Creo que nadie en el mundo habla de otra cosa que no sea de la elección del nuevo Presidente de EE.UU. Desperté en la mañana con miles de titulares, haciendo alusión al tema, y yo misma me quede hasta altas horas de la noche esperando los resultados de la aclamada votación.
Es que el mundo no lo podía creer, las encuestas, censos y estadísticas que daban por ganadora a Hillary Clinton se habían equivocado rotundamente; el candidato republicano se convirtió en el nuevo Presidente de EE.UU.
¿Por qué nos importa tanto? Porque nos guste o no, el Presidente de EE.UU. es uno de los hombres más poderosos del mundo. Es por eso que el peso de sus decisiones de alguna u otra manera nos repercute a todos.
Ustedes se preguntaran qué tiene que ver esto con el tema que trato de poner en la palestra de una u otra forma cada semana en mis columnas; tiene mucho y todo que ver, ya que fue este hombre, el nuevo Mandatario de la gran potencia mundial americana, el que en más de una ocasión denigró y humilló a más de una mujer por su físico, exceso de kilos, falta de belleza (a su manera de ver la belleza), llegando a decirle “Miss Piggy” a una ex Miss Universo como lo es Alicia Machado.
Entonces, me pregunto: Si hoy, uno de los hombres más poderosos del mundo tiene micrófono abierto y muy poco tacto para mi gusto para llegar y ofender de esa manera a más de una persona, ¿qué puedo esperar del resto? ¿Qué ejemplo están dando nuestros líderes de opinión?A esas personas les hablo hoy, ya que sea Donald Trump u otro personaje importante de la política o cultura mundial, cualquiera sea la persona que tenga hoy la posibilidad de tener un micrófono al frente y una cámara, tiene una tremenda responsabilidad, ya que el mensaje que trasmiten y cómo lo trasmiten, trasciende y muchas veces daña. Y hace que persigamos ideales y parámetros tan irreales como dañinos.
Pero también creo que este es un llamado para cada uno de nosotros, ya que somos nosotros los que elegimos a nuestros líderes, gobernantes y representantes. Sin nuestros votos o apoyo no estarían en el lugar donde se encuentran. Y al guardar silencio y no pronunciarnos cuando alguno de ellos se equivoca, usando como argumento algún insulto que alude el físico, nos estamos volviendo cómplices. Sí, porque el que calla otorga. Somos tan responsables como el que lo dijo, ya que si no nos pronunciamos, no podemos detener el siguiente dicho o insulto.
Y yo no quiero ser cómplice. Me van creer loca, ¿qué va a hacer ella para cambiar o callar un insulto de un personaje como Trump? Bueno, estoy haciendo algo ahora mismo al escribir, al decirles lo cómplices que estamos siendo como sociedad al dejar pasar esos mensajes tan dañinos y que hacen tanto mal.
¿Qué va a pensar una niñita que ve a Alicia Machado como una mujer hermosa si la llaman “gorda”? Si la ex Miss Universo es considerada gorda, ¿qué le queda al resto de las mujeres? ¿Que parámetros de belleza estamos persiguiendo? ¿En qué minuto las codiciadas curvas de Marilyn Monroe se volvieron tan criticadas y fueron reemplazadas por huesos y clavículas? ¿Cuándo nos empezamos a mirar y medir por una imagen y no por lo que realmente valemos? Eso no está en un físico o belleza perfecta. De hecho, la supuesta belleza perfecta no la tenemos ni siquiera clara, ya que es tan infinita como diferente de la mirada que tiene cada ser humano.
El otro día escuché una frase que me quedó dando vueltas: “Denisse”, me dijeron. “Los mejores regalos, Dios los manda en forma de cachetadas y en ti, ¡vaya que se cumple!”. Y cuánta razón tenía esa persona, ya que a mí me cacheteó tupido y parejo, y muchas veces dije “por favor, no más”. Pero necesitaba más cachetadas para ver hoy la maravilla del regalo que me dio. Me regaló la experiencia de sobrevivir a una enfermedad mortal como lo es la anorexia, me regaló la vida una y mil veces, me dejó vivir para demostrar cuán cruda es esta enfermedad.
Pero que por más brutal que se muestre, nunca se lleva el corazón, ya que Dios esta en todas partes, pero no todas partes son Dios. Y esta enfermedad jamás va de la mano de Dios.
Si tengo que recibir mil cachetadas más, que vengan, que en forma de regalo las voy a recibir. Solo les pido que nos comuniquemos con amor para construir: No hagamos daño con argumentos tan débiles y tan fuertes en su impacto y mensaje. A los líderes de opinión a los que hoy son escuchados y son seguidos, cuidado con lo que dicen ya que sin querer pueden cachetear a más de alguno que este escuchando.
Denisse Fuentes Estrada, Fundadora & Directora Fundación "Pesa Tu Vida" (www.pesatuvida.cl; Facebook: Pesa Tu Vida; Twitter: @PesaTuVida/@D_FUENTESE; Instagram: Pesa Tu Vida/Denisse.fuentes.e); autora de "La Dieta de la Muerte"; Joven Líder 2015; Diplomada Internacional en Coaching Neurolingüístico.
