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La increíble historia de las parientes de Jackie Kennedy: De indigentes a íconos de moda

Todo un escándalo comenzó en los 70, cuando se supo que la prima y la tía de la viuda de J.F. Kennedy vivían en una deteriorada mansión, entre el abandono, varios gatos y la basura. Íconos de la decadencia y el vintage, Big y Little Edie se convirtieron en dos mujeres de culto para varios diseñadores de la actualidad.

26 de Noviembre de 2015 | 13:03 | Por Ángela Tapia Fariña, Emol.
SANTIAGO.- Una falda puesta al revés y ajustada con la ayuda de un nudo y un alfiler de gancho, dejando entrever unas pantaletas blancas, un turbante improvisado (a veces era un chaleco y otras, una toalla adornada con su clásico prendedor de oro), para tapar la alopecia que a sus cincuenta y tantos le afectaba; Edith Bouvier Beale, conocida como Little Edie y prima directa de Jackie Onassis –o Jackie Kennedy, como se prefiera- se hacía conocida a través de un documental que se transformó en una cinta de culto y que fue reestrenado con éxito este año, “Grey Gardens”, una oda a la decadencia, a la extravagante vida de ella y su madre - Edith Ewing Bouvier (Big Edie, tía de Jackie y frustrada cantante de ópera), que vivían en lo que alguna vez fue una próspera mansión frente al mar, en East Hampton (NY); y para entonces, se había transformado en una ruinosa casa llena de malezas, un Cadillac abandonado, y varios gatos y mapaches pululando entre sus heces y los muebles que aún albergaba el hogar.

“Esta es la mejor tenida para el día”, comentaba Little Edie frente a la cámara. “No hay nada mejor que una mujer firme. F-I-R-M-E… Que no se debilita con nada”, agregaba, en una de las tantas escenas que vinieron a dar cuenta de un escándalo entre la high society estadounidense, cuando la mismísima prima de la ex Primera Dama del país, apareció en la portada de New York Magazine, cubierta de su abrigo de visón de un pasado más aventajado y su eterno turbante, teniendo como fondo lo que sería la vergüenza de la familia, una destartalada mansión de 28 habitaciones cuya insalubridad tenía preocupados a las autoridades locales. Las querían desalojar, y la noticia de las parientes “indigentes” de Jackie O y Lee Radziwill (hermana menor de la viuda de Kennedy y casada con el príncipe polaco Stanislaw Radziwill) se multiplicaron en el país del norte.

Fueron ellas mismas las que financiaron una remodelación y, en cuando a Lee, que desconocía el nivel de suciedad y abandono con que sus parientes vivían, le pidió a unos cineastas que hicieran un documental de la casa en la que alguna vez ella y su hermana vacacionaron, mucho antes que Phelan Beale, esposo de Big Edie decidiera abandonarla en la década del 30, dándole una pensión para sus hijos (Little Edie y dos hombres más) y dejándole la enorme casa de Grey Gardens.

Cuenta la leyenda que el padre de Big Edie –y abuelo de Jackie y Lee- se hizo cargo de sus gastos, hasta que un día decidió excluirla del testamento familiar, debido a sus excentricidades. Sola y sin un peso, Big Edie comenzó a vender cosas de la casa para subsistir y luego, le rogó a su hija Little Edie (para 1952, de 34 años) que dejara sus sueños de convertirse en artista en Nueva York y volviera a su casa, con ella.

La niña de mamá, los esposos Libra y el fauno de Grey Gardens


Hay quienes aseguran que Little Edie padecía una enfermedad psiquiátrica no tratada. Y no es tan increíble esta teoría, cuando se la ve en el documental “Grey Gardens”. Con un cierto dejo de locura, como si no supiera que vive entre la mugre y que la están grabando a ella y a su madre por lo incomprensible que parecen sus vidas, la mujer lee un libro de astrología con una lupa y dice que lo que necesita es un marido Libra, con la misma vehemencia con que asegura con una conmovedora inocencia que tiene fe de que su estancia en Grey Gardens es temporal, cuando ya habían pasado 20 años desde que quedó prácticamente atrapada ahí, en una especie de relación tipo Norman Bates y su madre, en la película "Psicosis”.

“El me propuso matrimonio en la ventana”, recuerda Little Edie en una de las escenas del documental, recordando lo que supuestamente fue una de las oportunidades de casarse que arruinó su madre. “Por muchos años, nadie había entrado a Grey Gardens antes que apareciera él (Eugene Tyszkiewicz), así que le creí”, agregó. Pero su historia se pone triste cuando madre e hija recuerdan que Eugene había escrito un libro de cocina y Big Edie no estaba dispuesta a “tener otro cocinero en la casa”. “Creo que fuiste muy cruel, mamá”, le alega Little Edie a Big Edie. “Él era de una de las mejores familias de Polonia. Es terrible que ella no me haya dado una oportunidad con Eugene Tyszkiewicz”, dice a quien las graba. “Fue absolutamente cruel que alejara a mi único pretendiente. Él fue la única persona, además de esa gente horrible, en venir hasta aquí”.

“La gente se impresiona cuando descubre el estado de pobreza y dejadez en el que vivían las Bouvier Beale. ¡Y eso que (el documental) fue filmado después de que el Departamento de Sanidad interviniera para hacer la casa habitable!", contó este año a Vanity Fair, Jerry Torre, un hombre que asegura que en su adolescencia, y escapando de su familia que no toleraba su homosexualidad, dio a parar a la mansión de Big y Little Edie, quienes lo acogieron en su extravagante mundo, apodándolo “El fauno de Grey Gardens”, y enseñándole clásicos de la música y de la literatura, entre la basura.

Las musas, el reciclaje de la ropa y las pioneras del vintage


Desde íconos feministas a ídolas de los nuevos movimientos que fueron surgiendo en los años 70, Big Edie y en especial Little Edie se transformaron en referentes estéticos desde la aparición del documental que enseñó su vida al mundo.

Si bien la cinta no pasó a mayor gloria luego de su estreno en Cannes, fuera de concurso, en 1976, este año apareció restaurado. Ya en 2007, se estrenó un musical en Broadway, y tres años después, se emitió una película de HBO protagonizada por Jessica Lange y Drew Barrymore, como Big y Little Edie, respectivamente.
William Ivey Long, diseñador de vestuario:
“El sentido de estilo de Little Edie respondía a la necesidad de ser creativa. Ella hacía sus modelos con lo que tenía a mano y se cambiaba unas 12 veces al día”.

Tanto la versión teatral como la cinematográfica de la historia de las Bouvier Beale recibieron premios especiales por el vestuario. “El sentido de estilo de Little Edie respondía a la necesidad de ser creativa. Ella hacía sus modelos con lo que tenía a mano y se cambiaba unas 12 veces al día”, dijo William Ivey Long, ganador de un Tony por su trabajo con la ropa de “Grey Gardens”, en las tablas de Nueva York. Y mientras Marc Jacobs lanzó su bolso bautizado “Little Edie”, Phillip Lim mostraba su show inspirado en ella el año 2007, John Galliano catapultó el look de la prima de Jackie con una colección en 2008, con guiños a sus turbantes y broches de oro.

Big Edie murió en South Hampton, en 1977. Little Edie aprovechó de vender la casa, aunque debió especificar al nuevo dueño que no la derribara, ya que ese fue uno de los últimos deseos de su madre. Trató de retomar su estancada carrera en las tablas en la ciudad, a sus sesenta y tantos, pero, aunque logró aparecer en un show, este recibió malas críticas. Murió sola el año 2002, en un departamento de Florida, no sin antes solicitar que no la enterraran junto a su mamá. Quería que sus cenizas fueran arrojadas al Atlántico, pero terminó siendo sepultada en Long Island.

“Mi madre me ve como una bebé y yo me veo a mí misma como una pequeña niña”, comentaba Little Edie a la cámara que la siguió por su casa en 1975, mientras se arreglaba el turbante. “Tú me ves como una mujer, pero yo no. Cuando salga de aquí, lo haré. Cuando me vaya a Nueva York, me sentiré una mujer. Pero aquí, solo soy la pequeña niña de mamá”.
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