas, pánico, llanto frecuente, etc.-, la depresión comienza durante el embarazo y no después del parto como comúnmente se piensa.

Leah Rubin, profesor asistente en el Programa de Investigación de Salud Mental de la Mujer de la Universidad de Illinois en Chicago y coautor de un comentario sobre el estudio, aseguró que esta investigación es la mayor realizada hasta la fecha sobre los síntomas de la depresión posparto.

"Éste es sin duda un primer paso en la dirección correcta, sabiendo que la depresión no es igual en todos los casos", sostuvo Rubin según publicó "The New York Times".

Por su parte, Samantha Meltzer-Brody, directora del Programa de Psiquiatría Perinatal de la Universidad de Carolina del Norte y autora del estudio, explicó que los resultados de éste plantean diversas  preguntas para los científicos, por lo que continuarán con las investigaciones por ahora recolectando ADN de miles de mujeres a través de un registro internacional online.

"Idealmente se podría determinar quién está en riesgo", afirmó.

Síntomas a los que hay que prestar atención

Según datos del "Protocolo de detección de la depresión durante el embarazo y posparto y apoyo al tratamiento" publicado en 2014 por el Ministerio de Salud, entre un 16,7 y un 35,2% de las chilenas presentan síntomas ansiosos o depresivos durante la gestación, mientras que en el postparto la cifra se eleva a alrededor del 40,5% de las mujeres.

Según el documento, en las mujeres la depresión -entendida como "una alteración patológica del estado de ánimo- tiende a aparecer a una edad más temprana, se presenta con una mayor frecuencia de episodios y con un mayor número de síntomas". Específicamente en el caso de la depresión posparto, éstos son:

- Llanto
- Abatimiento
- Labilidad emocional
- Sentimiento de culpa
- Pérdida de apetito
- Problemas de sueño
- Sentimientos de incapacidad de hacer frente a las necesidades del hijo (a)
- Problemas de memoria
- Fatiga
- Irritabilidad


"No tratar la depresión en el posparto puede implicar efectos adversos de largo plazo para la madre, como que este episodio puede constituirse precursor de depresión recurrente", enfatiza el documento del Minsal.

Pero los riesgos no sólo son para la madre, sino que también para el recién nacido. "No tratarla no es indiferente, porque tiene consecuencias. Muchas mujeres presentan síntomas tales como llanto fácil, ansiedad o sentirse un poco sobrepasadas durante los días posteriores al parto, pero son leves y no afectan significativamente su funcionamiento como mamás. Es lo que se conoce como 'Baby Blues'", explica Juan Undurraga, psiquiatra especialista en trastornos del ánimo de Clínica Alemana.

Eso sí, el médico aclara que cuando estos síntomas son más severos, empiezan a afectar la funcionalidad de la mamá o se mantienen en el tiempo, hay que preocuparse e intervenir con un tratamiento adecuado. "Una vez que se diagnostica la depresión posparto, lo ideal es hacer un enfoque integral, que abarque aspectos sociales, como apoyo y educación a los padres, y psicológicos, como psicoterapia", indica Undurraga, quien agrega que es importante tener en cuenta que para esta condición no existe un tratamiento único y que éste siempre debe adaptarse a la situación de la madre.

Cuando estas intervenciones son insuficientes o la depresión es muy severa, hay que considerar también los psicofármacos. "Para tomar esa decisión hay que hacer un análisis riesgo/beneficio que es individualizado y en el que siempre hay que incluir a la pareja. Esto es súper importante, porque en el embarazo la depresión incluye a todo el sistema familiar y las decisiones siempre tienen que ser informadas", recalca.

El psiquiatra sostiene que el mensaje más importante en todo esto es que la depresión posparto tiene tratamiento. "Hay que identificar los factores de riesgo en forma precoz y hacer intervenciones psicosociales para prevenir su aparición. Pero una vez que se presenta, debe tratarse en forma adecuada. La mayoría de las pacientes responden bien y esto tiene consecuencias positivas para ellas y para su hijo", concluye.
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