Las crudas imágenes que dejó la tradición danesa de
cazar ballenas piloto por parte de los habitantes de las
Islas Feroe, ubicadas entre Islandia y Noruega, han estado dando vueltas en las redes sociales y en los sitios web de organizaciones que luchan por los derechos de los animales.
Los residentes de este alejado lugar, cada año durante los meses de verano se reúnen para sacrificar a cientos de ballenas piloto o calderones en una tradición llamada
"grindadráp". Esta, tiene como fin poder utilizar la grasa y carne de esos animales, para sobrevivir en los duros días de invierno.
Según informó el medio inglés The Mirror, hasta el momento
23 ballenas, incluyendo una preñada, fueron conducidas a la orilla por barcos para luego ser
sacrificadas.
Al lugar, llegaron decenas de adultos y niños para participar de la tradición, mientras varios turistas tomaban fotografías de las impactantes imágenes que dejó la escena en el mar.
La sangre de los calderones inundó la orilla de la playa y dejó el agua del mar teñida de un
fuerte color rojo, llamando la atención de varios visitantes y organizaciones alrededor del mundo.
Imágenes compartidas por usuarios en redes sociales. Crédito: lynxlynx8 / TwitterUno de los grandes críticos hacia la costumbre danesa es la organización, con sede en varias partes del mundo, que lucha por la conservación marina,
Sea Shepherd Conservation Society, quienes hace algunos días publicaron un video en su cuenta de Facebook mostrando la última matanza de las ballenas el pasado 2 de agosto.
El video en vivo ya ha sido compartido por más de 800 personas, y en la publicación la organización aseguró que dentro de los 23 calderones asesinados
se encontraban al menos dos madres preñadas y una cría.
Imágenes compartidas por usuarios en redes sociales. Crédito: Albi Deak / TwitterEn su sitio web, la organización informó que en lo que va del año se han sacrificado hasta
536 ballenas en el marco de esta costumbre nórdica. Además, en un comunicado enviado a medios británicos, manifestaron su preocupación de que la tradición se esté convirtiendo en un espectáculo para turistas.
"Los feroeses a menudo hablan de la tradición detrás del Grindadráp y específicamente del respeto que sienten hacia las ballenas piloto. El video y las fotografías muestran claramente que no es el caso, con
imágenes de personas sacándose selfies con la ballena asesinada", aseguraron desde Sea Shepherd en un comunicado.
"Los niños jugaban con aletas, pateaban y golpeaban los cuerpos, caminaban sobre ellos y no se los veía preocupados mientras llevaban los cuchillos tradicionales que se usan como parte del grindadráp", añadieron.
